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Los bancos prevén integrar Condesa en el Proyecto Phoenix en el primer trimestre

Esperan que esta semana se haga firme el auto judicial que homologa su acuerdo de refinanciación para poder sindicar sus acciones

AMPARO ESTRADA

Lunes, 28 de diciembre 2015, 00:39

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El Proyecto Phoenix (nombrado así por el ave Fénix) levanta el vuelo por tercera vez, ahora con el Grupo Condesa. Los bancos acreedores confían en poder empezar a comienzos del próximo año con la gestión de este fabricante de tubos. Lo primero es que se haga firme el auto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria que homologaba el acuerdo de refinanciación de la banca acreedora alcanzado en julio. En 2014, la empresa entró en preconcurso de acreedores, pero el acuerdo con los acreedores (por el cual la banca capitalizó el 67% de la deuda y ArcelorMittal el 33%) evitó que llegara al concurso.

Muy probablemente, el auto será firme esta semana. A partir de ahí, y una vez que las autoridades europeas de Competencia den también su plácet, los bancos podrán sindicar sus acciones e integrar al Grupo Condesa dentro del Proyecto Phoenix. El calendario que manejan las entidades financieras es que en el primer trimestre de 2016, Condesa esté ya integrada en Phoenix. Condesa es el mayor fabricante de tubos soldados de Europa, tiene doce sociedades de fabricación en España, Francia, Italia, Bélgica, Alemania y Marruecos, y cuenta con 2.200 trabajadores -mil de ellos en España-. Sus seis plantas en España se encuentran en Legutiano (Álava), donde hay dos fábricas; Lesaka (Navarra), también dos; Sagunto (Valencia) y Mieres (Asturias). Como ArcelorMittal tiene el 33% de la empresa, el organismo comunitario de Competencia debe dictaminar si con este acuerdo la multinacional del acero no se hace con el monopolio europeo de la producción de tubos. Este pronunciamiento se espera para finales de enero o, en todo caso, principios de febrero.

Condesa acumulaba en 2014 una deuda de 325 millones de euros. El grupo había firmado un crédito sindicado hacía años con BBVA, Sabadell, Popular, Santander, Bankia, Caixabank, Bankinter, Caja Rural de Navarra, Kutxabank, Deutsche Bank, ArcelorMittal Aceralia Basque Holding y Socade (Sociedad de Capital de Desarrollo de Euskadi). Cuando se sucedieron los incumplimientos de pago y parecía abocada al concurso de acreedores, las entidades bancarias excepto Socade firmaron el acuerdo de refinanciación en julio. El pasado mes de noviembre, el juzgado de Vitoria homologó dicho pacto y lo extendió a Socade, que podía elegir entre capitalizar parte de su crédito o asumir una quita.

El Proyecto Phoenix se creó en abril de este año -a instancias del Ministerio de Economía- por los seis grandes bancos españoles (Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Popular), lo que se conoce como el G6. Es un vehículo para ayudar a la reestructuración financiera de empresas viables, pero sobreendeudadas. Los bancos canjean la deuda por participaciones en la sociedad para descargar a la empresa del peso del endeudamiento y que pueda salir adelante. El objetivo es que, una vez puesta en valor la sociedad, los bancos vendan sus acciones. Hasta entonces, la gestión de su participación se hace de forma conjunta y se encomienda a una gestora constituida por N+1 y McKinsey -al 50% cada una-, que reportará a un comité de seguimiento integrado por un representante de cada una de las entidades financieras.

Socio industrial

Una de las particularidades de esta tercera actuación en Phoenix es que, por primera vez, hay un socio industrial incorporado a la gestión de la empresa. Condesa era uno de los principales clientes de ArcelorMittal, quien más bobinas de acero laminado le compraba. Las familias Iribecampos y Uribarren, propietarias del Grupo Condesa, han tenido que renunciar a la propiedad y gestión del grupo. Al comienzo de la negociación con los bancos, las familias entonces propietarias defendieron ceder una parte de la propiedad a la Corporación Aristrain, ya que entendían que ArcelorMittal tenía un conflicto de intereses pues se convertiría a la vez en proveedor y accionista. Sin embargo, la banca se decantó por la multinacional del acero.

En los próximos tres meses se realizará el mandato de gestión a Phoenix con el que culminará el acuerdo de reestructuración que comenzó el pasado mes de julio. Lo que quedará entonces será «darle la vuelta a los resultados de la empresa» para que vuelva a ser rentable y consolide su viabilidad. Ese es el mandato de Phoenix, un vehículo que se configuró con mucha ambición por el ministro Luis de Guindos, quien pensaba que entrarían cientos de empresas. Ahora, el planteamiento es mucho más moderado: tres o cuatro empresas cada año.

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