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BBVA comenzará a cobrar los dos euros el 14 de septiembre

La entidad que preside Francisco González ya lo ha comunicado al sistema de pagos Servired del que forma parte

A. ESTRADA

Viernes, 4 de septiembre 2015, 00:04

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El BBVA empezará a cobrar la comisión de dos euros a los no clientes que retiren efectivo en sus cajeros automáticos a partir del 14 de septiembre. Así se lo ha comunicado al resto de integrantes del sistema Servired del que forma parte.

La entidad que preside Francisco González será el segundo banco que imponga la nueva comisión por el uso de cajeros a los no clientes siguiendo el camino iniciado por Caixabank. También el Banco Santander ha anunciado que empezará a cobrar dos euros este otoño. En su caso faltan ajustes tecnológicos, pero probablemente lo hará en octubre.

Esta comisión que cobra el banco propietario del cajero automático es independiente de la que puede cobrar la entidad emisora de la tarjeta a su cliente por haber sacado dinero en el cajero de otra entidad y que suele oscilar entre 0,65 euros y 1,5 euros, aunque la media está en 1,4 euros en el caso de las tarjetas de débito. En las tarjetas de crédito se suele aplicar un porcentaje -el 4% de media- sobre el importe extraído; es decir, que si se sacan 300 euros, la comisión a pagar al banco del que es cliente rondaría los 12 euros.

Los bancos argumentan para justificar el cobro de esta comisión al propio cliente que tienen que pagar la tasa de servicio interbancaria a la entidad que pone el cajero, que es de 0,65 euros, y por la inversión tecnológica para conectarse entre los sistemas de ambos. No todas las entidades cobran a sus clientes y depende también de la vinculación que tengan estos o del sistema de pagos al que pertenezca el cajero utilizado.

Previendo ya el conflicto que iba a representar el cobro de dos comisiones por un mismo acto, CaixaBank anunció al imponer los dos euros a los no clientes que no cobraría la tasa de servicio al otro banco, pero advirtiendo que el banco emisor de la tarjeta podría imponer a su cliente su propia comisión.

Al final, el cliente lo que ve es que él sólo realiza un acto, que es sacar dinero de un cajero, por el que puede acabar pagando a diestro y siniestro.

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