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J. A. B.
Martes, 2 de junio 2015, 00:43
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Madrid. Las tres principales operadoras telefónicas tienen el dudoso honor de haber recibido las mayores sanciones a nivel individual por parte de los órganos encargados de velar por la competencia. Y corresponden al mismo expediente, abierto por abuso de su posición de dominio al establecer unos precios excesivos en el servicio mayorista que prestan a los llamados OMV (las compañías móviles virtuales), que no disponen de red propia.
El antecesor de la actual Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) analizó, en concreto, el coste que se les imponía por el envío y recepción de mensajes de texto (SMS) y también multimedia (MMS) en el territorio nacional. Las multas correspondientes se impusieron a finales de 2012 -44,5 millones a Movistar, 43,5 millones a Vodafone y otros 29,9 millones a Orange- y la justicia las ha venido confirmando después. Ayer se conoció la sentencia del Tribunal Supremo referida a Orange, que confirma la sanción referida.
Los 118 millones a las tres operadoras fueron entonces la mayor sanción conjunta por actuaciones anticompetitivas, sólo superados por los 120 millones de 2009 a un grupo de aseguradoras (Mapfre incluida). En enero pasado se impusieron 98 millones al llamado 'cártel de la basura' (gestión de residuos) y ya en marzo otros 88 millones a la industria láctea por manipular precios.
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