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El gobernador del Banco de España, Luis María Linde de Castro.
Linde anima a incentivar la demanda interna en los países del euro que tengan margen

Linde anima a incentivar la demanda interna en los países del euro que tengan margen

El Banco de España estima que la compra de activos por el BCE ha reducido los riesgos de deflación o precios bajos y subida de tipos, pero insta a estar alerta

José Antonio Bravo

Sábado, 30 de mayo 2015, 20:32

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Los países del euro parecen haber salido ya del hospital salvo el paciente griego, cuyos males se antojan casi crónicos, aunque siguen bajo tratamiento, si bien las recetas que se están aplicando parecen dar sus frutos. Sobre todo los últimos pildorazos en forma de compras de activos privados primero y luego también deuda soberana, aplicados por los doctores del Banco Central Europeo (BCE).

Es el escenario que dibujó este sábado el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, quien acudió al Círculo de Economía de Sitges con el consejero del BCE Vitor Constancio, exministro de Economía de Portugal, otro de los socios del euro que están ya aparentemente fuera de peligro aunque no curados del todo. En su intervención, combinó mensajes tranquilizadores con avisos ante posibles relajaciones.

Linde habló fundamentalmente en clave europea, aunque sus consignas tenían una clara connotación española. Así, por ejemplo, volvió a poner sobre la mesa los «riesgos» que un período «largo» de «muy baja inflación» como el que vive el país desde hace casi un año conllevan para la actividad económica y también para la estabilidad financiera.

En España, la inflación subió en mayo cuatro décimas por el encarecimiento de los carburantes, lo que dejó su tasa anual en el -0,2% (frente al -0,6% de abril) según el INE. Sin embargo, encadena ya 11 meses consecutivos en tasa negativa, aunque cada vez se acerca más a terreno positivo dejando atrás el miedo a la deflación. De hecho, la previsión es que se adentre de nuevo en números negros el otoño próximo.

Ajuste "difícil y complejo"

Linde, no obstante, no quiere que se bajen las alertas y dio un claro aviso: «el ajuste macro de una economía muy endeudada en un entorno de muy baja inflación o, aún más, de deflación, se vuelve difícil y complejo». Y España, que ha disparado su endeudamiento un 171% desde la crisis al cierre de marzo los números rojos de las administraciones rozaban ya los 1,05 billones de euros, lo que representa prácticamente el 99% del PIB, cumple varias de esas premisas peligrosas.

La cercanía de una dinámica de deflación puede, asimismo, «estimular el aplazamiento de decisiones de gasto por hogares y empresas», advirtió el gobernador. Por eso, calificó de «muy importante» el papel del BCE. Y es que si bien el coste del dinero (el interés nominal) «está ya en niveles muy bajos», si los precios se mantienen en descenso «los tipos de interés reales tenderán al alza, contribuyendo a reducir el consumo y la inversión».

Ese escenario también resultaría perjudicial para la reducción que todavía se necesita en el endeudamiento de hogares, empresas y, sobre todo, sector público. Por ahora, el BCE ha logrado contener esos «riesgos» con sus compras de activos iniciadas en septiembre de 2014 (banca privada) y ampliadas en enero pasado (sector público), lo que ha permitido «reanclar» las expectativas de inflación eso sí, con la mira puesta en no superar a medio plazo el nivel del 2%, objetivo tradicional de la zona euro y «revertir» el aumento de los intereses reales que paga la deuda.

Claro que la actuación del BCE no debe hacer que los Estados se relajen, advirtió Linde, quien insistió en seguir «implementando reformas» que «favorezcan la moderación salarial» y «contengan las tasas de inflación» pues, aunque «en una fase inicial» pueden «deprimir» el consumo, después mejorarán la competitividad y las exportaciones. No obstante, se unió a las voces de instituciones internacionales que animan a los países del euro «que tienen espacio para ello» a que «implementen políticas que lleven a una expansión de su demanda interna». Pero España, por ahora, no parece estar entre ellos.

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