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Los concesionarios se inquietan por el futuro de las ayudas para comprar coches

Los concesionarios se inquietan por el futuro de las ayudas para comprar coches

Mientras que el PIVE 8 recortaría la subvención a 750 euros, los puntos de venta reciben el dinero del Estado con retrasos de hasta cuatro meses

JOSÉ M. CAMARERO

Martes, 21 de abril 2015, 01:00

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Los planes de ayudas oficiales para la adquisición de vehículos nuevos (PIVE) están generando más de un quebradero de cabeza a los miles de concesionarios que venden coches. Porque no han recibido las subvenciones con las que habían contado al comercializarlos durante los últimos meses. Y tampoco saben qué ocurrirá con la prórroga de los nuevos estímulos por parte del Ministerio de Industria.

El último plan PIVE, que el Gobierno autorizó a mediados de marzo, llegó con retraso porque los puntos de venta ya habían venido aplicando el descuento que les permite el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) aunque no habían recibido esa ayuda del Estado. Ahora, a esa séptima edición apenas le quedan fondos por el auge de las ventas. Pero a día de hoy se siguen vendiendo coches, incluyendo las rebajas de precio proporcionadas por el IDAE, sin saber si habrá una nueva edición del PIVE, la octava. Fuentes del sector apuntan que lo más probable es que con el nuevo plan, las ayudas sean menores: por cada vehículo vendido, se podrían otorgar hasta 750 euros, frente a los 1.000 euros actuales. En la actualidad, los vendedores pueden doblar esa cifra con sus promociones.

Desde Industria se descarta que sea este viernes cuando el Consejo de Ministros apruebe la prórroga del PIVE. Previsiblemente se materializará durante el próximo mes de mayo. Pero tampoco está claro. Toda esta incertidumbre es la que provoca malestar entre las firmas que comercializan los vehículos en España. Aunque reconocen que las ventas están mejorando (entre los meses de enero y marzo se vendieron un 32% más de coches que en el primer trimestre del 2014), la desaparición repentina de estos planes podría provocar caídas de ventas de entre el 30% y el 40%. Por ello, su objetivo es que las ayudas oficiales para la compra de vehículos continúen prorrogándose al menos hasta finales de 2015. Aunque no sean de la misma cuantía de las actuales ni con los requisitos que ahora se exigen. Dan por hecho que los propietarios deberán tener registrados sus automóviles antiguos a su nombre durante un periodo mínimo de tiempo.

A las dudas sobre el futuro se unen los pagos pendientes del pasado. No ha sido hasta esta semana cuando los concesionarios han empezado a recibir las cantidades correspondientes a los planes 6 y 7. La liberación de ese dinero ha sido comunicada por la Administración a la Federación de Asociación de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) que, además, calcula en 4,8 millones de euros los gastos financieros que le han supuesto adelantar esta ayuda.

El retraso en el pago de la parte que les corresponde de los dos últimos incentivos, que se sitúa en el entorno de entre los cuatro y cinco meses, ha puesto en una situación muy delicada a las concesiones, especialmente las que no están integradas en los grandes grupos de distribución. Algunas firmas han tenido problemas para realizar sus pagos, entre ellos los tributos a la Hacienda Pública y las nóminas de las plantilla.

Desde el 25 de noviembre, cuando entró en vigor la ampliación del PIVE 6, los concesionarios han adelantado 142 millones de euros. En el caso del PIVE 7, las reservas de vehículos financiados con este plan habrían alcanzado los 175 millones.

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