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Las petroleras ganan interés tras los últimos movimientos

La caída del precio del crudo favorece las operaciones corporativas en busca de sinergias y, a la vez, mantenimiento de la rentabilidad

CRISTINA VALLEJO

Domingo, 19 de abril 2015, 00:51

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¿Puede la gran operación protagonizada por BG Group y Shell desencadenar una oleada de movimientos corporativos en el sector petrolero? Javier Esteban, analista de Banco Sabadell, señala que cuando el petróleo baja a esas compañías les es difícil ser rentables, pero que no se pueden arriesgar a recortar inversiones porque ponen en peligro el crecimiento futuro. Bien es verdad que en muchos casos, para mantener el dividendo, algunas han optado por reducir inversiones ante la expectativa de que la caída del crudo será sólo coyuntural.

Aunque también es posible que se esté entrando en una nueva fase que consiste en la puesta en marcha de operaciones de fusión en busca de sinergias y, por tanto, del mantenimiento de la rentabilidad. De hecho, fue aprovechando los bajos precios del crudo entre finales de los 90 y principios de este siglo cuando se formaron los grandes conglomerados que hoy conocemos, por ejemplo, de Chevron y Texaco o de Conoco y Phillips. Ahora bien, ¿puede el proceso alcanzar a Repsol? La española ha estado siempre en las quinielas de las empresas que pueden sufrir una opa en el Viejo Continente. Pero Esteban dice que, por estar ella misma en el proceso de compra de la canadiense Talisman, será difícil que otra compañía lance una oferta. «No es un momento para interesarse por ella», comenta. «Si para Repsol es un reto conocer bien Talisman, un tercero tendría que estudiarse a ambas», añade. De la misma opinión es Luis Padrón, analista de Ahorro Corporación. Él tiene claro que, «con Talisman, se reduce la probabilidad de una opa sobre Repsol».

Por sí misma, no obstante, la petrolera española gusta a los analistas. Tanto por la operación, que le permite diversificarse internacionalmente, como por su actividad de refino. Y gracias a las inversiones de los últimos años, comenta Padrón, la compañía ha sido capaz de alcanzar niveles récord en este capítulo.

Empresas en el objetivo

Entonces, ¿qué empresas podrían protagonizar las próximas operaciones? En el mercado se vuelve a especular sobre la posibilidad de un acuerdo entre British Petroleum y Exxon. Pero también se apuntan ciertos nombres que podrían encajar muy bien tanto con una como con la otra como Anadarko, Occidental Petroleum o Tullow. Las tres tienen valores entre los 4.200 y los 59.000 millones de dólares frente a los 353.000 que capitaliza Exxon, por ejemplo. También la portuguesa Galp ha vuelto a aparecer en las quinielas, ante su asequible tamaño de 10.000 millones de dólares.

Para los expertos de Société Générale, como los inversores deberían haber concluido que Shell ha escogido una empresa como BG -su portfolio tiene una altísima calidad por su gas natural licuado, su exposición a Australia y sus activos en Brasil-, la operación debería favorecer, fundamentalmente, a compañías centradas en proyectos de exploración y producción de gran valor. La firma francesa enumera así una serie de compañías que deberían estar en el radar: Lundin y Detnor, por sus activos en Noruega; Genel y DNO, por su exposición al Kurdistan; Tullow y Kosmos, por su presencia en África Occidental; y Africa Oil y Ophir Energy, por su actividad en África Oriental.

Recomendaciones

Pero puede ocurrir cualquier cosa. Antes del anuncio de la fusión de Shell y BG, los expertos de Citi publicaron un informe en el que avisaban de que las compañías más pasivas a la hora de poner en marcha estrategias para hacer frente a la caída del crudo podían ser Chevron, Royal Dutch Shell y Exxon Mobil. Y ha sido la segunda la que ha abierto la veda en la puesta en marcha de operaciones corporativas. En cambio, el banco de inversión estadounidense consideraba que otras compañías, como Total, BP o ConocoPhillips, podrían poner en marcha estrategias para afrontar una dolorosa realidad para el sector: los precios del petróleo continuarán débiles.

Las apuestas concretas en el sector para Citi pasan por compañías con exposición al 'shale gas' (conocido también como gas de esquisto o pizarra) americano, así como a Brasil. «Sólo ConocoPhillips y BG tienen un fuerte crecimiento procedente de estas dos áreas. El resto de grandes compañías están enfocadas en el gas natural licuado de elevado coste o en aguas profundas. Eso sí, el 80% de estas explotaciones no trabajan con el precio del crudo a estos niveles y el 30% no lo hace con el barril a menos de 70 dólares».

Los expertos de Barclays apuestan por las petroleras integradas europeas, es decir, las compañías que prestan servicios al sector así como las refineras americanas. Sus valores favoritos aquí son Repsol, Petrofac y Valero Energy. En general, muchos expertos comentan que ante las caídas sufridas el sector vuelve a resultar interesante, aunque también haya más volatilidad.

Según Padrón, que existan más operaciones corporativas en el sector petrolero dependerá de lo que crean las empresas que va a suceder con el precio del crudo. A su juicio, si piensan que va a continuar en estos niveles o por debajo, habrá más movimientos. Por el contrario, en el supuesto de que esperen un rebote, no habrá cambios de tarifas.

Si finalmente llegan a producirse más adquisiciones o fusiones, Padrón comenta que pueden tomar varias formas. En primer lugar, apunta, se buscarían sinergias en exploración y producción, también bajos precios, además de diversificación de actividades y geográfica. Y apunta que, seguramente, las compañías americanas terminarían comprando europeas, puesto que la depreciación del euro las abarata.

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