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La deuda pública se eleva en 6.000 millones en noviembre y ya supone el 97% del PIB

Se queda a seis décimas del objetivo para 2014 tras alcanzar los 1,023 billones de euros y aumentar un 6,8% respecto al año anterior

D. VALERA

Sábado, 17 de enero 2015, 01:09

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La deuda pública española se incrementó en 6.084 millones en noviembre, lo que eleva el pasivo del conjunto de las administraciones hasta los 1,023 billones de euros. De esta forma la deuda vuelve a crecer después del espejismo de octubre -cuando se tomó un respiró y bajó en 3.267 millones- y alcanza ya el 97% del PIB, muy cerca del 97,6% fijado por el Gobierno como objetivo para todo 2014. Pero no solo ha dejado de reducirse, sino que sube a un ritmo superior al del año pasado. De hecho, el endeudamiento aumentó un 0,6% en tasa mensual y registra un incremento del 6,8% respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos publicados ayer por el Banco de España.

A falta de conocer las cifras de diciembre, 2014 cerrará probablemente con una deuda cercana al 98% si se comporta de forma similar al año anterior. Y es que en el último mes de 2013 el pasivo se incrementó en 8.404 millones. En caso de haberse repetido el pasado diciembre significaría superar el objetivo fijado al crecer la deuda unas ocho décimas. En cualquier caso, la previsión del Gobierno es que la deuda pública supere la barrera psicológica del 100% del PIB a lo largo de este año. Y según los expertos y organismos internacionales como la Comisión Europea o el FMI permanecerá por encima de esa magnitud un par de años, aunque el Gobierno prevé una disminución más rápida.

Los datos del Banco de España también recogen que la mayor parte de la deuda se encuentra en valores a medio y largo plazo, que suponen más de dos tercios del pasivo total. En noviembre estos préstamos alcanzaron los 740.269 millones, lo que representa un aumento del 0,56% respecto a octubre y un incremento del 10,1% frente al noviembre del ejercicio anterior. En la misma línea, la deuda pública mediante valores a corto plazo aumentó en 2.269 millones, al pasar de 74.759 millones en octubre a 77.028 millones en noviembre, lo que representa una subida del 3,03%. Respecto al mismo mes del año anterior, los valores a corto plazo en manos de las administraciones públicas se redujeron un 12,7%. Por su parte, los créditos no comerciales y el resto sumaron 205.756 millones de euros en noviembre, lo que supone una caída del 0,15% respecto al mes anterior, pero un incremento del 4,1% frente a noviembre del ejercicio precedente.

Los datos de ayer no están desagregados, pero según los trimestrales la deuda del Estado creció hasta septiembre el 7% (hasta el 84,6% del PIB), la de las comunidades autónomas aumentó el 16,15% (22% del PIB) y la de los ayuntamientos bajó el 6,7% (3,9% del PIB). Es decir, una vez más son las comunidades -al igual que ocurre con el déficit- las que ven disparado mes a mes su pasivo.

En cualquier caso, desde el inicio de la crisis en 2008 la deuda de España casi se ha triplicado pasando de unos asequibles 436.984 millones (el 40% del PIB) a los actuales 1.023.053 millones de noviembre de este año (el 97%). Una tendencia ascendente que todavía se prolongará y que tiene importantes consecuencias para las finanzas del país. Así, mientras en 2008 la partida en los Presupuestos Generales para el pago de intereses ascendía a 15.265 millones en las cuentas para 2015 esa cantidad se dispara hasta los 35.490 millones (10,2% del gasto total). Una cifra que, en cualquier caso, ya es un 5,2% inferior a la del año anterior gracias a las mejores condiciones de financiación del Tesoro en los mercados.

Revisar los plazos

De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya ha advertido de que el mayor peligro a medio plazo para la economía española no es el déficit público, sino la deuda. Es más, el organismo que dirige José Luis Escrivá ha reiterado en numerosas ocasiones al Ejecutivo la necesidad de revisar los plazos para reducir la deuda pública. Y es que según la Ley de Estabilidad Presupuestaria debería situarse en el 60% de PIB en 2020.

Algo que parece imposible cuando, según las previsiones enviadas por el Gobierno a Bruselas, en 2017 se situaría en el 98,5%. Es decir, sería necesario rebajar 38,5 puntos porcentuales el pasivo en solo tres años. En este sentido, la AIReF considera no solo improbable esta previsión, sino «perjudicial». Por eso defiende que se establezca una senda de reducción «más creíble» para ganar «credibilidad».

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