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Asistentes a la jornada, desarrollada el pasado miércoles en Logroño.
De dólares y euros a través del Atlántico
EMPRESA RIOJANA

De dólares y euros a través del Atlántico

La Rioja abre sus puertas a los inversores latinos, evidenciando los factores económicos estratégicos de esta región

S. MORENO LAYA

Domingo, 21 de septiembre 2014, 00:45

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Los países latinoamericanos de la costa del Pacífico presentan unos datos macroeconómicos que les convierten en la envidia de la región. Colombia, Ecuador, Perú y sobre todo Chile han conseguido un grado de relación comercial por acuerdos supranacionales entre estos que está redundando directamente en la economía de sus países en favor del fortalecimiento de una nueva clase media, y por tanto de una mayor estabilidad en una región que desea en la próxima década dejar de ser considerada en vías de desarrollo para ser calificada por los mercados y por los inversores como territorio desarrollado. En concreto, Chile, en cuatro años, superará los 23.000 dólares per cápita -según las últimas previsiones del Gobierno chileno- lo que le permitirá ser considerado como un país desarrollado, al nivel de los vecinos del norte o de los países europeos.

QUÉ ES IBERAVAL

  • Definición.

  • Iberaval es una Sociedad de Garantía Recíproca que nació con el objetivo de facilitar la financiación a las pymes, primero, de Castilla y León, y con el tiempo ha pasado a operar también en La Rioja y Madrid, aliándose con entidades financieras de estas dos comunidades autónomas. Hasta el momento, Iberaval ha participado en la concesión de más de 600 operaciones con una media de 100.000 euros por cada uno de los proyectos.

  • ¿Qué más ofrece?

  • Iberaval ofrece a las pymes y autónomos un abanico de soluciones flexibles, con las mejores condiciones del mercado, y que se adaptan a sus necesidades y que se dividen en tres tipos de avales. Primero, Financiero. Con producto de Inversión destinado a nuevas inversiones, permite la financiación a medio y largo plazo en condiciones preferentes. El importe máximo es de 600.000 euros con un plazo de devolución de hasta 15 años. Y con producto Circulante

  • ¿Cómo funciona Iberaval?

  • La estructura empresarial española es la propia de un país de pequeñas y medianas empresas. En La Rioja, el 94% de las empresas son pymes, micropymes, emprendedores y autónomos. A este amplio colectivo se dirigen las Sociedades de Garantía Recíproca que, como Iberaval, se colocan como intermediarios entre las empresas y los bancos y cajas, aumentando su capacidad de negociación y fomentando su inversión. Juegan un importante papel en materia de creación de riqueza y generación de empleo por su flexibilidad de adaptación a los cambios producidos por los ciclos económicos, y su gran sensibilidad a los procesos de relanzamiento de la inversión.

  • ¿Cómo se solicita un aval?

  • La pyme interesada acude a la oficina de Iberaval y aporta la documentación que se le solicita, tanto sobre su situación financiera y patrimonial como del proyecto que está desarrollando. Los técnicos de la SGR analizan los riesgos, la viabilidad del proyecto y la capacidad de reembolso. Asesoran además al empresario para buscar la mejor fórmula de negocio. Si la calificación es positiva, pasa a una comisión ejecutiva, formada por empresarios, representantes de entidades financieras colaboradoras e institucionales, que dan el visto bueno a la operación. Las operaciones que se formalizan con el aval de Iberaval tienen un impacto directo en minimizar el riesgo a la entidad financiera que presta el dinero ya que se trata de una garantía líquida y a primer requerimiento. Lógicamente, las SGR no prestan este servicio de manera gratuita, cada operación que realizan tiene un pequeño coste para la empresa, importe que sirve a su vez para respaldar a otros solicitantes. Las empresas tienen que asumir ese coste porque necesitan el aval para poder acceder a una determinada operación.

Europa, mientras tanto, trata de solucionar una crisis que le tiene en cama durante los últimos siete años. La vieja Europa lo parece más que nunca y los nuevos países productores se acercan a ella no se sabe muy bien si para sacarle los últimos cuartos antes del hecho natural o con el objetivo de ayudarle a salir del agujero negro en el que se encuentra.

Sea como fuere, lo cierto es que la crisis ha provocado que la relación de Europa con Latinoamérica haya cambiado considerablemente en los últimos diez años. Es un hecho que se muestra tanto en la balanza comercial como en la propia diplomacia de los mercados, mucho más atentos a la idiosincracia sudamericana en foros donde su presencia parece más determinante que nunca, y no deja de ganar en importancia. Los brazos en Europa están totalmente abiertos a los grandes capitales sudamericanos.

De esta forma se puede entender el XIX Foro Iberoamericano de Sistemas de Garantía y Financiación para las Pymes, que por aquello de celebrarse en España, permitió observar la necesidad de una mayor intensidad comercial más allá del habitual complejo postcolonialista. Así se entiende que Pedro Sanz, presidente del Gobierno de La Rioja, durante la inauguración de este encuentro el pasado miércoles, reconociera la necesidad que tienen «las empresas riojanas a estrechar relaciones comerciales y llevar a cabo proyectos innovadores con América Latina», destacando continuamente las bondades de «una tierra con nombre de vino». El objetivo fue mostrar a La Rioja como «un buen lugar en el que invertir, porque el tamaño nos permite tener una comunicación directa, cercana, fluida. Y aquí no cierra una empresa que sea viable», concluyó Sanz.

En la sala, inversores acostumbrados a hablar en millones de dólares y empresas necesitadas de inversiones para seguir desarrollando sus líneas de negocio más allá de sus fronteras. «La solución de los países pasa por las pymes. En ellas recae la capacidad de generar empleo, y por eso en Iberaval contamos con programas especialmente destinadas a ellas», concretó José Rolando, presidente de Iberaval.

Pero hay un océano de por medio. Existe capacidad para que el crédito fluya de un lado a otro. Las sociedades de garantía recíproca tienen fondos para ayudar en este salto a las empresas que quieren trabajar en dólares y euros. Y, sin embargo, los procedimientos se ven lastrados por las divergencias burocráticas de los diversos países. Buscan cómo resolverlo.

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