Borrar
Rafa Nadal.
Nadal impone talento y coraje ante la potencia de Anderson
tenis | abierto de australia

Nadal impone talento y coraje ante la potencia de Anderson

Gana por 7-5, 6-1 y 6-4 al gigante surafricano y se coloca en los cuartos de final

miguel luengo (efe)

Domingo, 25 de enero 2015, 08:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Rafa Nadal, campeón en 2009, impuso además de su talento una gran dosis de coraje para vencer al gigante surafricano Kevin Anderson (203 centímetros), por 7-5, 6-1 y 6-4, y colocarse en los cuartos de final del Abierto de Australia.

"Es un fantástico resultado, este es mi mejor partido este año", ha dicho Nadal sobre la Rod Laver Arena, donde ha bromeado cuando se le ha recordado como un recogepelotas le imitó colocando con esmero una de sus botellas de agua que habían volado con el viento. "Son cosas estúpidas que haces, rutinas y que no sirven para nada", ha comentado.

"Tuve mucha suerte en ganar el primer set", ha afirmado Rafa. "Kevin es un jugador fantástico una gran persona, nos conocemos, tenemos la misma edad y es un fantástico jugador. Lo importante es que seguimos sonriendo después de 16 años", ha explicado al comentar una foto de ambos cuando eran unos críos.

Sobre su próximo rival, el checo Tomas Berdych, que se deshizo del australiano Bernard Tomic en tres sets, Nadal ha sido cauto. "Es un gran jugador, que ha hecho final en Doha hace una semana. La única manera de ganar es jugar mi mejor tenis como hoy", ha apuntado.

"Kevin Anderson me pondrá en mi sitio", había adelantado en la previa de este encuentro Rafa. Y Nadal ha situado ya su nombre entre los ocho últimos jugadores que optarán por el título el próximo domingo, tras deshacerse de un peligroso rival, prototipo del tenis que impera actualmente, todo fuerza, todo saque. También ha dicho Nadal que ahora el "saque premia" y que se ha olvidado casi por completo la estrategia, y que cada vez "se pega más fuerte y se piensa menos". El partido de la Rod Laver Arena ha sido una clara demostración de ese teorema Nadaliano.

Desde su soberbia atalaya de algo metros, Anderson ha disparado bombas, y no solo con su saque, que ha llegado hasta los 215 kilómetros por hora en varias ocasiones, que ha ganado en blanco cuatro veces en el primer set y con el que ha anotado solo ocho "aces" en total. También ha sabido restar con acierto, casi siempre a los pies de Nadal para dominar el punto a continuación y machacar, casi sin moverse, acto siguiente.

Anderson no mantiene el tipo

Esa ha sido la tónica: Bomba, apisonadora y terremoto. Hasta que ha sido necesario definir. Y Anderson, de también 28 años como Nadal y con solo dos títulos en su carrera, no ha sabido mantener el tipo en ese momento que diferencia a los grandes de los que no lo son tanto. No ha sido capaz el de Johannesburgo de convertir ninguno de los seis puntos de rotura que ha dispuesto en el crucial primer set, especialmente los cinco que ha tenido para anotárselo en el undécimo juego, salvados todos por el español, que ha encontrado por fin su saque recurrente, con un 'ace' a 205 kilómetros por hora como despegue en uno de ellos.

Salvadas las situaciones, Rafa ha contragolpeado a continuación y de no disponer ni una sola de rotura, ha logrado dos puntos de parcial. En el segundo, la habilidad y técnica de Anderson ha quedado en entredicho al hacerse un lío con los brazos y fallar una volea de derecha en la red, y el de Manacor se ha hecho con la manga en 52 minutos. Después, Anderson ha sido reducido a añicos. De aquel jugador dominante y agresivo ha quedado poco y más bien parecía una muñeca de trapo movida con los golpes de Nadal, que ha sumado rotura tras rotura, afianzándose en cada intercambio y dominando a su antojo, gustándose por momentos y aplicando su rodillo, no exento de técnica para doblegar al gigante por segunda vez (Toronto 2010) en dos horas y seis minutos.

Anderson, que podía haberse convertido en el primer surafricano en alcanzar los cuartos de un Grand Slam después del correoso Wayne Ferrerira, que lo logró aquí en 2003, y que había sido capaz de ganar a seis zurdos como Nadal en torneos grandes de forma consecutiva, ha pasado al olvido, arrollado por los 32 golpes ganadores y porque jamás pudo robar el saque del español.

Nadal, de nuevo en cuartos, por octava vez en el Abierto de Australia, se enfrentará contra el checo Tomas Berdych, que derrotó al australiano Bernard Tomic, por 6-2, 7-6 (3) y 6-2 en dos horas y un minuto, con 17 saques directos y sin ceder una sola vez su saque. El español lleva un balance de 18-3 favorable ante Berdych, una racha victoriosa que inició tras perder con él la última vez en Madrid en 2006. Después le ha ganado 18 veces seguidas. El récord en pista dura es de Nadal que domina por 11-3.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios