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Caroline Garcia, Caroline Wozniackik, Elina Svitolina, Simona Halep, Garbiñe Muguruza, Karolina Pliskova, Venus Williams, y Jelena Ostapenko. EFE
Muguruza pone a prueba su maestría

Muguruza pone a prueba su maestría

La hispanovenezolana buscará desde hoy su primer torneo de Maestras encuadrada en el grupo «de la muerte»

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.

Domingo, 22 de octubre 2017, 00:38

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En un año en el que Garbiñe Muguruza ha triunfado en Wimbledon y ha pasado cuatro semanas como número uno, además de la guinda del torneo de Cincinnati, la cita de final de temporada en Singapur no se presenta como la quimera de otros años. La hispanovenezolana encara su tercera participación en el llamado Torneo de Maestras o Finales WTA, tras las semifinales en 2015 y la decepción el año pasado, cuando se fue en el «round robin» (fase de grupos) con dos derrotas y una victoria intrascendente.

Las sensaciones de la cita de este año (22-27 de noviembre) son muy diferentes a las de sus anteriores partidos aquí. En 2015 llegó sin un título importante a sus espaldas y en 2016 con las dudas que la victoria en Roland Garros dejó en su cabeza. Ahora, la actitud de Muguruza en la pista se ha ido asentando, a la vez que su maduración como persona y jugadora se ve reflejada en sus resultados. La Muguruza intermitente e irregular, capaz de lo mejor y de lo peor, es más complicada de ver en una cancha de tenis, por lo que su candidatura al trofeo Billie Jean King es firme.

Pero claro, en un torneo que reúne a las ocho mejores jugadoras del año, no se puede esperar un cuadro fácil, y menos cuando la suerte le da la espalda a la campeona de Wimbledon. Muguruza, que ha sido elegida jugadora del año por la WTA, ha quedado encuadrada en el grupo blanco, donde se enfrentará a Jelena Ostapenko, Karolina Pliskova y Venus Williams. Este grupo, compuesto por jugadoras de corte «pegador», en el que los hachazos prevalecen sobre los peloteos, contrasta con el otro cuarteto, el rojo, que contará con la presencia de la número uno mundial, Simona Halep, Elina Svitolina, Caroline Wozniacki y la última en cerrar su incorporación al torneo, la francesa Caroline Garcia.

En un grupo, diez «Grand Slam» (dos de Muguruza, uno de Ostapenko y siete de Venus), y en el otro, ninguno, con las finales de Halep y Wozniacki como mejores resultados. Por lo tanto, a Muguruza le tocará lidiar con una gran veterana como Venus, una promesa eclosionada como Ostapenko, y la jugadora más regular de los últimos tiempos, Pliskova. La checa, además, es una de las bestias negras de Muguruza, y le aventaja en el «cara a cara» 6 a 2, aunque el último choque, cayó del lado de la caraqueña, en el torneo de Cincinnati. Por su parte, Ostapenko, que sucedió a Muguruza como campeona en París, será la primera rival de la española en tierras asiáticas. La letona llega con el cañón en su mano derecha preparado, con dos semifinales en Wuhan y Pekín, y el título en Seúl. En Wuhan, Ostapenko consiguió su única victoria ante Muguruza, quien domina el cara a cara 2 a 1.

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