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Álvaro Untoria se emplea a fondo en el Mercedes Centro Deportivo y Spa de Logroño
«No soy tan técnico ni juego tanto como otros pero siempre doy todo en la cancha»

«No soy tan técnico ni juego tanto como otros pero siempre doy todo en la cancha»

Álvaro Untoria | Zaguero de Asegarce

Víctor Soto

Jueves, 9 de abril 2015, 08:57

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Las grandes historias tienen, en ocasiones, comienzos accidentales. Hace dos décadas, cuando apenas levantaba unos palmos del suelo, Álvaro Untoria merendaba en el bar de sus padres. Domingo Sacristán les pidió permiso para llevárselo al frontón. El ojo del campeón olímpico en México'68 y del Mundo en 1970 no falló. El najerino, en el que corre la pelota por las venas de abuelos, tíos y hermanos, ha llegado a la final del Campeonato de Parejas. Empezó el torneo en Promoción, ganó méritos para hacer una suplencia y, al final, se ha quedado con el puesto deslumbrando por el golpe, la tenacidad y el compromiso. A tres semanas de la gran cita, Untoria no se quiere dejar arrastrar por el triunfalismo: «La final es un sueño al que llego con los pies en el suelo».

- ¿Cómo vivió el triunfo de Berasaluce y Zubieta en Vitoria, que les daba el pase a la final?

- Muy nervioso. Quise verlo solo, en el sofá y sufrí mucho. Lo pasas muy mal porque no depende de ti lo que suceda. En cuanto terminó, empezaron a llegar llamadas de la familia, los amigos, compañeros... Han pasado varios días y, aunque estoy muy contento, no me lo termino de creer todavía.

- Una final de Primera es una meta para cualquier pelotari...

- Nos dedicamos diariamente a llegar ahí y siempre piensas en ese objetivo, pero es muy complicado. Ahora, la final es un sueño al que llego con los pies en suelo, después de haber trabajado mucho y muy duro.

- El suyo es un caso atípico porque su andadura en el Parejas de Primera empezó hace menos de dos meses, como una simple suplencia de Andoni Aretxabaleta que, además, suponía su debut en la élite. ¿Cómo le llegó la noticia?

- Estaba en el gimnasio, entrenándome, y al salir tenía tres llamadas perdidas de un número desconocido. Luego me llamó una radio preguntándome si era mi debut y no entendía nada hasta que vi mi nombre en la cartelera. Por la tarde por fin la empresa pudo contactar conmigo y Salva Vergara me dijo que contaban conmigo para acompañar a Bengoetxea en Tafalla.

- ¿Se recuerda de una manera especial el debut?

- Sí, además ganamos a Retegui Bi y Rezusta. Estaba nervioso, con ganas de aprovechar la oportunidad. Sabía que era una sustitución y lo quería dar todo para responder a la confianza de mi empresa, pero sabiendo que iba a tener que volver a Segunda con Tainta, donde habíamos empezado muy bien.

- Pero las manos de Aretxabaleta no aguantaron y en semifinales decidió dejarle la responsabilidad de seguir.

- Lo dije en su momento y no me cansaré de repetirlo. Lo que hizo Andoni es digno de alabar. No muchos pelotaris hubiesen actuado igual, con esa humildad. Sólo puedo darle las gracias y desearle que se recupere y toda la suerte del mundo. En mi cabeza sólo estaba ir partido a partido. Cada día era una oportunidad que aprovechar. Y he ido haciéndome hueco, vaciándome siempre, y por eso estoy contento y motivado.

- ¿Le ha ayudado la presencia de Oinatz Bengoetxea?

- Desde el primer minuto. Jamás había jugado con él y nos compenetramos muy bien. Oinatz confía en mí y eso me aporta todo. Él es una figura dentro de la cancha y también fuera. Cada partido lo entrega todo. Yo no soy tan técnico ni juego tanto como otros, pero lo doy todo. Bengoetxea, a pesar de su clase, también es de esos pelotaris.

- ¿Percibe diferencias entre los partidos de Primera y Promoción?

- Sí. Con los que están arriba, cada pelotazo es mucho más exigente. En Promoción hay grandísimos pelotaris que van a dar pronto el salto, pero en la élite existe un plus. En todos los partidos se sufre una barbaridad. El último de semifinales que jugamos ante Ezkurdia y Zabaleta resultó durísimo. Ha sido en el que más cansado he acabado y el que más me costó. Entre los nervios, la tensión, la paliza... En la rueda de prensa me mareaba y, cuando vino mi familia a felicitarme a la cancha, les tuve que pedir que me dejaran entrar al vestuario para sentarme y coger aire.

- ¿Hay que correr mucho para estar al nivel del resto?

- Los pelotaris de la élite son unos fuera de serie y los que entramos de novatos nos tenemos que hacer un hueco entregándonos a tope. Si queremos estar a su nivel, debemos estar siempre al cien por ciento.

- ¿Y los nervios? En su debut reconocía que estaba muy nervioso pero, ¿con el paso de los partidos han remitido un poco?

- Los he sabido sobrellevar, pero se siguen notando. Lo que hago es calentar muy fuerte para romper a sudar lo antes posible. Pero los días previos me encuentro nervioso, percibo esa presión extra. Lo bueno es que Oinatz me tranquilizad bastante. Aunque él es un figura y yo, un novato, me trata como a un igual.

- ¿Qué le dice en los partidos?

- Me recuerda otras situaciones similares que hemos pasado, me dice que hay que darlo todo... En Pamplona, en semifinales, me dijo una cosa muy bonita: «Mira el frontón. Está precioso y debemos disfrutarlo». Eso me animó mucho.

Último partido de semifinales

- Les queda ahora un partido de semifinales en el que no se juegan nada ante Artola y Albisu. ¿Es mejor descansar o quiere jugar?

- Estoy bien, con ganas, motivado y es un encuentro muy bonito. Nunca he jugado contra él y me apetece. Tal vez no haya esa tensión que marca la obligación de ganar, pero es un partido de semifinales y saldremos a darlo todo. Además, nos puede servir mucho de cara a la final. Nuestra obligación es seguir a este ritmo.

- ¿Le obsesiona esa final para la que faltan aún, al menos, tres semanas?

- No, pienso en semifinales. Quiero olvidarme de la final al menos esta semana. Luego habrá quince días y ya hablaré con Joaquín Plaza, con mis compañeros, pediré consejos... Habrá tiempo suficiente.

- Pero, ¿percibe la ilusión en Nájera y en la afición riojana?

- [Ríe] Sí, ya han empezado a llover peticiones de entradas y seguro que irán creciendo. En Nájera están hablando de autobuses y les tengo mucho que agradecer. La afición de Nájera, de Baños y de toda La Rioja se lo merecen todo.

- Este año, su empresa, Asegarce, ha tenido que solicitar 'prestado' a un zaguero, Zubieta. El año que viene no hará falta, ¿verdad?

- Espero seguir a este nivel mucho tiempo para que me tengan presente a la hora de elaborar las carteleras. Vivir en Primera es muy bonito. Aunque en Segunda también se vive mucho y sales a ganar aquí existe un plus. Aspirar a más metas, cambiar de aires y ver que el trabajo da frutos, te ayuda mucho a la hora de motivarte y seguir trabajando más para continuar creciendo.

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