El brillo de lo nuevo luce en Huércanos

Cúbico porque desde fuera es una edificación monolítica. Con los materiales de hoy, muchos de ellos prefabricados, duración y precio. Ese es el delicado equilibrio para que las cosas lleguen a buen puerto y duren.

Azul. Se ha pintado de color azul. Es el primer frontón riojano que se ha decorado de un tono marino. La televisión lo va a agradecer por el magnífico contraste entre pelota y fondo. Líneas amarillas con un gran letrero en la pared lateral blasonado con el escudo coronado por oro y plata de Huércanos en franjas horizontales. Se le aplicó una imprimación verde previa y tras una charla con Gorostiza, el alcalde atendió su observación y se decidió el cambio.

Con memoria. En la antesala a la pista se va a realizar una exposición con fotografías de los paisanos pochanqueros, criados en su mayoría bajo el manto del recordado Interpueblos. Pero que contará con tres fotos a tamaño real de sus tres pelotaris más ilustres: Bernardo Iruzubieta, Santi García Lecea y José Ángel Balanza 'Gorostiza'.

«La edificación es del pueblo. A todos les pertenece», comentó un orgulloso alcalde, que ha seguido al pie del cañón el desarrollo de las obras y que lo mismo explica los pormenores del nuevo edificio, que habla de los materiales que se han empleado para su construcción.

Sillas blancas y otras azules que precisan de una mirada lejana para leer 'Huércanos' se alinean en una bancada de doce filas que permite una visión perfecta de lo que acontece en la cancha al estar todo el vano limpio de pilares. La luminosidad de la instalación es magnífica por el uso de un material traslúcido en el techo, lo que unido al aseo que transmite el azul, todavía se ve más limpio.

La cancha no es de asfalto, el material preferido por los pelotaris y el más usado en los frontones industriales. Se ha utilizado el cemento pulido y una pintura gris oscura que le otorga el brillo que de otra manera le dan los años y las pisadas a los asfálticos. La pelota bota con brío. Tiene tiro por abajo, pero el frontis, dicen, absorbe bastante el contacto con la pelota.

El frontis se ha hecho completamente en hormigón, pero la pared lateral se ha elevado en un sistema de 'sandwich' que une macizo hueco y otra tapa de macizo. El sonido de la pelota en la pared lateral es feo, pero es barato.

Las medidas son las ortodoxas. Se agradece que se haya hecho una lectura perfecta de las normas federativas, pero aún queda colocar la chapa vertical del frontis y la de arriba, que, hoy por hoy, están pintadas. Igualmente falta por tapar, cubrir o cambiar el portón del rebote, abierto al exterior y un verdadero cañón de frío. El sábado se colocarán unas tapas de policarbonato para solucionar este aspecto.

«Para los vecinos»

El frontón se ha construido en la salida de Huércanos en dirección a Uruñuela, a apenas 500 metros del centro urbano. Los que puedan, que eviten ir en coche o sean muy previsores. Queda pendiente la urbanización del entorno.

El césped adorna el contorno de la edificación en cuyo exterior ya están listas las pistas de pádel, de fútbol sala y un frontón descubierto. El futuro traerá más cosas, pero hay que ir despacio.

«Es para uso y disfrute de los vecinos», recalca Varona. El otro (el frontón viejo) ya no es acorde a los tiempos. Está muy deteriorado y es incómodo. Su futuro dependerá de lo que decida la corporación que salga tras las nuevas elecciones. Mi idea sería hacer una zona de recreo dejando un agradable recuerdo en forma de pequeño trinquete para rememorar lo que allí hubo desde principios del siglo XX.

¿Piscinas? Con el tiempo. «Hemos tenido que abordar obras costosas, pero vitales para Huércanos tras las inundaciones del 2004. Eso sí era prioritario. Ahora estaríamos preparados para dar el siguiente paso», declaró. El uso del edificio se concederá a todas aquellas asociaciones vecinales que así lo demanden, pero la creación de una escuela de pelota es prioritaria para el 2015. «Se verán las necesidades y se regularán las horas de uso», agregó para no detenerse en acentuar que «la obra es de todos y todos debemos cuidarla. Llevo muy mal el gamberrismo, el mal uso y el desdén hacia las cosas que se han hecho con el esfuerzo de todos», concluyó el edil.