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Titín corta la pieza antes de que Fermín Lasa, propietario del Egüés, le dé el toque en las brasas.
Titín puso toda la carne en el asador

Titín puso toda la carne en el asador

Los comedores del Restaurante Egüés albergaron la iniciativa conjunta de aspepelota.com y larioja.com

MIGUEL MARTÍNEZ NAFARRATE

Jueves, 2 de octubre 2014, 09:04

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Imaginación y buenos alimentos. La idea surgió de un guiño en plan ¿y qué tal si hacemos...? Y la idea tuvo ayer su final. Una bonita recompensa en la que los diez mensajes más imaginativos enviados por Twitter a la etiqueta '#graciasTitin' podían disfrutar de un almuerzo junto al pelotari de Tricio. Los diez premiados estuvieron fieles en la cita, pero en algunos casos, propiciados por la imposibilidad de acudir por trabajo, los ganadores cedieron el honor a amigos que lo agradecieron tanto o más que el autor o autora de los mensajes.

Buen ambiente, camaradería y un denominador común. Titín y su inminente despedida de la cancha. La presencia de Titín y su carácter más afable fueron los que propiciaron que todo el mundo estuviera como en casa. El anfitrión, Fermín Lasa, propietario del Egüés, se empleó a fondo para que todo el personal quedara satisfecho. Buena materia prima, de probada y contrastada calidad, fantástica compañía y charla animada.

La iniciativa, en la que se aunaron los esfuerzos de aspepelota.com y larioja.com derivó en una fiesta casi intimista que bien podría repetirse en el futuro por la buena acogida.

La pelota. Titín. Titín. La pelota. Todo seguía un orden. Anécdotas de hilar fino como los partidos de Titín jugados en Francia y en el joko berri de San Juan de Luz. De los calores que pasó Titín en agosto metido en un trinquete y cómo lo contaba. «Se me caía la gotilla nada más entrar en la cancha. Horrible».

Los presentes seguían la conversación sin agobios. En una mesa grande se establecieron varias conversaciones. Titín dirigió unas palabras a los concurrentes animándoles a pasar una grata velada. Conozco a... Sé de un amigo que... Te vi en el partido aquel en el que... ¿Te acuerdas de cuando...? Titín, solícito, respondió a todos los asistentes. Quizá la más tranquila era María Ibáñez, sobrina del caracolero, que no perdió la ocasión de estar junto al tío como lo habrá hecho en mil ocasiones. María es la hija de su hermano Agustín, Titín II y buena seguidora. De hecho, desde bien pequeña sabe de qué va la pelota y del coraje con el que su padre ha asumido siempre los partidos de su hermano. De hecho, resultó premiada por el envío de una foto en la que se le ve sonriente al lado de su tío después de ganar a Retegui II en las semifinales del Cuatro y Medio del 97. Aquél 22-9 tuvo daños posteriores en la posterior final ante el mismo rival. En este juego, como en los negocios, rendimientos pasados no son garantía de beneficios futuros.

Sorprendentemente y parece increíble se hablará más de aquella final perdida que de la ganada y con eso va a tener que convivir el caracolero.

Curiosidades e inquietudes de aficionados, tantas veces anónimos y escondidos entre la multitud de un frontón y a los que ayer se les puso rostro y nombre. La oportunidad de la cercanía fue aprovechada por todos para que Titín les firmara los libros regalados por la empresa Aspe, así como las pelotas que ellos trajeron a la cita, camisetas e incluso fotos actuales y algunas con solera. Fue a los postres cuando Titín, rotulador en mano, empezó a firmar todos los objetos que se le pusieron por delante.

Igualmente ayudaron a este periodista a realizar una entrevista al astro de Tricio que será publicada el próximo domingo, día de la despedida del genial delantero.

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