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Víctor y Untoria hablan tras un punto.
Se acabó el sueño de una final riojana
PELOTA

Se acabó el sueño de una final riojana

Jaka y Rezusta superan a Víctor y a un Untoria que se desmoronó en el último tramo del partido

Miguel Martínez Nafarrate

Martes, 22 de abril 2014, 11:05

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Untoria lo justificó por nervios. No había manera. Jaka y Rezusta habían encontrado la brecha y aceleraron la carga sobre el najerino. Del 17-17 al 17-22. Untoria vivió un calvario. Dos saques alternaron tres pelotazos largos de Rezusta y el partido se desmoronó como un juego de los palillos chinos.

Conclusión. Jaka y Rezusta jugarán la final del Campeonato de Parejas de Promoción contra los riojanos Gorka y Merino I mientras Víctor y Untoria se quedaron con la miel en los labios y anularon el sueño de repetir una final regional.

Fue una semifinal entretenida y marcada por la igualdad. Salvo este último pasaje el partido administraba errores y aciertos con equilibrio. Al tirón de una pareja le sucedía el de la otra. Las llamadas desde la silla para ajustar ideas marcaban también los acelerones y frenazos de unos y otros. El cestaño no fue determinante tampoco hasta ese último pasaje de escala en el 17-17.

Rezusta: «Este año no tocaba jugar otra final riojana»

  • Estaba muy contento el zaguero de Vergara Beñat Rezusta quien se permitió bromear «Este año no tocaba jugar otra final riojana. Nos ha costado mucho. No fallábamos, pero tampoco hacíamos daño, pero con una pelota suya, al final, hemos acertado, eso y que Álvaro estaba ya justo. Ahora nos veremos en la final con Gorka y Merino y aunque no es una pareja que rompa, son muy duros. No estaría mal jugar en Pamplona. Terreno neutral», dijo, si bien suena también el Municipal de Vergara. Jaka, por su parte consideró que los fallos del partido fueron producto de «la tensión». «Ha sido duro y peleado, pero creo que Álvaro se ha cansado al final y quizá la clave ha sido que no les hemos dejado irse en el partido», subrayó.

Untoria: «No sé ni cómo explicarlo; me podían los nervios»

  • Untoria no paraba de culparse por su final de partido. «No sé ni cómo explicarlo. Al final me pillaban, no me ponía a la pelota y Rezusta le ha dado mucho y me ha superado. Un desastre. Había empezado muy bien, con ganas, cubriendo... No me lo explico, pero estaba nervioso. Me han podido los nervios», repetía. Víctor trataba de calmarle. «Mira, han sido mejores y no hay más explicaciones. Con la última pelota nuestra han acertado. No tenía sebo y había cogido más bote. Yo al principio no he acertado y he apurado a las chapas tres o cuatro seguidas. Es una pena. Era una final muy bonita para jugarla. Ellos se lo merecen y punto».

Jaka y Rezusta utilizaron una pelota de sus rivales. Una de tiro. Se le había ido ya todo el sebo y el cuero marcaba amplios arcos en sus trayectorias aéreas. Jaka amagaba y Rezusta encontró los mejores pelotazos de la tarde en el último compás. Se animó el zaguero zurdo cuando vio a Untoria pasar miseria en los cuadros largos. En otras ocasiones el de Nájera se hubiera venido arriba. Ayer le fue imposible. Sus gestos eran de rabia y de concentración, animándose para la siguiente. No quería perder la compostura. Se le había acelerado el corazón. En esos momentos del partido los tantos tienen un valor especial y también la responsabilidad.

Víctor trató de ayudar en la medida de lo posible. Se puso al corte en el saque. Cortó todo lo que apareció por su parcela, pero Jaka mandaba la pelota para atrás y amagaba para las entradas diáfanas de su camarada.

El partido había nacido con estrella. Víctor tenía rumba. Volea al choco y arrimada atrás. Dos ataques distintos y eficaces. Untoria fallaba de zurda y Jaka encadenaba dos saques. Se centró Untoria y aceleraron los riojanos a un 6-3. Un saque del ezcarayense y un pelotazo casi al rebote. Nervio y gracia en los golpeos adornaban al delantero riojano. Erró en un saque envenenado al ancho, tanto que fue falta. La buscó. Rezusta es zurdo perdido. La derecha la tiene para atarse los cordones de los zapatos y el riojano le buscó deliberadamente, pero la jugada representó tanto para el rival. Esa falta provocó daños colaterales en forma de tres errores consecutivos de Víctor. Quizá en ese momento no pensó en lo que podría venir y al final del partido echó de menos un pelín más de suerte en sus ajustados disparos.

Amagó con el cuerpo el gancho y paraba en el rincón. Dejó en el choco de zurda y los guipuzcoanos fallaban a continuación. El 10-7 suponía otro acelerón colorado. La réplica no se hizo esperar. Fallaba Víctor de botepronto y anotaba Jaka una dejada. Se quejó Víctor de estorbada. Otro saque y dos aciertos del delantero de Lizarza les colocaban delante 10-12. No había hilo conductor en el partido. Nadie se escapaba. Empates a 13, a 16 y a 17. Nada hacía prever el desenlace relatado. Untoria se había adornado en el 16 con una dejada en el rincón tras amago de pelotazo y su moral estaba por las nubes y con el precioso 17 de Víctor al dejar magistralmente la pelota en la punta. Pero los riojanos habían dejado a la vista una pelota suya que buscó con interés el dúo guipuzcoano cuando vieron a Untoria agobiado. Metieron la cuña en la grieta y pegaron cinco precisos martillazos para destrozar el partido.

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