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Jorge Lorenzo lidera la carrera de Cheste por delante de Ianone, Viñales, Rossi y Márquez. :: javier soriano / AFP
La despedida perfecta  de Lorenzo en Yamaha
GRAN PREMIO DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

La despedida perfecta de Lorenzo en Yamaha

El mallorquín cerró el Mundial de MotoGP con una victoria en Valencia, seguido de Márquez, que le deja el «mejor recuerdo»

BORJA GONZÁLEZ

Lunes, 14 de noviembre 2016, 01:07

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Dominio el viernes, 'pole' el sábado y victoria ayer, en su Gran Premio 250 y en el de la despedida con Yamaha antes de desembarcar en Ducati. «Era muy importante irse con el mejor recuerdo, dejarles el mejor regalo. El fin de semana, más completo imposible», declaró, satisfecho, Jorge Lorenzo tras cerrar este 2016 con un triunfo que echaban de menos en el box azul desde junio, cuando Valentino Rossi ganó en Montmeló. «Mi estrategia era intentar salir bien y tirar al máximo al principio, aunque sabía que aún así Márquez me iba seguir. Mi suerte es que él ha tenido problemas con el embrague y estaba muy retrasado y ahí es donde he podido aumentar la distancia a pilotos que no tenían tanto ritmo como él», explicó el balear.

Lorenzo aprovechó su buena salida, su buen ritmo y los problemas del campeón del mundo para abrir un importante hueco que le permitió gestionar con cierta tranquilidad el final de la prueba, justo cuando más apretó Márquez, que no tuvo fácil desembarazarse de sus compañeros de grupo, Maverick Viñales, Rossi y un peleón Andrea Iannone. «Disfruto mucho cuando estoy en un grupo con Iannone», reconoció el de Honda, que pudo cerrar la temporada con un buen segundo puesto en una carrera marcada por el tapón en el que se quedó metido en el inicio. «Creo que sí», dijo Márquez sobre sus posibilidades de haber peleado por ganar. «Pero bueno, una carrera tiene todos los factores: la salida, las primeras vueltas. Si eres el más rápido al final, pero has cometido errores al principio no hay excusa. Jorge ha sido más rápido. Pero sí que entre la salida y que me ha costado mucho adelantar, he perdido mucho tiempo».

Tras Lorenzo y Márquez cruzó la meta Iannone, que sacó todo el provecho posible a su Ducati mientras que por detrás Dovizioso sufría para mantener un sexto puesto que terminó siendo para Pol Espargaró, enfrascado durante toda la carrera en una bonita pelea con su hermano Aleix. Los dos también en modo despedida -el primero pasará a KTM mientras que el segundo correrá con Aprilia-. Un podio con tres motos diferentes y con la que será la moto de Lorenzo a partir de mañana, en un trazado poco propicio tradicionalmente para la moto italiana.

«Hemos visto que Ducati es una moto más consistente, que puede optar al podio en todas las carreras y es una buena noticia que Andrea haya hecho una gran carrera y un buen ritmo», confesó Lorenzo, que por contrato no podrá hablar de su nueva marca hasta el próximo 1 de enero. Iannone apretó los dientes, pese a no estar aún recuperado físicamente de su lesión de espalda, para buscar cerrar su periplo en Ducati con un podio más, y lo consiguió dejando fuera a Rossi, que como se había intuido en los entrenamientos, tuvo problemas para rodar cómodo en un circuito en el que nunca ha pilotado a gusto.

La de Valencia fue la carrera de las despedidas, la más emotiva la de Lorenzo del que ha sido su equipo en los últimos nueve años. El mallorquín recibió una cerrada ovación al regresar al box, a lo que correspondió dando las gracias uno por uno a todos los miembros de Yamaha, a los mandamases, al personal general, a sus mecánicos, a los de Rossi e incluso al piloto italiano, que recibió con una sonrisa a un compañero de equipo con el que ha mantenido una tensa relación en los últimos meses.

Zarco, con maestría

En Moto2, Johann Zarco llegaba como bicampeón y con la relajación de saber que su misión estaba cumplida. «Ahora me siento preparado para subir de categoría», confesaba nada más terminar la temporada con una nueva victoria, la séptima, que confirma por qué es el campeón pese a que en la segunda mitad de año levantase algunas dudas. Alex Rins, a quien al final Sam Lowes arrebató el cuarto puesto, no pudo cerrar un gris curso con un buen resultado, algo que esperaba como agua de mayo para aterrizar con un buen sabor de boca en MotoGP -mañana se estrenará con Suzuki-.

Por si no estaba lo suficientemente claro, el sudafricano Brad Binder ratificó en Valencia su dominio en la categoría pequeña logrando la séptima victoria del año con una remontada similar a la de aquella de su primer triunfo, el de Jerez -allí ganó saliendo desde el último puesto de la parrilla-. Selló la victoria con sólo 56 milésimas de margen sobre el mallorquín Joan Mir, que con este tercer podio en 2016 se garantizaba el honor de terminar como el mejor debutante en la categoría.

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