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Cal Crutchlow, seguido de su compatriota Scott Redding, ayer durante el Gran Premio de la República Checa.
Brno premia la osadía de Crutchlow
CAMPEONATO DEL MUNDO DE MOTOGP

Brno premia la osadía de Crutchlow

Rossi termina segundo, Márquez tercero y Lorenzo se queda sin puntuar en una carrera caótica

BORJA GONZÁLEZ

Lunes, 22 de agosto 2016, 00:38

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Las previsiones meteorológicas acertaron. La carrera de MotoGP de Brno fue en lluvia, con todo lo que eso iba a suponer de cambio de guión después de lo visto en los entrenamientos del Gran Premio de la República Checa, un guión por el que se le suponía cierto favoritismo a Jorge Lorenzo, y en el que pilotos como Valentino Rossi, Marc Márquez o Andrea Iannone debían de tener un papel protagonista. Todos, de una manera o de otra, tuvieron su presencia en la carrera, aunque por encima de ellos brilló Cal Crutchlow, en una prueba clásica de agua, con cambios continuos de posiciones y de protagonistas, y en el que la estrategia fue fundamental.

Mientras que la mayoría de la parrilla optó por salir a carrera con los compuestos blandos de agua delante y detrás, varios pilotos se decantaron por otras combinaciones que, a la postre, se mostraron más eficaces aunque con matices. El inicio fue para los de los neumáticos blandos, sobre todo para las Ducati: Iannone, que por momentos pareció querer repetir lo de Austria, su compañero Andrea Dovizioso, el británico Redding y Héctor Barberá, que al final sería el que mejor gestionaría su elección, llevando casi hasta el final su sueño de subir por primera vez al podio. Y también con la presencia de Márquez, que sigue demostrando su capacidad para gestionar cualquier situación que se le presente, algo que le está acercando poco a poco a la consecución de su tercer título de la clase reina. Pero con el paso de las vueltas, aquellos que habían elegido compuestos más duros empezaron a notar los beneficios de su decisión.

Crutchlow, como un tiro, empezó a rodar mucho más rápido que el resto, adelantando pilotos como si su moto fuese de una categoría superior. A menor ritmo, Rossi y Lorenzo empezaron a escalar posiciones, mientras que por delante comenzaba el sufrimiento de Redding y llegaba la desesperación de Dovizioso. El italiano se tenía que meter en el box a cambiar de moto después de que un trozo de goma saltase de su neumático delantero. Un defecto no puntual y que afectó a más pilotos: a su compañero de equipo al final de la prueba, lo que terminó relegándole al octavo puesto y, de manera más llamativa, a Lorenzo.

«Ha sido una gran lástima, porque hoy teníamos, acabando la carrera con este ritmo, la tercera posición asegurada. Hubiese pasado a Márquez sin mucha dificultad, ya que los que habían elegido el neumático blando detrás no iban rápido. Y quizás la segunda, aunque no lo tengo muy claro porque Valentino seguía ahí muy rápido y hubiese sido complicado alcanzarle», se aventuró a analizar el mallorquín, que con este resultado perdió la segunda plaza a favor de Rossi. «Sabía que tenía que mantener la calma y pilotar lo mejor posible», explicó satisfecho el italiano. «A mí me gustan las situaciones así. Por un lado te preguntas qué puedes hacer cuando te pasan tantos. Pero por otro lado podía ver a todos y que nadie se escapaba», analizó Rossi.

Aguntar a las últimas vueltas

Por detrás del piloto de Yamaha, Márquez esperó su momento para rebasar a las Ducati, sobre todo la de Barberá, que al final fue quinto rebasado por su compañero de equipo, Baz, en el mejor resultado de la escudería española Avintia Racing. «Estaba toda la carrera buscando las partes húmedas de la pista, sin trazar por lo seco. Así pierdes un poco de tiempo», resumió el de Cervera su estrategia. «Lo hacía porque las Ducati no estaban lejos. Al final, cuando quedaban cuatro vueltas, ya me he metido completamente por lo seco y allí ya sí que daba igual el neumático», explicó el piloto ilerdense.

Todo esto con el inalcanzable Crutchlow por delante, que agradeció a su equipo el haberle arreglado la Honda después de las dos caídas del sábado. «Me arriesgué. No sé si alguien más en la parrilla lo hizo», explicó un piloto que devuelve al motociclismo británico a lo más alto 35 años después.

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