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M. SESÉ
Domingo, 21 de septiembre 2014, 23:46
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Séptima victoria mundialista de Tito Rabat la conseguida en Misano, en una carrera de Moto2 bastante aburrida, tal y como están resultando casi todas las de esta temporada. Y es que el líder del campeonato está haciendo a la perfección su trabajo, que no es otro que el de ganar carreras y hacerlo exponiendo lo mínimo. Su manejo de las estrategias solapa sus habituales malos inicios, pero es su gestión de neumáticos lo que hace de Rabat una figura a la que es muy complicado que se le escape el campeonato. Tito tiene un estilo muy definido, sabe derrapar la moto lo justo y obtiene grandes réditos en el último tercio de las carreras.
Misano tuvo los condicionantes habituales. Mika Kallio salía desde la 'pole' y pronto cogía una ventaja superior al segundo. Las malas noticias para el finlandés llegaron también enseguida, a pesar de que su inicio había sido fulgurante. Ricky Cardús había escalado hasta la tercera plaza, cortando a muchos de sus rivales pero no a Rabat, que retuvo plácidamente la segunda plaza y desde ahí comenzó a coger ritmo.
La estrategia ya estaba clara, y el líder décima a décima se fue acercando al colín de su compañero. Sin prisas pero sin pausa, Rabat pronto tuvo a tiro de piedra a su némesis, y aguardó con el cuchillo entre los dientes. Esta vez no hizo falta ni siquiera una maniobra valiente. Kallio sintió la presión, entró colado en una curva a derechas y dejó hueco más que de sobra para que Tito se pusiera a comandar la carrera y abrir un hueco, esta vez a su favor, para sumar de nuevo 25 puntos y asestarle un durísimo golpe moral a su adversario, el tercero de forma consecutiva y de la misma forma.
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