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Vettel, en los entrenamientos.
Ferrari se desata en el penúltimo día de pretemporada
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Ferrari se desata en el penúltimo día de pretemporada

Vettel marca el récord de la pretemporada en el crono y se da un maratón de 155 vueltas, mientras Mercedes se tapa en otro mal día de McLaren

david sánchez de castro

Jueves, 9 de marzo 2017, 21:09

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Aunque la pretemporada está a punto de acabar y los datos hay que cogerlos con pinzas, porque normalmente ni unos están tan bien ni otros tan mal, Ferrari no puede salir en dirección a Australia con nada que no sea una sonrisa. La penúltima jornada de trabajo en Montmeló sirvió para que Sebastian Vettel se diese una auténtica paliza con 155 vueltas al trazado español, y un mejor tiempo que supone el récord oficioso del trazado, con su actual configuración, de 1:19.024.

Este jueves sirvió para que casi todos los monoplazas ensayasen diferentes configuraciones de set-up de sus coches, pensando en la clasificación y en la carrera. Así, mientras en Red Bull apostaron por tandas largas con neumáticos medios durante casi todo el día, el resto apostó por usar los blandos, superblandos y ultrablandos, siendo estos últimos los que permitieron bajar el récord del circuito que estaba en posesión de Bottas.

Mercedes, al séptimo día, descansó relativamente: 95 vueltas para Bottas y 52 para Hamilton. Este último se quedó a tres décimas del crono de Vettel, pero eso no significa que estén mal. Ni mucho menos. Son muy rápidos si miras sus tandas largas, creo que es el equipo a batir. No importa en la posición que estamos ahora, nosotros continuamos creciendo y tenemos que trabajar muy duro y no distraernos, avisó el tetracampeón, consciente de que empezar bien esta temporada puede ser clave. Las sensaciones de los de rojo son más que positivas, a diferencia de McLaren, que es complicado transmitir peores augurios en esta pretemporada.

Otra avería eléctrica en McLaren

No puede faltar la nota del culebrón McLaren Honda. Este jueves, Stoffel Vandoorne vio cómo sacaban dos banderas rojas por él, aunque no por su culpa. De nuevo, el motor Honda demostró que está a siglos-luz de lo esperado, y en cuanto apretaron un poco, dijo basta. El problema de esta penúltima jornada tuvo el apellido fallo eléctrico, que es una manera muy sutil de decir esto no va como debería, y empezamos a tener serias dudas de que lo podamos arreglar.

Desde McLaren están empeñados en intentar solventar el problema como sea. Para Australia van a llevar una primera evolución de un motor que ya ha dejado claro que no va a estar para pelear no sólo por los puntos, sino siquiera para aguantar una carrera. Las 46 vueltas que dio Vandoorne en comparación con las que dio Vettel no son sino un síntoma de lo que realmente ocurre: McLaren y Honda han regresado a la casilla de salida, hace dos años, y en lugar de evolucionar han conseguido lo que científicamente es imposible para un organismo vivo: involucionar.

El problema va más allá. Por muchas disculpas que pidan los japoneses, los principales perjudicados, además de los responsables de McLaren, son los pilotos. Eric Boullier, el jefe de la escudería, admitía a los micrófonos de Sky Sports que Alonso está perdiendo la paciencia. Textual: el asturiano aguanta porque su competitividad no le permite rendirse, sino ya habría tirado la toalla hace mucho tiempo.

Este viernes será el turno para el propio Alonso y para Carlos Sainz. Los españoles buscarán cerrar los ensayos con las mejores sensaciones posibles, si es que eso se puede hacer, especialmente en el caso del primero. En el paddock de Montmeló ya se hacen apuestas, y no son precisamente halagüeñas para Alonso: hay una porra que está circulando entre las gradas para ver cuántas vueltas da sin averiarse y, cuando lo haga, qué excusa van a dar en McLaren.

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