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Fernando Alonso, durante los entrenamientos en Spa.
Alonso saldrá el último por un problema de cañerías
gp de bélgica

Alonso saldrá el último por un problema de cañerías

Una avería del motor nuevo manda al español al fondo de la parrilla para el resto del fin de semana, como a Lewis Hamilton

david sánchez de castro

Viernes, 26 de agosto 2016, 17:21

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Fernando Alonso recibió una pésima noticia nada más salir a pista este viernes. El piloto asturiano se quedó en el box durante toda la primera sesión de libres, mientras miraba cómo sus mecánicos iban de arriba a abajo por el garaje intentando salvar el motor que acababan de montar unos minutos antes. No se pudo hacer nada: un problema de fontanería (una fuga de agua) en la MGU-H de su McLaren Honda les obligó a desmontar todo el paquete y sustituirlo al completo. Consecuencia: al ser las sextas unidades de cada parte (motor de combustión, MGU-H, MGU-K, turbo, centralita y compresor), acumula un total de 35 puestos de castigo.

La (mala) suerte ha querido que en Spa vayamos a tener casi tanta emoción por atrás como por delante. Lewis Hamilton también ha visto cómo, en este caso de manera doble, le castigaban por montar su sexta y séptima unidad de potencia completamente nuevas, así que veremos a un bicampeón y un tricampeón cerrar la parrilla del domingo, en un circuito donde, además, siempre se puede adelantar si le echas un poco de bemoles. Sólo hay que recordar lo que hizo Max Verstappen por el exterior en la dificilísima zona de Blanchimont a Felipe Nasr en la edición del año pasado. En la actual, el holandés apunta a ser uno de los candidatos, después de haberse llevado el mejor crono de un viernes en el que los Mercedes, los evidentes favoritos para la victoria final, se guardaron los neumáticos superblandos para tener una ligera ventaja del resto del fin de semana.

El hecho de que dos supercampeones como Alonso y Hamilton, que además son ex compañeros y ex enemigos (su relación ahora es mucho más cordial que hace casi una década), coincidan en los últimos puestos de la fila de coches de este domingo puede ser beneficioso para ambos. El propio Alonso bromeaba diciendo que, si podía, echaría una cuerda a Hamilton para remontar juntos. No es habitual tener a dos liebres en una carrera de obstáculos como va a ser el Gran Premio de Bélgica, máxime cuando habrá elementos nuevos (Esteban Ocon tiene muchas ansias de deslumbrar en su primer fin de semana como piloto oficial de Manor) y la constante incógnita que supone el trazado de las Ardenas.

Alonso, de entrada, se ha borrado de este sábado. Consciente de que haga lo que haga nada le va a mandar más allá de la última posición, se toma este sábado como un mero trámite que pasar para pensar en el domingo y los puntos, el único objetivo real y palpable que puede plantearse a día de hoy. Intentaremos tener una FP3 tranquila y una clasificación sin hacer demasiados esfuerzos porque nos merece la pena reservar neumáticos de cara a la carrera. Supongo que lo haremos todo pensando en la carrera y en la crono con dar una vuelta nos vale para entrar dentro del 107%. Vamos a salir últimos igualmente, se resignaba el español.

Malos augurios para Sainz

Si para Alonso va a ser una carrera de esas de a ver qué pasa, para Sainz no apunta a ser mucho mejor. El viernes no ha salido como él esperaba, y de hecho no ha pasado de la 18ª plaza en los libres. Poco agarre, poca potencia, demasiada degradación Uno de los peores viernes para el madrileño, según él mismo confesaba. De lo poco que ha podido sacar rendimiento Sainz ha sido de las pruebas del halo 2, la segunda versión del dispositivo que se va a introducir como pronto en 2018, ya que para 2017 lo han descartado.

Ha sido un viernes complicado. El principal objetivo ha sido intentar compensar la falta de velocidad punta aquí en Spa, pero en este circuito estamos sufriendo, ya que hay muchas subidas muy rápidas. Lo que hemos de hacer es seguir trabajando duro. De momento no parece que vayamos muy bien y, aunque sabíamos que iba a ser duro, esperábamos estar algo más arriba que ahora, admitía muy decepcionado el español nada más acabar la jornada de trabajo.

Por rendimiento puro, una de las grandes dudas está en dónde estarán los Ferrari. Si Sainz mejora y vuelve por sus fueros (cerca de los puntos), no sería extraño que se viera peleando con los coches rojos, ya que no han encontrado el rendimiento en toda la jornada. Vettel, cada vez más desesperado al ver que se le alejan los Red Bull (los Mercedes son inalcanzables), se tuvo que conformar con el cuarto puesto. Peor fue lo de Kimi Räikkönen: séptimo, sin oportunidad de subir más arriba y con sensaciones pésimas de cara a un Gran Premio que adora y en el que ha ganado más veces que en ningún otro.

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