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Vista del circuito de Spa.
La montaña rusa de Spa Francorchamps
GP de Bélgica

La montaña rusa de Spa Francorchamps

La Fórmula 1 regresa tras el parón veraniego en el circuito predilecto de todos los pilotos

David Sánchez de Castro

Jueves, 20 de agosto 2015, 17:55

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El regreso de las vacaciones nunca es fácil, ¿pero si fuera en un parque de atracciones? Algo así sienten los pilotos de Fórmula 1 cuando visitan las Ardenas para competir en el Gran Premio de Bélgica. El circuito de Spa Francorchamps es, probablemente, el trazado más divertido de conducir, una constante montaña rusa con subidas y bajadas míticas que empiezan en La Source, pasan por Pouhon y cruzan la mejor curva del campeonato, la subida al Eau Rouge, que dejó frases para la historia como una de Ayrton Senna: «Mi corazón me dice que pase a fondo, pero mi pie no me deja».

Uno de los pilotos que más disfruta de este circuito es Fernando Alonso. El piloto español siempre ha admitido que el de Spa es su trazado predilecto, aunque nunca ha ganado allí. Tampoco lo hará en este 2015, salvo un milagro digno de ser estudiado en la nave del misterio. McLaren es consciente de que el de Bélgica y el próximo de Italia, en Monza, serán los dos grandes premios donde más sufran esa carencia de potencia de Honda y por eso los aprovecharán para penalizar, modificar lo que tengan que cambiar y afrontar la última parte del campeonato 2015 con más fortaleza. «No será una mejora tan significativa como podríamos pensar, pero sí es bienvenida», se resignó Fernando Alonso, consciente de que aún están muy lejos de los mercedes y que sus opciones pasan por arañar algunos puntos.

La lucha por delante será cosa, como mucho, de cuatro pilotos. Dos de ellos son los de Mercedes. Lewis Hamilton, más relajado tras unas frenéticas vacaciones que hicieron recordar a los más veteranos al juerguista James Hunt, afronta la cita de Spa con muchas ganas de revancha. Llega líder a Bélgica y quiere salir aún más el domingo. Para ello tendrá que superar a un Nico Rosberg que afrontará su paternidad en próximas horas. El alemán bromeaba diciendo que sus horas de mayor tensión durante estas vacaciones fueron las que dedicó a montar la sillita del niño en su coche familiar.

Los otros dos pilotos en liza por la victoria serán los de Ferrari, para quienes será una carrera muy especial. La Scuderia anunció en la previa la renovación de Kimi Räikkönen, con lo que se garantizan la continuidad de un proyecto en clara línea ascendente. Aunque el rendimiento del finlandés ha estado muy en entredicho y los resultados distan mucho de lo deseado, desde los despachos de Maranello han hecho caso a Sebastian Vettel que, por lo bajinis, pidió que no ficharan a un piloto que podía apretarle más las tuercas, como Bottas o Hülkenberg. Para el tetracampeón es mucho más cómodo tener en el otro lado del box a Kimi, al que supera con facilidad en pista y con el que guarda una gran relación personal.

Vettel, además, llega a Spa con el grato recuerdo de la última victoria en Hungría. El piloto alemán se confirmó como la gran alternativa de la temporada al dominio de Mercedes. La Scuderia cumple 900 grandes premios en la Fórmula 1 este fin de semana y si su primer piloto queda por delante de Fernando Alonso se convertirá en el corredor con más puntos de la historia.

Ferrari y Alonso, la ruptura de nunca acabar

Fernando Alonso no se muerde la lengua cada vez que le preguntan acerca de su época en Ferrari. El piloto asturiano y la escudería italiana vivieron un intenso romance, y por eso su divorcio fue tan traumático. Ni unos ni otros ocultan que la relación entre ambos acabó mucho peor de lo deseado y cada vez que hablan, se tiran unas cuantas chinitas. Las últimas han llegado de boca de Alonso. El piloto español recibió a los micrófonos de la CNN y, obviamente, le preguntaron acerca de sus años de rojo. La pregunta fue directa: ¿se arrepiente de no haber dejado Ferrari antes? «Probablemente sí. El coche no era nada competitivo y la situación fue cada vez más triste. Probablemente uno o dos años antes hubiese sido mejor, pero intentamos hacerlo lo mejor posible y luchamos hasta el final de cada carrera. Cinco años en Ferrari para ser segundo todo el rato fue suficiente para mí», destacó el español.

No obstante, para Alonso fue una buena época. El asturiano, mientras miraba con cariño los trofeos que guarda en su museo de Asturias, aseguraba que todo lo que tiene son buenos recuerdos, pese a las decepciones, pero necesitaba salir de ahí. La situación se había vuelto insostenible, la superioridad de Mercedes necesitaba un cambio de guión y se le abrió la puerta de McLaren. No se lo pensó, pese a las dificultades que ha entrañado. «No quería darme por vencido y quería seguir creyendo que era posible, manteniendo el sueño vivo. El año pasado me di cuenta de que con el dominio de Mercedes no era posible que Ferrari ganase a corto plazo y un nuevo proyecto era la mejor idea. McLaren era un proyecto arriesgado porque eran completamente nuevos, pero somos un equipo y ganamos y perdemos juntos», finalizó el español.

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