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DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
Martes, 17 de marzo 2015, 23:51
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El runrún se venía escuchando desde hacía unas cuantas semanas, pero en la madrugada de ayer Roberto Merhi fue confirmado como piloto oficial de la resucitada escudería Manor Marussia F1. No ha sido un camino fácil, pero Merhi, por fin y después de dar muchos tumbos en su carrera deportiva, ha alcanzado la cima de la Fórmula 1. Junto a Carlos Sainz, será uno de los debutantes este viernes en el Gran Premio de Australia, primera cita del Mundial 2015. El número 98, el que llevaba de su época del karting, ha sido el elegido por Merhi para convertirse en el decimocuarto piloto español en competir en una carrera de Fórmula 1.
En el programa 'El partido de las 12' de Cope, el castellonense reveló cómo se enteró de la noticia, después de completar una larga negociación. «Hace dos semanas, Manor F1 Team me llamó al móvil para comentarme la posibilidad de que me subiesen a su coche en alguna carrera. Querían contar conmigo como piloto del equipo, no sabía muy bien la función. Justamente en el vuelo de Dubái a Melbourne me envía mi madre un mensaje diciéndome que iba a correr en F1. Me he emocionado muchísimo», señalaba, notablemente nervioso. Y no le faltan motivos para estarlo. Merhi estuvo a punto de competir con Caterham a finales de la pasada temporada, pero la falta de apoyo económico le cerró las puertas del asiento que, finalmente, fue para Will Stevens, que será su compañero en Manor.
Merhi disputó tres sesiones de entrenamientos libres con el ya extinto equipo verde, pero las sensaciones que dejó fueron realmente positivas. Ahora bien, ni siquiera está asegurado que Manor vaya a completar toda la temporada, o que de completarla sea con Merhi como uno de sus pilotos. El corredor es consciente de ello, y sólo se preocupa por lo que él puede hacer. «De momento voy a ir compitiendo, veremos lo que pasa. La idea es luchar en todas las carreras y veremos lo que pasa al final del día. No está muy clara la situación, es un equipo que no tiene tanto presupuesto como otros, y quizás necesiten un piloto de pago. Y yo no puedo aportar nada porque no tengo patrocinadores. Estoy contento porque hayan apostado por mí sólo por el talento», se enorgullece el español.
Del paro a la fama
El último año y medio de Merhi ha sido frenético. El castellonense era uno de los canteranos de Mercedes, y acabó 2013 con una sensación ciertamente triste: sólo puntuó en tres pruebas del DTM y su futuro estaba en el aire. La marca le dio la espalda, y comenzó 2014 prácticamente en el paro. Su talento estaba ahí, su calidad, sobre todo en agua, había quedado más que comprobada en temporadas previas, pero la ausencia de un patrocinador fuerte o el apoyo de una gran marca le habían dejado a las puertas de hacer algo grande. 'No money, no party'.
Sin embargo, se le abrió la puerta del equipo Zeta Corse de las World Series by Renault. Carlos Sainz partía como el gran favorito, presionado por Red Bull para conseguir un resultado que argumentara su salto a la Fórmula 1, pero para Merhi era mucho más: tenía que demostrar que el tren no se le había pasado. En la primera carrera, un segundo puesto. Pintaba bien. Pero después encadenó seis resultados francamente malos, con dos sextos puestos como máximo éxito. Sainz recibía la noticia de que su asiento se lo quedaba Max Verstappen, justo cuando Merhi empezaba a apuntar hacia arriba.
Ahí le llegó la primera oportunidad por la llamada de Caterham. Brilló en los primeros libres disputados en Monza. Su nombre empezó a sonar con fuerza para competir bajo el agua de Suzuka, su especialidad. Pero todo se quedó en otros libres. El 2014 se acababa y Merhi no tenía muchas expectativas de futuro. Pons le dio la oportunidad de volver a las World Series. Merhi rodó en Jerez y todo apuntaba a un año en esta categoría, de nuevo, pero la llamada de Manor le reabrió la puerta de la Fórmula 1. No iba a dejarlo pasar.
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