McLaren se desquita a lo grande

McLaren arrancó el día con normalidad, lo que ya es noticia per se. Jenson Button salió a pista con el resto de pilotos para hacer una primera vuelta de instalación en la fría, pero tranquila, mañana de Montmeló. Después de las pertinentes comprobaciones, y casi sorprendidos, en la escudería de Woking se dieron cuenta de que todo estaba correctamente y comenzaron, primero con stints cortos y luego algo más largos, a realizar vueltas al trazado barcelonés. Incluso hicieron ensayos de pitstops, algo que no habían podido realizar en condiciones debido a esos problemas que día sí y día también les habían azotado. Button acabó la mañana con 44 vueltas y otras 57 por la tarde, lo que supone el día más completo no sólo para el británico, sino también para McLaren. Ensayos de pits, de carrera, de las nuevas piezas del coche e incluso pudieron apretar el motor Honda al máximo. Tanto en tandas largas (de 13 vueltas) como cortas, las sensaciones fueron muy positivas, pese a que acabó el día provocando una bandera roja cuando restaban 20 minutos tras quedarse tirado entre las curvas 7 y 8. El quinto puesto sabe a gloria.

Rosberg saca el mazo

Quien sigue metiendo miedo es Mercedes. No sólo Rosberg demostró que tanto en stints largos como cortos pueden hacer lo que quieran, sino que aún tienen mucho margen de mejora. Faltaba poco más de una hora cuando Valtteri Bottas había conseguido un 1:23.995 que ya suponía el mejor crono del día, cuando Rosberg, en una vuelta rápida colosal, le endosó más de un segundo para colocarse primero con el tiempo récord de esta pretemporada: 1:22.792. Y lo hizo con neumáticos blandos, ¿qué hubiera pasado con los superblandos, que son más de un segundo más rápidos?

El primer incidente del día lo causó Red Bull. Daniil Kvyat dedicó toda la mañana a realizar test aerodinámicos con una aparatosa parrilla doble de sensores. El ruso ni siquiera marcó crono en la jornada matutina hasta pasadas las 12 del mediodía, ya que sólo hizo stints cortos y paso por el pit lane pese a que llegó a superar las 20 vueltas de instalación. En el equipo austríaco no estaban del todo convencidos de los datos que estaban obteniendo del nuevo alerón delantero que han montado este viernes. Parecía que el motor iba a aguantar, pero un fallo en un sensor hidráulico obligó al equipo austríaco a ordenar a Kvyat parar cuando estaba a final de recta. La consecuente bandera roja no tuvo mayor importancia en la finalización de los test, y de hecho volvieron a rodar con relativa normalidad.

Las novedades de Ferrari sí que les hicieron sonreír un poco más. Sebastian Vettel montó en un Ferrari SF15-T con un alerón completamente nuevo, en el que los flaps delanteros nada tenían que ver con los que llevó Räikkönen el día anterior. El alemán, además de gozar de buenas sensaciones, fue uno de los más trabajadores del día. También Rosberg cambió ligeramente su morro, pero en el equipo campeón tienen tanta ventaja que están en condiciones de rodar como quieran.

No obstante, tanto los cambios aerodinámicos de Ferrari como los de Mercedes en estos días respondieron más a una orden de la FIA que a una necesidad aerodinámica. En el equipo de Maranello y en el de Bradley, la Federación encontró que las cámaras on board del morro estaban montadas en un punto ilegal, y como ya hiciera Toro Rosso el día antes, tuvieron que modificarlo. Y aquí está la polémica: han recolocado las en unos aletines situados por encima del morro y que ya se conocen como orejas de conejo (bunny ears) por el paddock. Dichas piezas les dan ligera ventaja en términos de agarre aerodinámico, por lo que ya ha habido dos equipos que se han quejado y les han solicitado cambiarlo, y ya ensayaron con las nuevas piezas al final del día.

Este viernes ha supuesto también el debut del último (o penúltimo, si es que Manor Marussia llega a tiempo) monoplaza que quedaba por ver: el VJM08 de Force India. Con Nico Hülkenberg al volante, la escudería del magnate Vijay Maylla ha hecho rodar por fin el monoplaza de 2015, que llegó este mismo viernes a Montmeló y fue montado a la carrera para que saliera a pista antes del mediodía. La primera vuelta no fue la soñada: pincharon un neumático y se salió una pieza cuando estaban volviendo a boxes, pero nada preocupante para un coche que acaba de ensamblarse. Sin embargo, pudieron completar la sesión de manera completamente normal.