Borrar
Usain Bolt, en un acto. Efe
Londres: el adiós de una leyenda
Atletismo

Londres: el adiós de una leyenda

Usain Bolt, el mejor velocista de la historia, pondrá fin a su carrera tras el Mundial

Alberto Pozas

Jueves, 3 de agosto 2017, 21:02

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Podrán batirse todos los récords de la tabla, podrán pasearse por la pista más de diez plusmarquistas mundiales y podrá dar positivo hasta el apuntador, pero todo el estadio olímpico de Londres estará pendiente de un nombre: Usain St. Leo Bolt. El hombre más rápido de la historia eligió hace tiempo este campeonato del mundo como punto y final a una carrera en la que ha atesorado ocho oros olímpicos, otros once de campeón mundial y ha dejado el récord de cien metros lisos en unos marcianos 9.58 segundos inalcanzables para cualquiera que no vaya subido en un deportivo de última generación.

El 'rayo' Bolt no llega a Londres en su mejor estado de forma, pero se muestra confiado de poder despedirse imbatido en la alta competición: sólo ha bajado una vez de los diez segundos este año y ocupa un inédito séptimo puesto en el ránking mundial sin hacer grandes alardes de chispa. Además, el estadounidense Christian Coleman ha entrenado duro para poner contra las cuerdas al bólido jamaicano, pero Bolt es Bolt y en la final del sábado escribirá el epílogo del atleta más rápido, carismático y desconcertante de este deporte. Después, para soltar, sus adorados relevos.

En las antípodas del show estará el hombre que siempre se encomienda al cielo: el sudafricano Wayde van Niekerk, que intentará seguir emulando a Michael Johnson y después de batir su récord mundial intentará ganar dos oros en 400 y 200 metros, como hizo el estadounidense en Suecia en 1995. El velocista más polivalente tendrá imponerse a figuras emergentes de este año como Isaak Makwala, que ya le hizo sudar en Mónaco hace unas semanas.

Mo Farah, en casa

Con su eterno 'Mobot' por bandera, el británico Mo Farah juega en casa para intentar su tercer doblete mundial en 5.000 y 10.000 metros, aunque tendrá que vérselas con un ejército de etíopes descarados y el ugandés Cheptegei. Las autoridades también recomiendan no perder de vista a la etíope Almaz Ayana: después de pelear contra numerosas lesiones a lo largo de la temporada, y teniendo enfrente a Tirunesh Dibaba y a Dera, la 'recordwoman' mundial de los diez kilómetros se presenta en Londres sin haber tocado la pista, pero con ese oro de Río de Janeiro grabado a fuego en las retinas de los aficionados al fondo. La campeona olímpica busca repetir el oro que ya consiguió hace catorce años en París, cuando todavía era menor de edad.

Otro de los grandes momentos será la final de triple salto masculino: los estadounidenses Christian Taylor y Will Claye pelearán por ser campeón mundial y quién sabe si, en el caso del primero, acercarse al récord mundial de Sir Jonathan Edwards. No estará, por desgracia, el cubano Pedro Pablo Pichardo para sumarse al selecto club de los 18 metros. Otra de las grandes atracciones de Londres se llama Thomas Röhler. A sus 25 años, el campeón olímpico está empezando a asustar al imbatible récord del mundo de Jan Zelezny.

Muchos duelos e incógnitas previstos para Londres: ¿Podrá la británica Laura Muir plantar cara a toda una Genzebe Dibaba? ¿Será capaz Renaud Lavillenie, aunque parezca mentira a estas alturas de la película, proclamarse campeón mundial de pértiga al aire libre por primera vez? ¿La furia jamaicana de Elaine Thompson o la potencia holandesa de Dafne Schippers para la velocidad? ¿Conseguirá el keniata Asbel Kiprop su cuarto título mundial en los 1.500 metros para ponerse a la altura de El Guerrouj, o volverá a contemplar al estadounidense Centrowitz robarle el oro como en Río?

Con grandes ausencias como la del ochocentista David Rudisha o el velocista canadiense Andre De Grasse y la paupérrima selección de veinte atletas rusos a los que el doping les ha privado de correr con su bandera. Habrá, por tanto, aplausos para el que se retira limpio y en lo más alto, e indiferencia para aquellos a los que el dopaje masivo ha dejado sin competición.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios