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Jon Rahm se lamenta tras un golpe fallido. :: efe
La primera gran decepción de Rahm

La primera gran decepción de Rahm

El golfista vasco deja momentos de mal genio y actitud llamativa al no pasar el corte en el US Open

J.M.C.

Sábado, 24 de junio 2017, 23:41

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. Difícil lidiar con la situación planteada. Es como hacer equilibrio en un rulo que rueda sobre escalones. El paso de Jon Rahm por el US Open ha dejado las puertas abiertas a los comentarios e interpretaciones. Mal juego y temperamento desaforado, peligrosa combinación en manos de la prensa internacional y sus conexiones a través de las redes sociales. El vizcaíno no tuvo dos días soñados, si bien su actuación, repasada con el sosiego de la perspectiva, ni mucho menos fue catastrófica. La penalización por no coger calle en Erin Hills le agobió en la reanudación de los hoyos vía recuperación y llegaba a los greens con la tensión por las nubes. Así, ni él ni nadie. El problema son las formas de encajar los reveses. Con lo traicionera que es la versión virtual de la videoteca, cada vez que cruces la línea estás atrapado y el efecto boomerang acabará por alcanzarte.

Reaccionó mal el jueves y viernes tras varios golpes errados. En un deporte en el que la contención emocional suele quedarse en el ademán de rabia, algún juramento más o menos amplificado y un mal gesto al dejar el palo sobre la bolsa, liarse a golpes con los palos, mandar la bola al monte desde un tee de salida o abandonar un green mientras el resto del partido sigue en él no conduce más que a incomprensión, posible desconcentración y una sobredosis de adrenalina imposible de mitigar mientras el juego no da respiro.

«No. Me ha fallado la herramienta. Incluso el Barça cuando Messi no juega bien tiene problemas. Si el drive me falla en un campo como este no van a ir bien las cosas. Si la llego a poner en calle aunque la hubiese pegado más corto hubiera sido diferente. Es el golf. Se mueve una ceja un día y ya cambia toda la historia», indicaba Rahm.

Con el paso de sus impresiones es obvio que tiene cierta prisa por ganar un grande. «En mi primer año en el tour quería hacer todo el año Top10, 5 y 15 pero no va a pasar. Incluso Tiger falló algún corte en su primer año. No es ningún problema grave, es algo que tiene solución. Tengo la mente a futuro. Incluso Tiger tuvo que jugar casi diez grandes para ganar su primero, Nicklaus jugó siete u ocho, y todavía quedan dos este año. Con siete Top10 que llevo este año no es motivo para quejarse. Simplemente estoy un poco frustrado».

En Erin Hills le mató verse obligado por sus malas salidas a luchar por el par, un botín que a todas luces considera insuficiente. «Ha sido un poco fallo mío porque el The Memorial fue un poco lo mismo, ha sido como una continuación. He intentado ser positivo, el campo me gusta, no tenía ningún pensamiento negativo antes de empezar el torneo. A veces sale y otras no. La decepción, la angustia y la frustración están ahí, pero en uno o dos días se me pasará».

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