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David Cal, en los Juegos de Londres 2012.
David Cal capitula
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David Cal capitula

El deportista español con más medallas olímpicas abandona la competición un año antes de los Juegos de Río

Javier Bragado

Miércoles, 25 de marzo 2015, 11:18

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El deporte español ha perdido a uno de los más grandes. David Cal, el atleta que más medallas olímpicas se ha colgado, ha decidido no volver a apoyar la rodilla en la canoa, sino fuera de ella. Según confirmó el Comité Olímpico Español (COE) -y adelantó Marca un día antes-, el gallego abandona en el período en el que debería estar preparando su clasificación para los Mundiales y la última fase del ciclo olímpico.

El motivo de la renuncia del palista es reservado, pero se apunta a las presiones del deporte de élite y a su cambio de preparación. Hasta ahora, el de Cangas de Morrazo solía entrenar a las órdenes de Suso Morlán en fases de exigencia creciente para afilar su estado de forma hasta los momentos decisivos. El método había resultado más que satisfactorio. Después de acudir a Sídney como reserva ganó cinco medallas en las cinco pruebas que eligió en los siguientes Juegos Olímpicos (cuatro platas y un oro). Después de ser abanderado español en Pekín 2008 y de agrandar su figura en Londres 2012 con su récord ya pensó en abdicar. Sin embargo, su técnico de toda la vida le animó a desplazarse con él a Brasil, donde la inversión del país anfitrión para la cita olímpica de 2016 atraía a los mejores. Cal hizo las maletas y se desplazó a Sudamérica con ánimo y dispuesto a volver a compartir adiestramiento de nuevo con otros canoístas.

Sin embargo, la nueva fórmula concluyó con su capitulación. «Si se hubiera dado otra circunstancia... que estuviera entrenando con su preparador, quizás se hubiera visto de otra manera y hubiera aguantado todo el ciclo. Si no hubiera tenido esas dudas al tener que romper ese tándem... Yo creo que la ruptura ocasiona esta situación», aventura el presidente de la Federación Española de Piragüismo (FEP), Juan José Román. «La duda está en que antes tenía un entrenador que podía dedicarse a él permanentemente y ahora no ha sido así. Pero podía haber tenido un entrenador exclusivamente allí y podía haberse dado esto también. No se puede saber si esto ha sido un beneficio o un error. Se da la circunstancia de que lleva unos Juegos consiguiendo medallas y ahora lo afrontaba con una motivación distinta», contemporiza el máximo responsable del piragüismo español, aunque recuerda: «A través de terceros ha descartado que se pueda reconsiderar o entrenar con otro grupo o otro entrenador».

David Cal sintió que tenía que compartir a su entrenador y que la exigencia de un nuevo ciclo olímpico sería una carga demasiado grande -los inviernos se hacían duros para él y Morlán aseguró públicamente que debía reducir en 20 kilogramos su peso para competir en Río-. Además, las situaciones personales no ayudaron. Primero descartaron las instalaciones de Sao Paulo porque el muchacho de Cangas sufría cada día con los atascos de una megalópolis y se trasladaron a Minas Gerais, donde observó el mimo a Isaquias Queiroz, el hombre destinado a ser un héroe en Brasil. Además, lejos de Galicia supo que su padre debía superar una intervención quirúrgica y finalmente su cabeza cedió por la acumulación de circunstancias. No había marcha atrás.

Homenaje el 13 de abril

«Nos hubiera gustado que hubiera terminado el ciclo aunque todos sabíamos que la situación que se podía dar respecto a su rendimiento iba a ser muy semejante a otros ciclos», reconoce el presidente de la Federación Española de Piragüismo. «Nos ha sorprendido porque aunque los últimos acontecimientos de su periodo preparatorio en Brasil se habían aplazado no veíamos que esto pudiera salir con una renuncia. Ha estado en el control selectivo y allí no se ha comentado nada. No hizo ningún comentario respecto a que no fuera a volver», plantea Román. Sin embargo, hubo algún síntoma con el que algunos anticiparon su renuncia. «No hubo ningún cambio, aunque él sí dudó en cierto momento respecto a su estancia en Brasil al tener una ocupación por parte del equipo brasileño, pero yo traté de decirle que fuera a otro sitio para la estancia suya», descuelga Román.

El COE se ha adelantado para preparar un acto de homenaje el próximo 13 de abril. «Ha sido un estandarte importante dentro del piragüismo y la parte olímpica. Nadie estaba pensando en que llegara un momento así. Estábamos pensando en que fuera rindiendo como anteriormente. Es un duro revés porque no ha habido tiempo de asimilarlo previamente», confiesa Román. Por un lado no se atisba un relevo cercano para el deportista español con más medallas olímpicas. Tampoco en su especialidad, con menor número de practicantes, hay una estrella inmediata. «Es un gran hueco», se comenta en su federación. Aunque la FEP apunta que hay nivel para clasificarse en todas las categorías olímpicas la capitulación de David Cal se sentirá hasta después de Río de Janeiro. Tienen que aprender a remar sin los brazos con más palmarés.

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