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Carmen Martín.
«Para ser una guerrera tienes que darte cuenta de qué camino quieres tomar»
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«Para ser una guerrera tienes que darte cuenta de qué camino quieres tomar»

Medalla de plata en el Europeo

Javier Bragado

Lunes, 22 de diciembre 2014, 20:32

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Después de la frustración de perderse el bronce de los Juegos Olímpicos 2012 por una lesión el pleno torneo y el Mundial de 2013, Carmen Martín ha regresado con doble botín: una plata y el reconocimiento como mejor extremo derecho del campeonato. Sin embargo, la zurda se despidió de la final con rabia y lágrimas por acabar con una derrota el campeonato. Superado el duelo, la visión de la almeriense ha cambiado y ya piensa en que no se detengan los éxitos.

¿Cómo se siente después de la final?

Me siento un poco de mejor de humor. Estaba un pelín enfadadilla con el partido que realicé a nivel personal y a nivel de grupo, pero ahora se ven las cosas de otro color, con mucha ilusión, tenemos una plata y hay que estar felices por ello.

¿Supo amarga la plata?

Completamente. Tengo una compañera y amiga en la selección de Suecia y ella estaba superfeliz y había quedado bronce. Nosotras estábamos con una plata y con un sabor completamente diferente al que ellas tenían y los recuerdos tanto de Brasil [bronce en el Mundial de 2011] como de los Juegos Olímpicos son superbuenos porque terminamos ganando el último partido y ese paso lo das.

¿Por qué esa sensación final? ¿Por vuestra ambición?

Eso es. No lo podemos perder porque sin ambición no se llega a ninguna parte y sin espíritu de equipo y son cosas que tiene este equipo y que no podemos perder.

¿Qué no olvidará nunca de este campeonato?

Pues con ese espíritu de grupo, con lo que bien que nos lo hemos pasado, con lo que nos hemos divertido, con lo que nos hemos dicho a la cara para mejorar las cosas, con lo maduras, con lo comprensivas y receptivas en todo momento para intentar mejorar y progresar. Me quedo con eso porque creo que es lo que nos va a dar éxito.

¿Cómo hay que valorar la plata?

Evidentemente como un éxito más, pero como un éxito que hay continuar. Ahora mismo nos encontramos en un momento muy bueno, con gente muy joven y si las lesiones no nos hacen mucho daño vamos a tener muchas posibilidades de que este grupo haga muy buenos campeonatos. Espero que este ritmo sea duradero.

Con su reincorporación a las guerreras después de quedarse fuera del último torneo por una lesión, ¿ha sido usted quien ha aportado el hambre que necesitaba la selección española?

No creo. Estoy cambiando un poco mis dinámicas de entrenamiento y mi cultura a la hora de tomarme las cosas con un poco más de profesionalidad porque también estoy creciendo como jugadora y doy pasos. No considero que haya sido por las lesiones y tampoco creo que me haya perdido todo porque parece que he perdido todo y llevo desde 2007 en la selección y hemos conseguido cosas muy bonitas y muy buenas. No sólo se juegan campeonatos sino clasificaciones y partidos muy importantes y determinantes. Hay que seguir esta línea.

En los últimos seis años la selección española se ha colgado cuatro medallas. Antes, no hubo ningún podio. ¿Qué tienen ustedes de diferente?

Como no estaba antes no te lo puedo decir. Las referencias que tengo de las jugadoras que había antes son superbuenas. Yo me veo ahora y veo a las de antes y las veo mucho más potentes de lo que yo soy ahora mismo. Es como me siento, así que no sé valorarlo ni dar una razón porque yo era muy joven cuando esta gente estaba destacando muchísimo y tenía un nivelazo.

Usted es una trotamundos del balonmano, ¿cree que es mejor opción marcharse a jugar fuera o quedarse en España?

En su día pensé que era mejor haberme quedado pero claro, ahora mismo me doy cuenta de que para nada. He aprendido muchísimo, me encantan las experiencias que estoy viviendo en el extranjero, me aportan mogollón como persona y a nivel cultural estoy aprendiendo muchísimo. A nivel de otros balonmanos también estoy aprendiendo y eso es muy importante porque nosotras tenemos un estilo muy caracterizado de juego, otras selecciones también lo tienen y al final jugar con chicas de distintas selecciones en tu mismo equipo te aporta muchísima riqueza balonmanística. Yo estoy muy contenta. A día de hoy o a día de mañana, si puedo transmitir mi experiencia a mis compañeras yo voy a estar encantada porque al final es aprender y aprender no ocupa lugar.

Con su experiencia en el extranjero, ¿ha podido aportar algo usted como ojeadora?

Sí, en general con todos los equipos porque ya llevamos muchos años jugando. A la mínima que tienes oportunidad con la jugadora que está en frente de la otra jugadora que tú conoces se lo comentas y se lo dices: 'ten cuidado con esta y con esto porque aquí hace esto, aquí hace lo otro'. Al final son pequeños detalles que te llevan a la final.

La parte negativa han sido las segundas partes en que han perdido sus ventajas. ¿A qué cree que se debe? ¿Salieron demasiado fuerte al principio y no lograron mantener el ritmo?

No lo sé. Hay días que igual hemos salido un poco relajadas como nos pasó el día de Rumanía pero sin embargo los dos días de Noruega han sido más por cansancio físico que por otra cosa. Noruega es un potencia, físicamente es impresionante, tienen un nivel muy alto físico y de juego que muy pocos equipos de este campeonato de Europa son capaces de soportar. Considero que ha sido el nivel físico el que nos ha fallado en determinados momentos en los que tienes que tener la cabeza fresca y si no la tienes para no fallar ese lanzamiento, para no perder ese balón, para que no te entre esa defensa, estar un paso más arriba en lugar de un paso más atrás.... Esa es mi conclusión porque a nivel de balonmano hemos demostrado que tenemos muchas opciones de poder batir a cualquiera.

Usted ha entrado en la alineación ideal como mejor extremo derecha, ¿es una satisfacción después de tanto sacrificio?

Yo estoy muy contenta, pero lo he dicho y lo diré: al final yo estoy ahí metida porque yo meto muchos goles pero los meto porque mis compañeras me dan los balones. Si ellas no me los diesen o no me aportasen su confianza para lanzar los penaltis, tanto ellas como Jorge [Dueñas] y el cuerpo técnico en general, yo no tendría las posibilidades de estar ahí porque el extremo es así: finalizador. Si te llega el balón tienes suerte, si no te llega el balón nunca se va a saber si vas a ser capaz de meterla o no... pero también te digo, hay que meterla, que parece muy fácil y de fácil no tiene nada. Es decir, que estoy muy contenta pero tengo claro que es de ellas y mío a la vez, pero mucho por ellas.

Jorge Dueñas pidió en los momentos decisivos juntar a las centrales y abrir a los extremos para que le llegara el balón a usted. ¿Esa confianza supuso más presión o una ayuda?

No considero que sea así, lo que pasa es que tenemos una primera línea que es muy fuerte y el espacio está hacia el exterior. No es porque confíe en nosotras o no, porque que confía en todas. Si tiene que jugar una en un momento determinado todo el mundo trabajaría para que esa jugadora estuviese en segunda línea y lanzase. Es distinto.

Por último, ¿qué hay que hacer para ser una guerrera?

Hay que tener mucha ilusión, poner mucho esfuerzo, dejar un poquillo las cosas de lado y darte cuenta de qué camino quieres tomar. Guste más o guste menos la verdad es así de cruel y hay que hacerlo.

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