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Un chupinazo en pleno diciembre
HOLI RUN

Un chupinazo en pleno diciembre

La prueba atlética se quedó en mera anécdota de una jornada festiva que ni la pertinaz lluvia pudo deslucir

LA RIOJA

Domingo, 21 de diciembre 2014, 23:11

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Era una carrera, sobre el papel. Pero no competitiva, sino divertida. La prueba atlética era ayer una excusa para reunirse con los amigos, recorrer cinco kilómetros y embadurnarse de polvo de colores hasta quedar convertido en un arcoíris o, más bien, un 'ecce homo'.

Unas 5.000 personas se reunieron en el entorno del Palacio de los Deportes para celebrar una 'holi run', una innovadora prueba que combina difusas raíces hindúes con el deporte y la diversión. Visitantes del Vitoria, Zaragoza, San Sebastián, Burgos... y muchos riojanos. «Hasta el pequeño Nicolás está aquí», gritaba entre risas la animadora de la prueba antes del pistoletazo inicial.

Aunque el día no acompañaba, con una pertinaz lluvia y el cielo muy encapotado, los inscritos tenían muchas ganas de sumarse a esta cita que ya se ha celebrado con enorme éxito en otros lugares como Madrid o Valencia. Música a todo volumen, variados disfraces (desde tutús hasta motivos navideños pasando por gafas y complementos más o menos horteras) y muchas ganas de diversión. «Esto es como el chupinazo de antes, pero en diciembre», resumía David, un treintañero en territorio claramente juvenil.

Porque ayer, salvo contadas excepciones, eran los menores de la casa, los jóvenes y adolescentes, los que estaban dispuestos a pringarse de polvo de almidón tintado. Primero, en la salida, con un baño inicial. Y luego, en otros cuatro puntos de 'explosión colorista'. «Con lluvia es mejor porque os va a durar más el color», aseguraba la 'speaker'.

Horas después, su vaticinio no fallaba. Los que horas antes habían subido por República Argentina o la calle Chile de un blanco impoluto volvían a casa ansiando entrar en la ducha y con más pintura que un lienzo de Pollock. La iniciativa caló tanto que muchos no dudan en repetir el próximo año. «Aunque sería mejor que la organizasen en mayo o junio, que seguro que hace mejor tiempo», vaticinaba la joven Raquel, hasta arriba de colorante morado.

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