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Daniella da Silva, en primer término, levanta el trofeo de la Supercopa conquistado ayer en Lobete frente al Menorca, con todas sus compañeras detrás.
El Naturhouse se estrena con la Supercopa

El Naturhouse se estrena con la Supercopa

El Menorca no fue rival para las logroñesas y el equipo conquista su primer título

DIEGO MARÍN A.

Domingo, 19 de octubre 2014, 23:26

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Sencillamente, el Naturhouse Logroño no tiene rival. Ayer estrenó el palmarés en su nueva sede revalidando la Supercopa lograda antes como Murillo ante el Avarca de Menorca por un clarísimo 3-0. Y así fue, no hay engaño, las baleares no tuvieron ninguna opción y las riojanas machacaron el juego rival con un saque durísimo que desarmó a las baleares, inhabilitó su ataque y le dejó indefenso. Fue presa fácil.

En el primer set el entrenador del Menorca gastó sus dos tiempos muertos con el 11-2, un marcador suficientemente apabullante. Cambió una central pero no le sirvió de mucho porque en el segundo parcial perdía por 16-5. Las centrales del Naturhouse cerraron la red con candado, Portero y Helia remataban por las alas y, sobre todo, destacó la distribución de balones de Meleán. El equipo de Manuel Berenguel ofreció un juego casi perfecto, sin fisuras. Y tan cómodo fue que con el 23-11 ya hizo cambios: entraron Noelia y Miriam. Pejkovic y Gritzbach superaban el bloqueo menorquín al contraataque y cerraron en el primer set con un contundente 25-13 que se repetiría en el segundo juego. Todo sobre ruedas.

Pejkovic fue entonces protagonista, sobre todo durante el primer parcial, cerrando el ataque del Menorca y matando las bolas que le servía en bandeja Meleán. Con el 12-5 el técnico menorquín volvió a gastar sus dos tiempos muertos, pero tampoco consiguió que sus jugadoras plantasen cara a las logroñesas. Meleán se sumó al bloqueo y anotó con un saque directo que otorgó el 24-13. Lo hizo todo y todo bien, dirigió la orquesta como nunca. El último tanto fue una pipe convertida por Portero. Obra maestra.

Hasta entonces, el juego del Naturhouse Logroño era una exhibición y el Menorca un 'sparring'. El 2-0 quizá relajó a las locales, que saboreaban ya el título. En el tercer y último set costó abrir brecha en el marcador. Incluso las menorquinas lograron ponerse por delante con un efímero 2-3, fruto del servicio de Pérez. Un remate de Espadalé rompió el equilibrio e hizo el 13-7. Gómez y Brun comenzaron a ver huecos en la defensa local con sus remates, pero no sirvió de mucho. Portero protagonizó la recta final del partido con bloqueos y remates que condujeron al 25-18 final.

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