«El pádel está creciendo mucho y la competencia resulta cada vez más dura»

Desde fuera da la sensación de que el pádel está creciendo muchísimo durante los últimos años, ¿comparte esa percepción?

Es algo impresionante. Es una realidad que se está dando en España pero también en otros países que están conociendo este deporte ahora. En los últimos años, el crecimiento ha sido continuo y en este último se ha multiplicado. En España es un escándalo la cantidad de jugadores y de torneos que existen y en el resto del mundo todavía queda camino, pero se va avanzando. Ojalá que se pueda consolidar fuera.

¿A qué cree que se debe esa tendencia?

El pádel es un deporte muy divertido y muy fácil para empezar a jugarlo. Con poca técnica y poco físico te diviertes muy rápido. Esa fórmula captó a mucha gente que no encontraba hueco en otro deporte.

¿Piensa que es un deporte en el que también se pueden iniciar los niños y crear de esta manera una base sólida?

Pienso que sí. Pero no sólo el pádel. Yo no concibo la vida sin practicar algún deporte. Creo que es algo básico. Si los niños optan por este deporte, opino que harán una buena elección porque es realmente saludable y no tiene muchos peligros porque con el suelo en el que jugamos aquí en España, el riesgo de lesiones resulta cada vez menor. Animo a los niños, por lo tanto, a que le den una oportunidad al pádel porque estoy seguro de que les va a gustar.

Esa creciente afición provocará también más competencia.

Por supuesto. El circuito ha crecido mucho en los últimos años y la competencia es mucho más dura. Sin embargo, yo pienso que eso es algo de agradecer porque prefiero un deporte en el que haya muchos rivales que otro en el que seas el número uno porque los oponentes no sean buenos. Ojalá que el crecimiento continúe.

Cuando empezó a jugar el pádel no está tan de moda, ¿cómo se encontró con ese deporte?

Yo entrenaba al tenis, conocí el pádel, me gustó, pero seguí jugando al tenis más en serio. Sin embargo, con el paso de los años me empezó a convencer.

Y fíjese hasta dónde ha llegado.

Nunca en mi vida me hubiera imaginado llegar tan lejos en el ámbito personal dentro del pádel ni que este deporte alcanzase la dimensión que tiene ahora mismo. Cuando llegué a España, en el año 1997, el pádel era un deporte muy pequeño, muy minoritario. Por suerte, con el paso del tiempo, se han dado las dos circunstancias. Por un lado, yo he jugado y he ganado y, por el otro, cada vez hay más afición.

El hecho de estar situado desde hace años en la élite del pádel, ¿resulta una gran responsabilidad?

Tiene su lado bueno y su lado malo. El bueno es que, si te va bien, eso significa que estás haciendo bien tu trabajo, con la satisfacción que eso supone. La parte negativa reside en que siempre tienes una exigencia máxima, debes ir a ganar todos los torneos y eso conlleva un desgaste importante y una presión añadida. Pero bueno, ya llevo muchos años jugando y vamos controlando esos aspectos mucho mejor.

Usted proviene de Argentina, cunas del pádel, ¿hay mucha diferencia de nivel entre su país y el resto del mundo.

España y Argentina ya están prácticamente igualados, pero lo que ocurre es que en estos momentos gran parte del circuito se disputa en España y, por ese motivo, la mayoría de los jugadores estamos aquí.

Entre las jugadoras españolas que destacan en el circuito hay una riojana, Eli Amatriain. ¿Qué opinión tiene de ella?

Me encanta. Es muy buena gente y, además, es una grandísima jugadora de pádel. Siempre está entre los primeros puestos del ránking y hace una gran pareja con su compañera Patty Llaguno. Tiene un gran mérito y le deseo toda la suerte para que siga como hasta ahora.

En lo que respecta a usted, en el 2015 se rompe esa mítica pareja que forma con Fernando Belasteguín. ¿Cómo afronta ese cambio?

Creo que es necesario renovarse en todo. 'Bela' ha decidido cambiar el año que viene y yo lo respeto. Después de trece años me parece comprensible que busque nuevas motivaciones. Yo voy a jugar con Mieres y estoy muy contento porque es un gran compañero, con una gran experiencia. Ahora tocará entrenar duro para tratar de alcanzar las cotas más altas y ya veremos lo que sucede.

¿Qué retos se marca para el futuro?

Terminar mi carrera como jugador lo mejor posible y después Dios dirá. No sé si seguiré en el mundo del pádel o no, pero lo único que espero es que lo que haga me motive tanto como la práctica de este deporte.