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Belmonte, con su oro en 1.500. .
Mireia Belmonte se corona como la mejor fondista de Europa
natación

Mireia Belmonte se corona como la mejor fondista de Europa

La badalonesa se impone en los 1.500 m. estilo libre, mientras que Costa y Peris acaban cuartas en 200 libres y 50 espalda, respectivamente

Cristian Reino

Sábado, 23 de agosto 2014, 16:30

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Después de ser plata en 400 m. estilos y en 800 m. libres, tras buscar el oro con ahínco, Mireia Belmonte, defensora del título, logró subir a lo más alto del cajón en el 1.500 m., en la que con el tiempo puede convertirse en su prueba favorita. La badalonesa domina el estilo libre como nadie, tiene más fondo que ninguna y las pruebas tácticas le van como anillo al dedo. Ante las ausencias de Jazmin Carlin, vencedora en 800, y de la danesa Lotte Friis, que posee el récord de Europa, la catalana partía como favorita y como gran competidora que es, no falló. Este sábado se colgó su cuarta medalla de los campeonatos europeos de Berlín, la primera de oro y el tercer título continental en piscina larga de su carrera.

Los calificativos empiezan a acabarse con la pupila de Frédéric Vergnoux, que aún le quedan unas cuantas balas en la recámara para completar unos europeos de ensueño: 200 mariposa y 400 libres, en una jornada final la de este domingo que puede ser histórica, teniendo en cuenta que Belmonte siempre va de menos a más en los campeonatos y que no da muestras de fatiga, viendo cómo acabó la semifinal de 200 mariposa una hora después del atracó de metros en el 1.500. Acostumbrada a los esfuerzos extremos y a meterse auténticas palizas con tres o cuatro carreras diarias durante los grandes premios, una vez más ha quedado demostrado que su entrenador ha dado en el clavo con la preparación, cuya etapa determinante se ha desarrollado una vez más en Sierra Nevada.

Vergnoux acertó también al 100% en el planteamiento de la final de 1.500. Mireia salía en la calle 4, la de los buenos y como tal, podía controlar la carrera, a diestro y siniestro. La natación no funciona como el atletismo, porque tiene otros códigos y la forma de correr es distinta, ya que no se hace en grupo, sino en línea, pero viendo como salió en la calle 1 la gallega María Vilas, debutante en una final europea de 1.500, podría pensarse que aceptó las órdenes de equipo y lanzó la prueba, como hacen las liebres de los etíopes o los kenianos en el atletismo. Por supuesto que en la natación eso no funciona, pero a Mireia le vino perfecto el ritmo que impuso en el 400 inicial la joven nadadora española. Vilas y la italiana Caramignoli marcaban la pauta y Belmonte, agazapada entre la tercera y la cuarta posición controlaba la carrera sin caer en la trampa.

La consigna era tener sangre fría, no cebarse y esperar al tercer 500 para asestar el golpe definitivo. Por ello, el mano a mano inicial de Vilas y Caramignoli hasta el 500, le iba a de perlas a Mireia. Vigilaba que no se le escaparan, mientras preparaba el terreno para encabezar la final a un ritmo de 1:04 o 1:05 en cada 'cien'. Entre el '500' y el '600' dio caza a la gallega y poco a poco fue a por la italiana. En su persecución a la transalpina, llevaba a su rueda a la húngara Kapas, tercera en el 800, que desde atrás amenazaba a la badalonesa. Entre el 600 y el 900, Mireia se fue a por la italiana y a partir de ahí impuso un frenético 1:03 en cada cien, con dos hachazos, en el 1.100 y en el 1.200 que le dejaron sola y con el camino libre hacia su segundo oro en unos europeos en 1.500, prueba en la que Belmonte ostenta el récord mundial en piscina corta. Mireia rebajó su propia mejor marca nacional en casi un segundo, con 15:57.29. La húngara Kapas fue segunda y la italiana Caramignoli, tercera. María Vilas pagó la inexperiencia y acabó séptima, pero su actuación y su descaro con solo 18 años son muy esperanzadores.

Quienes se quedaron con la miel en los labios fueron Melanie Costa y Merche Peris. La mallorquina tenía una papeleta muy complicada en los 200 libres, que se presentaban como un mano a mano de altura entre la magiar Hosszu y la italiana Pellegrini. Final de mucha calidad para la española que fue bronce en los mundiales de Barcelona, aunque en 400, su mejor prueba. En 200 le cuesta más estar en la cabeza de carrera, por falta de velocidad y, aunque nada en negativo, si se queda muy atrás la remontada es complicada. En la final estuvo cerca, ya que en el 100 pasó séptima, a solo medio segundo, pero tras un gran segundo hectómetro se quedó a una décima de la neerlandesa Heemskerk, que le arrebató el bronce porque dio la brazada final de manera más certera. Pellegrini fue oro y Hosszu, plata. Melanie tiene este domingo su prueba, los 400, donde se medirá en un duelo fratricida a Mireia Belmonte. Puede haber doblete, igual que en el 200 mariposa, con Mireia y Judit Ignacio.

La otra que se quedó a un suspiro de subir al podio fue Merche Peris, que partía con la mejor marca en las semifinales. Pero el 50 espalda es una lotería y en la llegada, en el impulso final, se puede ganar o perder una carrera. Es lo que le ocurrió a la valenciana, que tocó a menos de dos décimas de la ganadora, la inglesa Halsall.

La penúltima jornada se completó con una gran actuación del relevo masculino de 4x200, que fue séptimo, con nuevo récord de España. La prueba la ganó Alemania, tras una gran posta final del plusmarquista mundial Biedermann, que se comió a los rusos, ante el delirio del público local.

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