Mireia Belmonte, plata en 400 estilos

Sin embargo, igual que en los Mundiales de Barcelona hace doce meses, la badalonesa tuvo que hincar la rodilla ante Katinka Hosszu, la actual dominadora de la especialidad y fiel heredera de la gran escuela húngara, la de mayor tradición de Europa. Mireia fue plata en los Europeos de Berlín tras la magiar, poseedora del récord europeo y que si no mejoró su plusmarca continental fue porque pagó el esfuerzo en los metros finales, en unos 400 estilos que pasan por ser una de las pruebas más exigentes del programa natatorio. Belmonte no falló, volvió a brillar con luz propia y sigue con paso firme en su objetivo estratosférico, por qué no, de subir al cajón en casi todos sus intentos: en los 400, 800 y 1.500 libres, en los 200 y 400 estilos, en 200 mariposa, además del aperitivo, ya logrado, de los 5.000.

Como siempre que se enfrenta a Hosszu, la clave de la prueba para Mireia estaba en el primer 200. Se sabía que la húngara, especialista en espalda y algo menos en mariposa, iba a salir como un tiro para evitar un mano a mano con Mireia, que acostumbra a acabar muy fuerte y que nada de menos a más, como gran fondista que es. Por ello, la baza de la nadadora catalana del UCAM pasaba por pegarse a la magiar y en la braza y en el crol asestar el golpe definitivo al oro. Esa era la teoría, pero lo difícil es aplicar en el agua lo que se plantea en la pizarra y Mireia no pudo coger la rueda de Hosszu. En la mariposa, la húngara, doble campeona mundial en 400 estilos (Roma 2009 y Barcelona 2013) salió muy fuerte, sobre todo en el primer cincuenta. Belmonte apretó en el segundo largo, se acercó y dio la impresión de que podía coger su rebufo. Pero nada más lejos de la realidad. Como se esperaba, la espalda dictó la sentencia. Katinka Hosszu le metió más de tres segundos en el segundo estilo y a partir de ahí se dedicó a administrar la renta.

La braza, la tercera posta de la prueba combinada, no le sirvió a Mireia para reducir distancias, porque la húngara se deslizaba a ritmo de récord europeo. A falta de dos largos, Belmonte cedía casi cuatro segundos y miraba de reojo a la británica Willmott, que amenazaba su segunda plaza. En el crol, donde Mireia lo da todo y suele conseguir voltear las carreras, redujo distancias, en parte por el ligero pinchazo de Hosszu, que no pudo mantener un ritmo endiablado que le llevaba al oro y a la plusmarca continental. Estuvo cerca y la primera plaza fue incontestable, igual que la plata de Mireia, un gran resultado a dos segundos de la vencedora. En la misma final, la gallega María Vilas, subcampeona de Europa junior, fue octava. Con solo 18 años, la experiencia le servirá de cara al futuro.

Da Rocha apunta alto

La primera jornada de los europeos de natación de Berlín dejaron un buen sabor en la delegación española. Al éxito, previsto, de Mireia, el equipo nacional añadió un gran resultado de Duane da Rocha, que se clasificó para la final de 200 espalda con el mejor tiempo de las semifinalistas. La hispanobrasileña apunta alto, en una disciplina donde atesora dos bronces europeos. Hizo récord de España y borró de las listas a Nina Zivaneskaia, plusmarquista nacional desde 2000. En la misma final también estará Melani Costa, que hizo la sexta marca.

Quien también se metió para disputar una final fue el espaldista Juan Miguel Rando, que disputará la del hectómetro, con el octavo registro. Rando intervino asimismo en el relevo 4x100 libres, donde el combinado nacional hizo récord de España por la mañana en las eliminatorias, mientras que por la tarde, en la final, fue descalificado, tras haber hecho la sexta mejor marca. Fue la decepción de la jornada. La prueba la ganó Francia, que a pesar de dejar a Agnell en el banco, superó a Rusia, que ni con un gran Morozov pudo colgarse el oro. Rafa Muñoz, por su parte, disputará la final de 50 mariposa, con la quinta mejor marca.