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El jugador serrano Fede presiona la salida de balón del visitante Sendoa. ::
Con la miel en los labios

Con la miel en los labios

Un golazo de Adibe impide el triunfo sobre el Conquense de un Anguiano que mereció más

Sergio Martínez

Martes, 23 de mayo 2017, 10:41

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Parece una máxima no escrita en el fútbol riojano, pero ayer volvió a cumplirse aquello de que el Anguiano siempre compite. El equipo serrano llegaba al 'play off' después de una temporada humilde y honesta, en la que sin hacer demasiado ruido se coló batiendo todos sus números anteriores entre los mejores del grupo. Llegado el momento cumbre, demostraron ante el Conquense, su poderoso rival en la primera ronda, que estaban dispuestos a mantener esa línea característica de competitividad y trabajo, con unas señas de identidad futbolísticas plasmadas en Isla. Sin embargo, dos acciones aisladas, en las que un Conquense en inferioridad sacó a relucir su peligro ofensivo, condenaron prácticamente al Anguiano a tener que ganar la semana que viene en tierras manchegas.

El partido tuvo dos mitades diferenciadas. Una tranquila y de tanteo y otra goleadora y claramente local. El Conquense arrancó la primera acerándose a la portería serrrana, pero poco a poco el Anguiano empezó a discutir el rumbo del partido a los visitantes con rápidas jugadas en las que buscaban las caídas a banda de Moha o Fede y las incorporaciones de sus hombres del centro del campo. Marca de la casa.

El Conquense, pese a los intentos serranos, defendía e imponía una intensa presión que obligaba a los locales a tener que jugar demasiado rápido. Los manchegos, además, llegaban con peligro cuando lograban combinar, como en un disparo cruzado de Gerika que atrapó Kevin con problemas. Se acercaba el descanso y el Anguiano aumentaba su dominio cuando Pablo, central del Conquense, veía la segunda amarilla en el minuto 38 por un claro derribo sobre Moha.

El partido ofrecía un nuevo panorama en el segundo tiempo, que ganó en emoción por minutos. Arrancó con media hora de retraso por tener que asistir las ambulancias a un aficionado, y en el momento de reanudarse, el Conquense logró golpear primero. Fue en uno de los pocos errores defensivos serranos, esos que siempre hay que evitar en estas eliminatorias. Nacho recibió sin oposición un balón pasado para, en la línea de fondo, poner un centro que Gerika remachó a gol tras un despeje de Kevin.

Con uno más y por detrás en el marcador, el Anguiano estaba obligado a subir el ritmo. Respondieron los serranos con un dominio total ante un Conquense encerrado y Raúl Llona reaccionó quitando a Moha y Fede, dos delanteros que necesitan más espacios, para dar entrada a Jorge y Samuel, más habituados a la pelea y a vivir en el área. En esos momentos el Anguiano mostró una gran actitud jugador por jugador, ese carácter grupal que le ha hecho triunfar, pero destacó la profundidad de Javi Pavía y Sotés por las bandas o el trabajo de Iván Agustín, Nacho e Íñigo en el centro. Y además, supieron explotar sus virtudes para dar la vuelta al marcador, a balón parado y con una de tantas llegadas por la banda.

En el minuto 65, Sendoa agarraba a Samuel en un córner y el colegiado decretaba un penalti que marcó Gerardo. Diez minutos después, Sotés ganaba la línea de fondo y ponía un balón a la llegada de Nacho, que ajustaba para poner el 2-1. El Anguiano recibía una merecida recompensa pero Adibe, en el minuto 78, inventaba un zapatazo cruzado para poner las tablas. Samuel e Iñigo lo intentaron, pero el Anguiano terminó con un empate amargo que le exigirá más en Cuenca.

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