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Txutxi controla el balón durante el encuentro de ayer. ::
Leo, rey del carnaval de Haro
TERCERA DIVISIÓN

Leo, rey del carnaval de Haro

El delantero vuelve a salvar a los jarreros en el tiempo añadido ante la Oyonesa

Diego Marín A.

Martes, 28 de febrero 2017, 10:58

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Tan buena fue la tarde ayer en Haro que se decidió refrescar el césped artificial del estadio El Mazo antes y durante el descanso del partido. Con 15ºC a primera hora de la tarde, el juego prometía desarrollarse en condiciones óptimas, aunque la verdad es que, a pesar de las buenas sensaciones ofrecidas en el arranque del encuentro, con el transcurso del mismo durante la primera parte acabó sumiéndose en un duermevela propio de la siesta.

El Haro comenzó a jugar dominando el partido, encerrando a la Oyonesa en su campo y relegando el ataque rival a las jugadas a balón parado y a la búsqueda lejana de su delantero centro, Miguel, con pases al hueco que apenas dieron fruto. La mejor ocasión alavesa se produjo en el minuto 33, cuando Lozano centró un córner que remató de cabeza pero desviado el defensa Carlos. Los locales disfrutaron de mejores ocasiones de peligro.

Después de dos primeros lanzamientos lejanos y altos, en el minuto 15 Aimar tuvo una extraordinaria ocasión de marcar que desbarató el portero visitante, Bonhoff. El blanquinegro disparó en dos ocasiones a puerta dentro del área y el guardameta de la Oyonesa despejó otras tantas veces el balón, evitando lo que parecía inevitable. Poco después, un centro raso de Óscar desde el ala izquierda del área alavesa que se dirigía para el remate de Txutxi también lo atajó Bonhoff de forma certera.

El Haro sufría ayer numerosas bajas por lesión. De hecho, en el banquillo contó con jugadores habitualmente titulares (Txejo, Urquiza, Joseba y Leo, además del portero suplente Urtzi). No obstante, la victoria por 0-3 ante el Calahorra en la semana anterior entusiasmó a la afición harense, que esperaba ayer mucho de su equipo: sobre todo, volver a apretar la cabeza de la clasificación ante los partidos que completarán hoy la jornada.

Y aunque la victoria del Haro ayer fue justa, también fue más sufrida de lo deseado por los locales. Demasiado extrema porque, en los últimos minutos, cuando el partido se convirtió en un incontrolable correcalles de área a área, la Oyonesa llegó a empatar.

En el minuto 52 el entrenador del Haro, Rubén López, realizó un doble cambio: sacó a Aimar y a Josebita e introdujo en su lugar a Joseba y Leo. La intención era clara: ganar altura para los centros al área y los balones aéreos. Y, de hecho, el gol llegó en la jugada siguiente, y en un córner, aunque ninguno de los protagonistas fueron los jugadores que acababan de entrar en el partido. Óscar centró y Aritz remató en el segundo palo para adelantar al Haro.

El tanto a favor otorgó cierta tranquilidad al equipo riojalteño. Y lo cierto es que con el 1-0 en el marcador dio comienzo a un festival de juego y ocasiones de peligro de los locales. Primero, Leo realizó un control mágico y cedió a Txutxi, que disparó fuera. Después, Adriano realizó una cabalgada por banda derecha que finalizó en un centro que remató fuera Julen. Óscar y Aritz lanzaron dos faltas directas que despejó magistralmente el portero alavés. Rojas remató en el 70 y también en el 80, la segunda vez al palo.

Jugar con fuego

Después de una media docena de claras ocasiones desperdiciadas, el encuentro parecía abocado a finalizar con el ajustado 1-0. Pero no. El Haro estaba jugando con fuego y a punto estuvo de quemarse. Y es que, el que perdona, al final, es el que más pierde. Y con el partido ganado, en el descuento, la Oyonesa logró empatar. Fue pasado el minuto 90 cuando Santolaya centró una falta tan lejana que casi se produjo en el centro del campo. Bonhoff subió a rematar, pero fue Joseba el que cabeceó a puerta gracias a una mala salida del portero Pérez: 1-1.

Parecía que la Oyonesa iba a devolver el disgusto al Haro con la misma moneda del encuentro de la primera vuelta, cuando los jarreros vencieron en el tiempo añadido con un gol de Leo. Pero el destino es caprichoso. Lo que no pudo conseguir en Haro en los 38 minutos reglamentarios después del primer gol lo logró, en cambio, en los últimos segundos, cuando el partido agonizaba. Y el protagonista fue, una vez más, Leo. Llovió un balón del cielo, lo controló como pudo para librarse de un defensor y, solo frente al portero, marcó el definitivo 2-1 para coronarse rey del Carnaval de Haro.

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