Abel regresa con puntería

Abel ya había demostrado sus cualidades goleadoras en su anterior etapa con el bloque de La Ribera, del que se despidió para jugar primero en el San Marcial y posteriormente fichar por el Anguiano, donde ha permanecido durante una temporada y media. Sin embargo, en la primera parte de la competición de este curso no había podido disfrutar de demasiados minutos en el equipo serrano: 122 divididos en cinco partidos. «Llegué tarde a la pretemporada y mis compañeros estaban ya como flechas», explica. «Después, mis circunstancias me han impedido tener continuidad y, por ese motivo, decidí dejar el equipo», añade.

El delantero tomó esa determinación a finales de diciembre, pero su intención no era únicamente decir adiós al Anguiano, sino que también quería dejar la práctica activa del fútbol. «Pero al día siguiente de decidirme ya recibí llamadas de equipos para fichar», afirma sorprendido. Una de esos requerimientos fue el del Villegas, equipo por el que ya había fichado su hermano. «Primero convencieron a César y la verdad es que yo tenía ganas de volver a jugar con él, algo que no hacía desde el San Marcial», cuenta. «Esa fue una de las razones principales que me animaron a firmar», apostilla.

Ese motivo se unió al cariño que guarda al club logroñés. «Incluso cuando he venido con otro equipo, aquí me han tratado muy bien», asegura. En el Villegas se siente muy a gusto y, por ese motivo, el pasado miércoles se decidió a fichar. «Después, entrené 40 minutos el jueves y el domingo ya jugué», cuenta.

En ese primer partido, el ariete ya mostró sus cualidades con el tanto anotado desde fuera del área. Un golazo. «Me han dicho que ya tenía cogidas las medidas a estas porterías», bromea. Pese a ese gol, el delantero reconoce que todavía no está en su mejor estado de forma. «Noté que estaba falto de ritmo, pero me sentí bastante cómodo en el equipo», apunta. Abel ahora tiene un objetivo claro: lograr la permanencia con el Villegas. Ése es su nuevo reto.