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Chacón se retira del campo lesionado. :: f. d.
Goleada y lección de verticalidad

Goleada y lección de verticalidad

El Calahorra se deshace con facilidad de otro rival directo

FÉLIX DOMÍNGUEZ

Martes, 1 de diciembre 2015, 10:24

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El Calahorra sigue intratable y deshaciéndose de rivales directos en su camino hacia el 'play off'. Su defensa no hace concesiones y su delantera apenas perdona las ocasiones de que dispone. En la sala de máquinas, los rojillos completan un once que lo mismo echa una mano a su retaguardia que pone balones de lujo a los delanteros. De seguir así, será muy difícil que alguien les descabalgue de la cabeza de la tabla.

Los hombres de Arévalo comenzaron cediendo la posesión del balón a su rival y éste, sabedor de su buen trato con el cuero, aceptó la apuesta. Al contrario que los calagurritanos, los del barrio logroñés hicieron gala de una defensa con demasiadas dudas y una delantera completamente roma. Sea como fuere, en el minuto 14 la falta de entendimiento entre defensa y portero arlequinados (blanquinegros ayer) trajo consigo que Israel Losa se hiciese con el cuero junto a la línea de fondo y chutase sin ángulo para que el balón se alojase en la red pese al intento de un defensa de evitarlo.

Abierta la lata, los de Varea siguieron controlando el cuero y al filo de la media hora tuvieron la única clara ocasión de marcar, pero Txerra lo evitó. Por contra, llegó el segundo tanto local, obra de Sota después de que Herce ganase la partida a la defensa para realizar el típico pase de la muerte que el delantero centro no desaprovechó. Antes de concluir la primera mitad y con los visitantes muy afectados por la contundencia rojilla, el lateral izquierdo Chacón se tuvo que retirar tras haber recibido dos duros golpes en su costado izquierdo. En la segunda mitad entró Moisés por él.

La segunda parte comenzó con la misma tónica y un nuevo mal entendimiento entre el portero y la defensa visitante estuvo a punto de costarles el tercer gol. Los de Varea siguieron con su buen tratamiento del cuero pero sin verticalidad alguna. Por el contrario, los locales se dedicaban a que su rival no llegase al área, robaban balones en el centro del campo y daban una lección de verticalidad con jugadas en las que los delanteros se metían entre la defensa rival como un cuchillo en la mantequilla. Así llegaron los dos goles restantes, el primero de ellos en una bella vaselina del goleador Losa y el cuarto el primero para el último fichaje rojillo Revi, que aprovechó muy bien un jugadón de Iñaki para revolverse y marcar entre defensa y portero.

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