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Iñaki Toledo trata de irse del rinconero Gutiérrez en una jugada del partido disputado en La Planilla. :: f. d.
Bailando en el filo de la navaja

Bailando en el filo de la navaja

El River Ebro estuvo a punto de propinar un serio disgusto a los pupilos de Arévalo

FÉLIX DOMÍNGUEZ

Miércoles, 7 de octubre 2015, 12:12

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Un River Ebro muy serio e intenso estuvo a punto de propinar un grave disgusto al Calahorra en La Planilla, en un partido que los locales no pudieron poner a su favor hasta la llegada del último cuarto de hora, cuando el goleador Israel Losa marcaba el único tanto que al final campeó en el marcador.

Los rojillos jugaron ayer uno de sus peores encuentros de lo que se lleva de temporada, aunque en buena parte fue debido a la buena disposición de su rival que, desde el primer minuto salió muy concentrado y sabiendo a lo que había llegado a Calahorra: a no dejarse amedrentar por la, sobre el papel, superioridad del rival. También la tarde, con viento molesto que soplaba a lo ancho del campo, pudo influir en el mal manejo de la pelota por parte de los de Arévalo, que fallaban una y otra vez en los pases y, cuando no fallaban, eran los ayer de verde los que les robaban la cartera. No obstante, al filo del primer cuarto de hora llegó la primera jugada de peligro por parte local, cuando Del Puente se internaba por su banda y centraba para que Carmelo rematase de cabeza en buenas condiciones para marcar, pero Álvaro despejaba la pelota.

Cerca de la media hora, Toledo realizaba una buena jugada y pasaba el cuero a Del Puente que, solo y cuando iba a rematar, veía como Víctor se interponía en su disparo. La réplica llegaba por parte del River que, en un barullo en el área local, no lograba aprovechar para marcar.

Tras el descanso los rojillos salieron con una mejor disposición y a los tres minutos Carmelo realizaba una buena jugada y su chut era tocado por un defensa y a punto estaba de marcar en propia puerta. La entrada de Manu e Israel Losa le daban otro aire al equipo y comenzaban a percutir con mayor peligro, hasta que en el minuto 74 llegó el tanto del segundo, que recogió un pase en profundidad y se plantó delante de Álvaro para batirle.

A partir de ahí los locales siguieron intentándolo pero sin fortuna y los de Rincón de Soto trataban por todos los medios de llegar a la meta de Gonzalo que, a falta de un minuto le quitó un balón de la bota a Iván. Acto seguido fue Carmelo el que desperdició un balón solo ante el meta para ampliar la ventaja.

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