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Rubén Pérez afina su olfato

Dos goles del ariete dan la victoria a los arlequinados frente al Calahorra en un duelo que terminó con polémica

Iñaki García

Martes, 2 de septiembre 2014, 21:05

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Era la primera oportunidad de ver a dos de los grandes favoritos del grupo riojano frente a frente y el encuentro no cumplió con las expectativas. Varea y Calahorra disputaron un enfrentamiento con demasiadas imprecisiones, muchos fallos y que se decidió a favor de los arlequinados con dos tantos de Rubén Pérez.

Desde el primer momento, ambos conjuntos se tuvieron demasiado respeto y a ambos les costó hacerse con el control del esférico. Y eso que los dos entrenadores dispusieron unos onces repletos de jugadores de calidad. Quizás por ese motivo, a pesar del escaso acierto que mostraron los futbolistas, sí que se contabilizaron algunas ocasiones. La más clara local fue de Rocha, aunque Chimbo también dispuso de varios acercamientos, y acabó con una parada de Picuchos. En la oportunidad visitante, Toledo cruzó en exceso el esférico.

Al poco de iniciar el segundo acto, el partido se revitalizó gracias al primer tanto de la mañana. Javi Torres, que jugó por la banda derecha, desbordó por su lado y su pase, tras varios rebotes entre la defensa y el portero, fue aprovechado por Rubén Pérez para marcar. Los locales se ponían así por delante, pero su ventaja duró muy poco, puesto que Félix del Puente se inventó un gran disparo desde fuera del área que entró por toda la escuadra y que supuso el empate. Un auténtico golazo del exfutbolista de la Sociedad Deportiva Logroñés que se fraguó tras una pérdida de balón de Esaúl en el centro del campo.

El enfrentamiento volvía a empezar. Otra vez se reflejaba un empate en el nuevo marcador electrónico del Municipal de Varea y ambos equipos tenían que ponerse manos a la obra para buscar los tres puntos. El Calahorra, por momentos, parecía tener más presencia en el campo, pero es cierto que Rubén Pérez dispuso de una gran oportunidad para haber roto la igualada, pero disparó fuera.

En el tramo final del duelo, Álex Garrido, que había entrado en sustitución de Chimbo, se erigió en el protagonista. Participó en todas las acciones reseñables. Primero, reclamó un penalti de Sito Castro y después dejó en bandeja con una asistencia el segundo gol a Rubén Pérez, el que supuso la victoria arlequinada.

En el tiempo añadido, el Calahorra vivió en el área contraria hasta que, en la última jugada, Toledo cayó en el área aparentemente derribado por el propio Garrido, pero el colegiado, en vez de señalar el punto de penalti, decretó el pitido final. Con las protestas rojillas se acabó el partido.

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