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Bruno Soriano, durante un entrenamiento con la selección española en Schruns. :: Peter RINDERER / AFP
«Sería capaz de todo por poder  estar el 10 de julio en París»

«Sería capaz de todo por poder estar el 10 de julio en París»

«Nunca ha tenido la oportunidad de jugar una final», reconoce el centrocampista del Villarreal, considerado el clon de Busquets

RODRIGO ERRASTI

Martes, 31 de mayo 2016, 00:40

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Los habituales de la selección añoraban a Bruno Soriano cada vez que Sergio Busquets tenía alguna molestia. Tímido, humilde y tan práctico como sencillo en su juego de centrocampista puro, es lo más parecido que existe para suplir al hombre clave del sistema de Vicente del Bosque. «Sabe estar en el momento ideal, conceder ritmo o pausa al juego. Aquí siempre que ha venido lo ha hecho muy bien», reconoce el seleccionador, que medita si incluir a esta leyenda del Villarreal (372 partidos), al que no abandonó cuando descendió a Segunda, pero sólo siete veces internacional absoluto. La última frente a Bosnia, en la que sumó más pases (104, de ellos sólo cuatro fallados) que ningún otro. Es la gran duda de la lista, en la que Del Bosque podría optar por quedarse con sólo tres laterales para incluir tanto a Bruno como a San José, y que se resuelve hoy.

¿A estas alturas no sé si había perdido la esperanza de estar en un gran torneo?

Estaba tranquilo terminando la temporada cuando llegó la llamada del míster, me pilló por sorpresa pero sin ocultar las muchas ganas de trabajar a tope, de conocer más a mis compañeros y de poder dar todo lo posible para estar en la lista final.

En 2012 también estuvo en la prelista y después no fue llamado a la fase final.

Por supuesto ahora estoy centrado en esta situación, en dar lo mejor de mí para el beneficio de la selección. Tengo la oportunidad de estar con los mejores jugadores, de aprender mucho.

Dicen de usted que es la mejor opción cuando no está Busquets. ¿Es realmente tan complejo ese puesto?

No lo sé, toda posición tiene dificultad a este nivel porque te enfrentas a los mejores de cada país. Tienes que estar en muchas facetas de tu trabajo para intentar que salga todo bien. Sí es una posición en la que debes estar constantemente atento, pendiente de todo, que no te deja despistarte ni un segundo...

Usted llega más ahora al área rival que cuando era joven. ¿No debería ser al revés?

(Ríe). Es verdad, yo tampoco me he dado cuenta de esta transición. Al principio jugaba más entre los centrales, me dedicaba más a defender, a guardar la posición... Quizá también ha influido nuestra manera de jugar ahora en Villarreal, donde lo hacemos con dos pivotes defensivos más o menos y ambos tenemos que llegar al área contraria pero también volver a defender. Antes jugaba más solo en el mediocentro defensivo.

¿Físicamente se ve bien pese a la carga de partidos? ¿Y psicológicamente, que es lo que le preocupa al seleccionador?

Estos bien. Si no, no habría venido. Mentalmente estoy con muchas ganas y además estas semanas vienen bien para preparar el cuerpo, coger ese ritmo físico que es necesario. Yo suelo decir, y mi preparador físico está de acuerdo, que cuanto más juego mejor me siento.

¿Los títulos europeos confirman el nivel de la sección?

Por supuesto, no se puede dudar de la calidad de los jugadores que hay aquí. Lo llevan demostrando mucho tiempo en la selección y en los clubes. Hay nivel suficiente, como en los demás favoritos.

¿Usted también nota que hay pesimismo o una exigencia exagerada?

Viene por el nivel dado antes por todos esos jugadores tan buenos que han ganado tantos títulos. La gente, cuando ha probado eso, quiere repetir, volver a ganar siempre. Vencer es muy bonito. Yo he visto desde mi casa, por la televisión, a mis compañeros levantar un título y tienes alegría. Pienso que el pesimismo no va a ayudar a nada.

¿Somos cainitas en España?

Todo el mundo quiere ganar a los campeones, eso es así. A nivel de clubes cuando juegas contra el Madrid, el Barcelona o el Atlético quieres ganarles, siempre deseas superar a los mejores jugadores.

¿De los rivales, en quién se fija?

Modric, aunque sea de un corte más ofensivo que yo, siempre es una referencia. Me he fijado mucho en los partidos que nos hemos medido y los de televisión.

¿El día de Liverpool fue su momento más complicado porque ya veía cerca esa final?

Fue uno de los más difíciles, sin duda, de mi carrera. Lo ves tan cerca, uno va cumpliendo años y piensas que a lo mejor no vas a tener más oportunidades de llegar tan lejos en un competición europea, de tener opciones de poder jugar una final. Eso sí, mi momento más duro fue el descenso a Segunda con el Villarreal. Ahí sí que lo pasé realmente mal; jugar en Anfield y que te superen, lo acabas aceptando.

¿Ha hecho alguna promesa ya si va al torneo o si lo gana?

No, la verdad. Soy un jugador que nunca ha tenido la oportunidad de jugar una final. Eso de las promesas nunca lo he hecho porque ni siquiera he tenido la opción de vivir algo tan bonito y tan grande. Sería capaz de todo por poder estar el 10 de julio en París.

¿Había hecho planes con la familia para junio y julio?

No. Soy cauto. Primero tengo que entrar en la lista.

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