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Mario Gaspar celebra su gol con sus compañeros Isco y Nolito. :: reuters
De Gea permite otra fiesta en Kiev

De Gea permite otra fiesta en Kiev

El equipo B español tuvo fases de buen juego y dispuso de varias ocasiones; Mario marcó y Cesc marró un penalti

RODRIGO ERRASTI

Martes, 13 de octubre 2015, 01:04

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España vivió otra fiesta en Kiev. No fue ni mucho menos igual que la original, aquella organizada ante Italia el 1 de julio de 2012 por Xavi en el medio y lucida por Silva, Alba, Torres y Mata. Ninguno de los cinco estaba en el césped, pero los que tuvieron el orgullo de pisarlo luciendo 'La Roja' como vigentes campeones de Europa rindieron a gran nivel. Aplacaron el ímpetu de Ucrania, que se jugaba acceder de modo directo a Francia pero deberá esperar unas semanas. No arrebató la plaza a Eslovaquia, que se paseó en Luxemburgo y tampoco se coló como mejor tercera al no vencer a una selección B sujetada por David de Gea.

Había muchas dudas respecto al rendimiento español en el día de la Hispanidad. Un once nuevo. Se intuía que tendría mucho trabajo De Gea. Así fue, pero el meta del United rindió a su nivel habitual en la Premier, permitiendo que España no comenzase el duelo en desventaja. Repelió dos potentes disparos, casi seguidos, con su pie derecho. Primero a Kravets, que ganó el esprint a Etxeita, y después a Rotan, que había golpeado a bocajarro de volea. Una parada habitual en el toledano, que es el mejor portero con el pie. Sin duda. Parando e iniciando el juego. Demostró además que también tiene manos. Sacó una abajo a Konoplyanka, despejó de puños y evitó de cerca que anotara Fedetsky. Quizá su intervención más plástica llegó ya con 0-1. Fue un cabezazo de Garmash junto a la escuadra, pero ese punto se alcanzó gracias a su increíble actuación pretérita.

Ucrania salió en tromba. El 1-0 lo tuvo Kravets a los dos minutos, pero no remachó en el área pequeña una bola de Rotan. La hinchada apretaba, jaleando cada acción de los suyos y abucheando a España cuando tocaba en las áreas. Nolito buscó ser un puñal por la izquierda. Ahora mismo recuerda al Pedro previo a Sudáfrica. España le fue cogiendo algo el pulso al partido y Cesc, en su partido 100 y como capitán, disparó alto una combinación entre San José e Isco. Los tres, junto a Thiago, pusieron mucho criterio ante las prisas locales.

El catalán del Chelsea vivió una noche extraña. Ante Mourinho completó quizá su primera mejor mitad de la campaña e incluso le hicieron un penalti, tras un pase en profundidad de Nolito, pero no fue capaz de marcarlo. Lanzó con paradiña y Pyatov sacó una mano mágica, alta y fuerte, para mandar la bola a córner. Dicen que si el portero aguanta, el lanzador está perdido. Fábregas lleva cuatro fallos con los partidos en juego, si bien a su favor hay que decir que anotó dos muy recordados, en las tandas claves de las Euros ganadas: ante Italia y Portugal.

Debería reflexionar Del Bosque sobre ellos. De 28 penaltis a favor bajo su mando casi se han marrado la mitad: 12, un 43%. Ese error sucedió apenas un minuto después de que Nolito y Thiago hubiesen inventado un gol de tiralíneas. Pase del extremo al interior, que dobló atrás cerca del palo izquierdo buscando la entrada del lateral diestro. Mario comprendió al centrocampista del Bayern para marcar de cabeza, picando al suelo como hacen los delanteros.

Ucrania acosó con velocidad y corazón. Cuando no llegó De Gea estuvo Etxeita con la puntera para evitar bajo palos el gol. España conectaba mejor que en Sevilla, seis meses antes, ante su rival, más nervioso que entonces. Un centro de Mario, que completó un gran estreno, fue mal despejado por Pyatov pero Nolito no aprovechó la bola muerta y la estrelló en el cuerpo del meta.

La segunda parte fue aún más de ida y vuelta. Ucrania necesitaba dos goles y sólo medio acto para evitar una repesca dramática. Yarmolenko mostró su mejor recital de bicicletas y regates, alguno muy de Robinho: efectista y nada efectivo. España siguió mezclando bien a ratos, sobre todo con Thiago y Nolito, generando peligro pero sin acierto. San José sí que encontró red, pero el serbio Mazic le quitó la gloria alegando una falta previa.

Con corazón embotó Ucrania a 'La Roja' pero nadie supo superar a De Gea. Ni siquiera cuando Fomenko puso a todos sus delanteros juntos. Aparecieron Mata y Alba, dos de los goleadores de la fiesta auténtica de Kiev. Y después Busquets. Ellos hicieron posible el histórico triplete Euro-Mundial-Euro y ahora, con los nuevos que rayan a un gran nivel en una cita complicada, tendrán el enorme reto de conseguir lo nunca imaginado: tres Euros consecutivas. Entonces, habrá una nueva fiesta.

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