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Miguel Martínez grita a sus compañeros después de una jugada del Burgos. :: fernando díaz
CONTRA EL TALENTO, INTENSIDAD
UNO A UNO

CONTRA EL TALENTO, INTENSIDAD

SERGIO MORENO

Lunes, 25 de septiembre 2017, 00:18

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La apuesta por el fútbol en combinación fue sin duda superado por la contundencia y fuerza en la presión del Burgos, que puso el ritmo, la intensidad y por tanto el dominio del espacio.

  • 55 El mejor de los visitantes porque le sacó un mano a mano a Eneko en una contra y posteriormente paró un lanzamiento de falta de Adrián Cruz junto a la cepa del poste.

De la defensa, el futbolista que más se prodigó en ataque. Fue el más profundo por la banda derecha, aunque no precisó pase alguno de entidad. Bien en defensa, con un trabajo serio y contundente cuando lo requería el partido.

Otro buen partido del vitoriano. Fantástico en los balones largos que ponía el Burgos al borde el área, se le nota en buena conexión con Borja Gómez. Bien al corte una vez más y manteniendo la línea defensiva en el lugar adecuado.

Bien, a la altura de Caneda. Se les nota en buena sintonía y ofrece nuevas opciones para sacar el balón jugado desde atrás. Ahora bien, un error en una salida de balón casi le cuesta un tanto a los riojanos. El único error de todo el partido.

Bien en defensa, como siempre, sostuvo y en parte secó a Youseff, goleador hasta ayer en el Burgos, que apenas dispuso de ocasiones por el buen trabajo defensivo del blanquirrojo. Pero es cierto que fue la versión más defensiva del juego del madrileño. No tuvo presencia en ataque, y el equipo perdió un recurso importante.

No acabó el partido al ser sustituido en la segunda parte. Estuvo bien en el aspecto defensivo, trabajador como siempre, y en buena disposición táctica.

Perfil muy bajo de Salvador. No halló manera de encontrar el espacio adecuado para ser determinante, es decir, en la zona de tres cuartos del ataque riojano. Las apreturas burgalesas no le sentaron nada bien, como en Barakaldo.

Es la manifestación más directa de la imprecisión en la que camina el equipo de Sergio Rodríguez en los metros finales. Le cuesta pensar y ejecutar a Antxon Muneta, y el equipo pierde líneas de pases y por tanto capacidad para decidir partidos.

Mal, el peor partido de Ñoño. Desaparecido en ataque, blando en defensa. Dos malas decisiones dentro del área propia le pudieron costar realmente caras a su equipo. En partidos trabados y duros Ñoño tiene que dar un paso al frente y asumir nuevas capacidades para ser el jugador decisivo.

Claramente de menos a más, acabó siendo el jugador más desequilibrante entre la férrea defensa burgalesa. Suya fue la mejor ocasión del partido para los riojanos después de una gran jugada individual.

No lleva un buen arranque de temporada en lo personal. Trabajador, pero impreciso, no encuentra su rol de jugador determinante dentro del esquema. Juega mucho de espaldas y poco con la portería de frente, que es cuando se vuelve un futbolista decisivo.

No ocupó la posición de 9. Jugó más pegado en banda, para aprovechar su capacidad para superar líneas y la disputa en balones divididos. Tuvo presencia dentro del área, pero no un remate claro para haber empatado el partido.

Sus primeros minutos de la temporada con la UD Logroñés. Jugó en la posición de Álvaro Arnedo, y aunque no tuvo errores, lo cierto es que no cambió en nada el tono del encuentro, demasiado horizontal, sin asumir riesgos para haber empatado el partido.

Recurso para los minutos finales. Lo intentó y generó peligro en un pase atrás que le sacó la defensa burgalesa a Iván Aguilar en un disparo.

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