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Cuatro jugadores del Caudal rodean a Ñoño en una de sus muchas acciones de ataque. :: fernando díaz
EL LOBO CAZA OTRA VEZ EN LAS GAUNAS
UD LOGROÑÉS 1 - CAUDAL 2

EL LOBO CAZA OTRA VEZ EN LAS GAUNAS

El Caudal endosa a la UD Logroñes su tercera derrota consecutiva y le apea del play off Los riojanos juegan, amagan, pero no rematan. Los asturianos aguantan, aciertan en la definición y ganan

JOSÉ MARTÍNEZ GLERA

Domingo, 1 de octubre 2017, 23:37

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logroño. Vestía el lobo asturiano de blanco sobre el verde prado de Las Gaunas, como un dócil corderito, pero era un simple disfraz que invitaba a la confusión. Y no sólo confusión, sino ilusión, como los grandes magos. Su truco le salió a la perfección. Bajó de la montaña al valle y cazó en tierras riojanas como lo había hecho en el 2010 y en el 2014. Conocía el terreno de la batalla y se cobró una presa, la UD Logroñés, que también recurre el engaño para vencer. Ganó el Caudal con dos zarpazos letales, uno de ellos de Iker Alegre, que pidió perdón a la grada, pero dejó su tarjeta de visita. Los riojanos se ven fuera de puestos de play off después de ser incluso líderes.

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Como estaba previsto, Sergio Rodríguez recuperó la fisonomía más reconocible de la UD Logroñés, con la continuidad de Álvaro Arnedo en el círculo central, la recuperación de Borja, Noño y Espina y la inclusión de Iván Aguilar. Los 120 minutos de Formentera se tradujeron en descanso para César Remón, que salía de una lesión de varias semanas, y de Marcos André, que no pudo acabar el partido de la isla.

  • UD Logroñés Miguel, Santos (Marcos André, 76), Caneda, Borja, Paredes, Arnedo, Muneta (Cifu, 84) Salvador, Espina (Rayco, 65), Ñoño e Iván Aguilar

  • Caudal Rabanillo, Cristian, Calahorro, Catú, Invernón, Borja Prieto (Borja Navarro, 77), Thaylor (Richard, 67), Adrián Llano (Alberto, 67), Iker Alegre, Javi Sánchez y Camochu.

  • Goles 0-1, m. 17. Borja Prieto, por la escuadra; 1-1, m. 36. Noño, desde fuera del área; 1-2, m. 74, Iker Alegre, desde la frontal del área.

  • Árbitro Monter Solans. Ayudado por Ruiz y Lixandru. Colegio Aragonés. Amonestó a Paredes, Adrián Llano y Catú.

  • Incidencias Sexta jornada de Liga. Municipal de Las Gaunas. Tarde de excelente temperatura. Césped en buenas condiciones.

Los blanquirrojos entendieron el encuentro, pero sólo al inicio. Tocar en campo propio para sacar al Caudal del bosque en el que vivía y en torno al que había formado dos líneas en apenas ocho metros. Una vez que asomase, buscaría el balón en largo a la espalda de los centrales. Así creó tres acciones de Espina, Ñoño y Carles Salvador. Las dos primeras carecieron de remate; en la tercera, Rabanillo evitó el gol en el mano a mano. Paciencia en el toque, robo con presión alta y cambio de ritmo. Limar sus defensas.

Mandaba la UDL, pero el fútbol es gol. Encadenó el Caudal varias acciones de estrategia hasta que en la menos creíble, Borja Prieto recogió el balón al borde del área para alojarlo en las redes de Miguel por su escuadra izquierda. El tanto no sólo ponía en ventaja al once astur, sino que reforzaba su mentalidad absolutamente defensiva. El lobo asomaba por primera vez del bosque y en su primera aparición en la verde pradera había hincado el diente en el cuello de su presa.

No se descompuso la UDL ni siquiera cuando Borja Prieto volvió a estrellar el cuero en la cruceta después de que lo acariciase Miguel. Otro susto. Acciones aisladas, frente a continuidad. Lo intentó Carles Salvador llegando desde segunda línea; Invernón quitó el gol a Ñoño sobre la misma línea. Superior, pero por debajo en el marcador. Faltaba un poco de fortuna y esta llegó en una progresión de Ñoño en paralelo al área. Dejada de Iván Aguilar, disparo con la zurda. Sin más. A Rabanillo se le coló por debajo del cuerpo. Platini y Arconada en la final de la Eurocopa de 1984. Pero en movimiento. El partido regresa a sus orígenes.

El Caudal regresó al bosque. Quería afilar los dientes antes de bajar de nuevo al valle. No era ya un corderito. Le habían descubierto. Ya era un lobo. Acosó a su rival, desorientado sobre el campo. Le quitó el balón hasta provocar tal desorden que se vio solo. La UDL no sabía qué hacer con el balón. Vio la escapatoria por la izquierda. Ñoño una vez más. Atacaba, pero no hasta matar al lobo. Tuvo el gol en varias ocasiones, si bien abusa de su pierna derecha. Aun así estrelló el balón en la madera, aunque para ese momento, el Caudal había destrozado la yugular blanquirroja. Pérdida de balón en la medular, descolocación y gol. Iker Alegre. Otro lobo que caza ya más por experiencia que por sorpresa. Pero depredador. Pidió perdón. Listo él.

La UDL huyó hacia adelante, pero ni de prisa ni despacio. Indecisión que no alejó al lobo. Ahora se defendía, labor que domina muy bien (4 goles en seis partidos). Se sentía cómodo. La UDL no. No encontraba la salida. Buscó el balón en largo, pero no es su fuerte. Ni siquiera con el corazón empujando. Se estaba desangrando. Le quedaba el honor de una muerte digna y apeló a ella. Con orgullo, pero sin que el Caudal se asustase como lo hicieron los riojanos en Formentera. El lobo cazó y el cuerpo de la UDL se convirtió en fantasma.

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