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Marcos pugna con Amelibia por el balón. :: FERNANDO DÍAZ
JUEGO DE TIRALÍNEAS

JUEGO DE TIRALÍNEAS

ASÍ EMPEZÓ LA UD LOGROÑÉS Tres goles para empezar en casa. Y pudieron ser varios más, pero se fallaron dos penaltis La UD Logroñés volvió a Las Gaunas y lo hizo dando un recital de fútbol combinativo en el primer tiempo, cuando se decidió el partido

CARLOS FERRER

Sábado, 2 de septiembre 2017, 23:46

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logroño. Se esperaba con ilusión el debut liguero de la UD Logroñés en Las Gaunas. Y el aficionado salió con unas excelentes sensaciones después de ver el recital de juego de tiralíneas y de llegada al área rival que ofreció el conjunto blanquirrojo en el primer tiempo.

  • Miguel

  • Zubiri

  • Caneda

  • Paredes

  • Santos

  • Arnedo

  • Salvador

  • Muneta

  • Ñoño

  • Espina

  • Marcos

  • Miguel

  • Zubiri

  • Caneda

  • Ramiro

  • Santos

  • Paredes

  • Arnedo

  • Muneta

  • Salvador

  • Germán

  • Rayco

  • Minuto 2

  • u detiene el penalti lanzado por Muneta Cristian lo había cometido sobre Ñoño.

  • Minuto 9

  • u lanza una falta directa desde la frontal y Cebriá, bien colocado, envía el balón a córner.

  • Minuto 22 1-0

  • u recibe el balón en una diagonal perfecta de Salvador, se va de Cipetic y eleva sobre Cebriá.

  • Minuto 45 2-0

  • u recibe en la izquierda, se va hacia el centro, quiebra a Cipetic y coloca el balón junto al poste.

  • Minuto 53 3-0

  • u cabecea muy forzado en pugna con Sarriegi el balón centrado por Paredes.

  • Minuto 59

  • u es objeto de penalti Lanza la pena máxima él mismo y el balón rebota en el larguero.

  • Minuto 84 3-1

  • u cabecea a la salida de un córner y el balón entra junto al poste izquierdo de Miguel.

  • UD Logroñés Miguel; Santos, Caneda, Zubiri, Paredes; Muneta, Arnedo, Salvador, Ñoño (Germán, m. 70); Espina (Ramiro, m. 80) y Marcos (Rayco, m. 65).

  • Vitoria Cebriá; Cipetic (Ibargoien, m. 46), Amelibia, Cristian (Ajuriagoikoa, m. 46), Julen López; Sarriegi, Azkue; Pastor, Ribeiro (Alfonso, m. 63 ), Ángel López; Obieta.

  • Goles 1-0, m. 22. Ñoño; 2-0, m. 45. Ñoño; 3-0, m. 53. Marcos. 3-1, m. 84. Azkue.

  • Árbitro David Recio (Navarro). Amarillas a Cristian, Amelibia, Sarriegi, Arnedo, Paredes y Ángel López.

  • Incidencias 2.480 espectadores.

El inicio del encuentro ya fue espectacular. Enseguida se dieron cuenta los riojanos de la 'autopista' que tenían por delante de los defensas y, como si lo hubieran estado ensayando toda la semana, comenzaron a dar pases largos sobre Ñoño, Espina o Marcos, que cogían la espalda a sus defensores y se iban con celeridad hacia el marco de Cebriá. La primera ocasión ya la tuvo Ñoño, pero Cristian paró el balón dentro del área. Penalti que Muneta lanzó demasiado suave y Cebriá atajó. Corría el minuto dos y se habían puesto las bases. El equipo de Sergio Rodríguez seguía buscando a sus hombres en punta. Pases largos en vertical y en diagonal de Espina, Arnedo, Paredes... que llevaban peligro. Dos ocasiones más y llegó el pase de Salvador, en el veintidós, para que Ñoño se fuera de nuevo de Cipetic y elevara sobre la salida del guardameta vitoriano. Golazo que ponía en valor el mejor juego local.

Los blanquirrojos ofrecen espectáculo y goles en el primer partido de la temporada en casa

Un juego de salón, con pases de todo tipo, toques de varios hombres, para buscar al final el mejor pase y llevar el peligro una y otra vez al área rival. Gordobil vio que se le iba el partido y colocó a Azkue entre los dos centrales, lo que hizo que el balón ya no llegara con tanto peligro al área. Incluso el Vitoria tuvo unos minutos en los que adelantó líneas y llevó cierto peligro al área de Miguel. Pero, en el tramo final, nueva exhibición de toque de los blanquirrojos.

Salida con el balón controlado, llegada a base de buenos pases adelantando líneas, y sensacional gol de Ñoño, tras robo de Marcos. Pase atrás y centro de Muneta para que el gaditano, después de recoger el balón e irse hacia adentro, enviara el esférico al palo contrario. Imposible para Cebriá.

Una primera parte para soñar, con unos actores principales entregados en sus papeles y una figura estelar, Ñoño, con dos goles de bellísima factura.

Sigue el espectáculo

No varió el esquema de juego riojano con el inicio de la segunda parte, si bien, el Vitoria salió un poco más metido en defensa, pero con las mismas carencias en ataque y a la hora de jugar la transición.

Así, Ñoño, que había tenido una ocasión nada más empezar, volvió a llevar el peligro, ahora marcado por Ibargoien, que tampoco podía con él. Se iba el gaditano, derribado en falta junto al palo de córner. Tocó en corto Muneta y centró Paredes para que Marcos pusiera de cabeza el tercer tanto en el marcador.

Y enseguida pudo llegar el cuarto, tras un penalti de Julen López sobre el propio Ñoño. El gaditano lo tiró con fuerza, pero el balón rebotó en el larguero y terminó siendo despejado por la defensa visitante.

Con todo perdido, el Vitoria se fue claramente al ataque, intentó meter a los blanquirrojos en su área.

Hubo un par de ocasiones para Azkue, cuyos disparos rechazó el palo. Y poco más. La seguridad defensiva de los riojanos era demasiado fuerte para los intentos visitantes .

Sergio Rodríguez optó por dar descanso a los jugadores punteros que habían realizado un gran trabajo. Marcos y Ñoño, ovacionado, dejaron su sitió a Rayco y Germán. Y también tuvieron sus ocasiones los nuevos. Rayco la tuvo a centro de Paredes en una rápida contra, pero Cebriá hizo una buena palomita para detener el cuero.

Había cambiado el juego. Los goles daban una tranquilidad total a los blanquirrojos, que ahora buscaban las contras rápidas tras robar el balón.

El Vitoria presionaba un poco más arriba buscando el gol, pero dejaba huecos que intentaban aprovechar los riojanos. El trabajo ya estaba hecho, pero el espectáculo dura hasta el final y los de Sergio Rodríguez no quieren dejarse nada, así que siguieron porfiando, con más tranquilidad, sin prisas, pero sin irse del partido en ningún momento.

Rayco, primero, y Espina y Muneta un poco más tarde, pudieron aumentar la diferencia, pero fue Azkue el que recortó diferencias al cabecear un saque de esquina junto al poste.

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