Borrar

La Real ningunea a la UDL y le convierte en un rival menor

El equipo riojano acabó con nueve y desquiciado ante un rival muy superior

LA RIOJA

Logroño

Domingo, 18 de marzo 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Sanse ha infligido una severa derrota a la UDL, no tanto por el número de goles, sino por el cómo. La UDL fue un equipo menor en Zubieta, un equipo lastrado, con botas de plomo y sin ideas ante un rival muy superior, en todos los sentidos y que pudo vapulear al conjunto riojano por un resultado mucho más abultado.

Más información

Baste como recordatorio para apoyar este comentario que el equipo local pegó tres balones en las maderas y que el equipo riojano concluyó el partido con nueve jugadores, uno por lesión al final de partido y otro por doble amarilla en sendas acciones impropias de un jugador.

Pero vayamos por partes, que dijo Jack 'El destripador'.

El Sanse salió muy bien plantado al precioso manto de hierba de Zubieta. Sin nervios, bien plantado y jugando al pie. Pacientetemente, sin destruir el estilo, convencidos de que esa manera de entender el juego era la que les había convertido en un equipo que no conocía la derrota en su campo desde el pasado 18 de noviembre. Ha llovido.

Así, con paciencia fueron llegando las ocasiones locales ante un equipo como el riojano, que no supo tomar el mando del partido, no supo afrontar la situación sin el balón en los pies y nunca, nunca, tuvo ni la más remota opción de apurar al bloque guipuzcoano.

Minuto 3. Córner del Sans y remate de cabeza al larguero que luego desvía Miguel Martínez de Corta a saque de esquina. Susto de los gordos. Pero aún hubo otro sobresalto, en un riro de Capilla desde lejos. Le dio tiempo a parar, mirar y ajsutar el tiro hasta pegar en la cepa del poste. Dos palos.

Minuto 12. Se lesiona Ramiro Mayor. Se desconoce el alcance de la lesión, pero se fue del campo apoyándose en el fisio, con una bolsa de hielo en la rodilla izquierda y muy malas sensaciones.

Hasta el minuto 20 no hubo un atisbo de reacción visitante para desconsuelo de las 300 personas que se desplazaron hasta los campos del filial guipuzcoano. El único apunte de la UDL fue el remate alto de cabeza de André tras una jugada muy elaborada.

Parecía que la dinámica de flujos cambiaba un poco y algo se ponía en el otro lado de la balanza, pero todo fue pasajero, como los dos lanzamientos de falta botados desde ambos lados del campo y que no encontraron rematador ni en Ñoño ni en Rayco.

Descanso y empate a cero. Era lo mejor que le podía pasar a la UDL. Un paseo por el banquillo para fijar ideas y marcar estrategias. Pero nada de nada.

En la reanudación el Sanse pudo adelantarse en dos ocasiones en sendas faltas, pero lanzaron dos blandones mansos que no representaron problemas para la defensa ni para el portero riojanos.

Minuto 62. Se adelanta el Sanse. Tras un balón en el que la vanguardia local gana la espalda a la defensa riojana Guevara y supera la salida del portero con un balón picadito. El gol mosqueó a Paredes y pegó un balonazo que mandó el balón a la AP-68. Amarilla. Acción seguida y toquecito a destiempo al tobillo de un rival. Segunda amarilla. A la caseta. La UDL se quedaba con 10 y con 1-0. Papelón.

Pero, con todo, y a pesar del cúmulo de malas noticias, aún tuvo una opción el equipo blanquirrojo en las botas de Sotillos, que hizo internacional al portero Zubiaurre con una parada muy meritoria. Córner, nuevo córner, y recórner. Nada.

Minuto 72, Nuevo palo de la Real B. Gorosabel hizo sonar por tercera vez el cuero contra la madera.

Minuto 74, Celorrio tira alto un lanzamiento a placer.

Minuto 75, Calvillo bota un saque de esquina y Guevara,, libre de marca, remata de cabeza, un balón que sale rozando el poste.

MInuto 81. Se lesiona Rayco en el tobillo. Hace señales de que no puede seguir. La UDL había agotado todos los cambios. Lo de Paredes se antojaba sangrante en ese momento, un mal día para dejar de oler pegamento.

Minuto 83, el Sanse remata la faena con un gol de Calvillo que recibe un pase a placer para batir a Miguel por raso.

De ahí al final, la UDL se lmitó a esperar que el árbitro pitara el final del partido, pero por traer a Hawking al comentario, el tiempo es relativo. Mientras el Sanse jugaba relajado, disfrutando de su momento dulce de juego, a la UDL esos cuatro minutos de prolongación se le hicieron un mundo. largo y complicado como una digestión penosa en un partido para olvidar y que dejó al descubierto todas las flaquezas de un conjunto que no mantiene una línea coherente de actuación, que a días de mucho, vísperas de nada. Y además el partido, malo como un dolor, tuvo el efecto multiplicador de que pudo verse a través del ordenador.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios