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Oskar Matxin
Leioa-UDL: un empate en la locura

Un empate en la locura

La UDL pierde dos puntos en el descuento de un partidazo con seis goles, tres de ellos de enmarcar

Pablo Álvarez

Logroño

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Sábado, 10 de marzo 2018

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Qué locura, qué espanto, qué gozo. Y también qué frustración, al final, para la UDL. Pero qué fiesta para esto que llaman fútbol, en el momento y el lugar menos esperados.

Porque Leioa y UD Logroñés se enfrentaban en un Sarriena lamentable, en el que apenas se sabe hacia dónde bota un balón. Porque ambos están en esa zona en la que o ganas ahora o no haces nada. Porque esto, en fin, es el llamado grupo 'vasco' de la Segunda B, ése en el que se supone que no se ve fútbol, sino cerrojazos, unoceros y mucha pierna.

Pero, lo dicho, qué locura. Seis goles se vieron en el partido, tres de ellos auténticos golazos, en un encuentro lleno de alternativas y que se cerró de forma dramática, con un sexto gol en el descuento, quizá el mejor de todos, que rompía a los riojanos, los más necesitados de seguir sumando de tres en tres.

Vídeo. Los goles del encuentro. TVR

Primera parte de locura

Locura fue todo, pero sobre todo la primera parte. Para el minuto 5 ya mandaba el Leioa, gracias a algo nada bonito: un fallo defensivo que dejó entrar a tres rematadores solitos en el segundo palo tras una jugada a balón parado. Gol, además, de Luca Ferrone (un ex) tras un toque de Goti, pelotero excelso que, visto lo de este sábado, no se sabe qué hace en Segunda B.

Desde ahí la UDL empezó a crecer y a jugar más y más. Así, diez minutos después empataba, con el primero de los golazos del día: Rayco cogía el balón en su campo, hacía una pared larga con Rubén Martínez y conducía, solo contra el mundo, hasta marcar.

La UDL había hecho lo difícil, reaccionar, y enseguida hizo lo más difícil: remontar. En este partido loco y de golazos, hubo también pifias y mala suerte. Por ejemplo, la del segundo gol de la UDL. Vino tras un maravilloso pase larguísimo de Caneda que Marcos André pinchó como un all-star en el borde del área. Por detrás llegó, en una gran estirada, Luca Ferrone... que sólo consiguió hacerle una precisa vaselina a su propio portero, que Marcos sólo tuvo que empujar a gol.

El Leioa jugaba, con Goti y Óscar García como percutores de calidad. El segundo pudo empatar en el 29, mandando el balón a la cara externa del larguero en otro fallo de concentración de la defensa riojana.

Al final, el empate fue de Yurrebaso: segundo golazo de la tarde, tras un sombrerazo a media defensa riojana para quedarse solo y marcar.

Como tiene que haber de todo, hubo también polémica: al borde del descanso el árbitro enseñó amarilla por piscinazo a Iosu Villar. En algunas repeticiones parecía penalti, en otras no. Uf.

Más calma

Como si hubieran gastado casi toda su pólvora en la primera mitad, los dos equipos salieron con el freno de mano a la segunda. Sobre todo la UDL, más reservona. Los locales se fueron para arriba casi sin sentirlo, mientras la UDL no sabía qué era el centro del campo.

Hacia el 60, sin embargo, fue despertando el equipo blanquirrojo. Rubén Martínez tuvo una buena en el 62, pero el tercero de los riojanos llegó en el 65, tras una enorme jugada, taconazos incluidos, de Paredes y Espina, que acabó en cabezazo de Rayco.

No lo llamaremos golazo, porque en realidad fue una pifia: del portero local, Iturrioz, a quien el balón le venía poco menos que a las manos. Pero se lo dejó escapar por encima de la cabeza, y fue gol.

¿Quedaba para más? Sinceramente nadie lo hubiera dicho, porque la UDL parecía tener las cosas bastante controladas, sin conceder casi nada al Leioa e incluso pudiendo marcar el cuarto con un cabezazo de Caneda.

Pero los jugones están para sacar de donde no hay. Y así, Goti, en el 91, cogía un balón casi en su casa y se sacaba de la manga un tirazo al que no pudo llegar Miguel.

La cara de funeral de los riojanos es comprensible: tenían los tres puntos, y se quedaron en uno. Igual que en la ida. Un empate fuera de casa siempre es bueno, pero...

En fin quedémonos con lo visto. Un partidazo, una sorpresa. Una locura.

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