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César Remón protege el esférico ante la presión de Zubiri. :: Miguel Herreros
A la caza del lobo asturiano
SEGUNDA DIVISIÓN B

A la caza del lobo asturiano

La UD Logroñés recibe al Caudal con la urgencia de ganar para cerrar su peor momento con Rodríguez

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Domingo, 24 de septiembre 2017, 00:52

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Acaba la semana y acaba San Mateo. Este lunes supondrá la vuelta a la normalidad. O no. La UD Logroñés cierra estos siete días en el peor momento desde que Sergio Rodríguez tomó las riendas de este equipo, incluidas sus dos etapas de la pasada campaña. Y lo hace ante un rival, el Caudal, al que sus cinco puntos le dibujan como el cordero perfecto para el sacrificio, pero la historia revela que esconde un lobo que cada vez que ha campado por Las Gaunas se ha cobrado su presa.

«No podemos hacer nada ya por la Copa; hay que mirar hacia adelante», decía Sergio Rodríguez el viernes una vez superado el luto de veinticuatro horas al que obligó la derrota en Formentera, isla que los blanquirrojos no quieren ver por ahora ni siquiera para irse de vacaciones. Malos recuerdos. Y de seguir se trata, porque la Copa es la ilusión económica y deportiva, pero la realidad que alimenta a este equipo es la Liga. Y cuanto más arriba está, mayor es la satisfacción.

Después de 120 minutos de competición el pasado miércoles y del bofetón anímico recibido, será interesante observar cómo gestiona Sergio Rodríguez su plantilla. Afirma que siempre juegan los mejores de ese momento. La mejoría, la diferencia, en estos momentos está en la mente. Sin ella, no hay cuerpo futbolístico.

Miguel Santos, una de las dudas, está recuperado de su tobillo. El preparador tiene a todos sus hombres a su disposición, lo que le permite elegir. Jugadores como Borja, Ñoño y Espina, que no viajaron a Formentera, regresarán al once inicial salvo sorpresa. El asturiano dejó ayer patente, una vez más, que es feliz cuando ve la portería de cara, pero el problema, o la ventaja, de este equipo es que cuenta con muchos hombres para su segunda línea.

El sistema de contención recuperará a César Caneda, uno de los mejores en este inicio de temporada, y posiblemente dará continuidad a César Remón. Ésta es una de las posibles dudas, pues el logroñés jugó muchos minutos en Copa después de no intervenir en Liga desde el primer encuentro. Álvaro Arnedo podría tomar su relevo, de la misma forma que Muneta regresaría a la banda derecha, pero para moverse por dentro. Sergio Rodríguez parece dispuesto a dar a la UDL su aspecto más conocido por los aficionados.

El equipo, además, necesita ganar al Caudal para ahuyentar los fantasmas que aparecieron en Burgos y se multiplicaron en Formentera. Perder entra en la lógica del deporte, pero el cómo marca diferencias. En El Plantío se cayó después de catorce partidos con Rodríguez que incluían una única derrota; en San Francisco se perdió cuando ya se soñaba con el rival de la Copa en su cuarta ronda, la del 'gordo'.

Como el fútbol es muy caprichoso, los antecentes de batallas entre UDL y Caudal invitan a ser prudentes y a rescatar esa intensidad que faltó en Burgos y en Formentera. La calidad la tiene la UDL, pero no es suficiente. El fútbol es más que calidad. Los asturianos han arrasado Las Gaunas cada vez que han pasado por ella. Sencillo de resumir: han ganado en las dos ocasiones que han asomado por el túnel de vestuarios del Municipal. Con jugadores como Iker Alegre, Javi Sánchez o Adrián, el guion asturiano pasa por mantener el orden defensivo (tres goles encajados) y aprovechar la velocidad de los mencionados. Alegre nunca pasó desapercibido cuando jugó en Las Gaunas como visitante.

La primera comparencia astur puso punto y final a la etapa de Josip Visnjic en Logroño. El 25 de octubre del 2010 ganaba por 0-1. De aquel once quedan Armando Invernon y Camochu, titulares hoy. La segunda fue más dramática aún. 2 de marzo del 2014. El Caudal vencía por 1-2 y dejaba a la UDL en una situación muy complicada en su carrera por la permanencia de la mano de Raúl Llona. Y aquel día pasó algo similar a lo vivido el miércoles. Los riojanos ganaban 1-0, pero los asturianos marcaron por dos veces en ocho minutos, 77 y 85. Miguel Martínez e Iñigo Zubiri vivieron en primera persona aquel fiasco. El destino ha querido que el recuerdo alimente la duda creada en la isla mediterránea, aunque lo que jamás genera duda es la victoria. Y a las que existen, las destierra. Ganar. Nada más. Y nada menos.

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