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Sergio Rodríguez da explicaciones a sus jugadores durante el entrenamiento de ayer, el primero de su segunda etapa. :: juan marín
«No estaría aquí si no creyera en la permanencia»
SEGUNDA DIVISIÓN B

«No estaría aquí si no creyera en la permanencia»

Sergio Rodríguez toma el mando en en la UD Logroñés con un discurso integrador y de alabanza al equipo

José Martínez Glera

Miércoles, 22 de marzo 2017, 09:41

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«Oportunidad y responsabilidad». Así definía Sergio Rodríguez el momento que le toca afrontar en la UD Logroñés. Para él, no se trata de un «marrón» sentarse en el banquillo, sino de una oportunidad que conlleva implícita una enorme responsabilidad. Con discurso medido y elogios a sus jugadores, Rodríguez puso pausa al delicado momento. Habla en plural para sumar esfuerzos, da el mérito a los demás y advierte de que llegan ocho semanas de sufrimiento que para él no van más allá del domingo, porque cada lunes comenzará a escribir una nueva historia.

Sergio Rodríguez se rodeó de los suyos en su primer entrenamiento, como ya hiciera en noviembre. Admite que la diferencia entre su primera aparición y la actual reside en el «tiempo que queda». «Aquellas dos jornadas fueron temporales y quedaban mucho margen de maniobra. Ahora quedan menos partidos y ese margen es menor», añade.

Ocho partidos. Ésa es la cifra. El técnico asegura que no hubiera dado el paso adelante si no lo viera «factible». «Será difícil, habrá que pelear mucho, pero confiamos en lograr el objetivo. En cuanto a jugar o no contra rivales directos (Sanse, Navalcarnero, Mensajero, Amorebieta e incluso Gernika), en este grupo todos lo son, salvo cuatro o cinco equipos», indica.

Rodríguez no compara ambas etapas ni critica legados. Otro gesto propio de él. Prefiere centrarse en lo positivo y ensalzar a un vestuario con el que tiene que convivir. «No me gusta opinar desde fuera. Rafa ha dejado un buen trabajo y ha hecho todo lo que ha podido. No vamos a negar que la dinámica no es buena y a veces eso lastra mucho, pero el equipo tiene cosas muy positivas. Las tenía con Carlos y con Rafa y yo también las he visto. Vamos a intentar maximizarlas», dice antes de profundizar en sus impresiones personales acerca de esta plantilla. «Creo que es un equipo con un nivel futbolístico muy alto, comprometido, que tiene mucha responsabilidad y que ha competido sino todos los domingos, casi todos. Sí que es cierto que en las áreas no se ha sido contundente, pero este equipo tiene muchas virtudes y en el día a día se ven».

Contundencia y acierto

Las áreas, las malditas áreas, deciden. Las áreas y las dinámicas. «Cuando se está en una situación como ésta no es por algo puntual, pero sí que es cierto que el fútbol se decide en las áreas y si no eres fuerte, cuesta más. No sirve de nada llevar el peso del partido y crear ocasiones si no las materializas. Si además el rival llega y te hace gol... Es una ley del fútbol. No descubrimos nada», apunta antes de insistir en que lo fundamental en este negocio es el jugador. «Aquí y en cualquier sitio los responsables son los futbolistas porque son los que juegan, pero también los que estamos detrás, que tenemos que sacar su máximo rendimiento. Es lo que vamos a intentar».

Fútbol, trabajo de ataque e insistencia en el remate

  • «Atraerlos a un lado y matarlos por el otro», repetía Sergio Rodríguez sobre el césped mientras sus jugadores ensayaban jugadas de ataque como si de un equipo de baloncesto se tratase. «Un delantero, a la corta. Obligatorio», insistía a sus puntas.

  • Mensajes directos y cortos en su reaparición en el primer equipo. Rodríguez estuvo acompañado por Eduardo Valdovinos, Javi Pineda, Héctor Urquiaga, José Miguel Martín, Héctor Montenegro... Un amplio cuerpo técnico que respondía a su mensaje matinal. «Necesitamos a todos». En la banda, Carlos Pouso. Rafa Berges está en casa. Abandonó Logroño el mismo lunes. Por el Mundial se pasó Dani Mallo, el que ha sido su segundo.

  • El técnico quiere que su equipo juegue bien a fútbol y ayer ya comenzó a reiterar en acciones hasta que se convierta en mecanismos que surjan con naturalidad. Ataques claros y remates. Interesante ver, por ejemplo, a 'Guille' Cabrera estar en el origen de esas jugadas. En su primer etapa se apoyó en Chevi. Ahora no está. El fútbol vespertino, a la luz de la luna, continuará hoy y así será hasta que acabe la temporada. De momento, el ambiente era ayer más respirable, como pasa siempre cuando hay un cambio de entrenador.

Sergio tiene claro que el camino hacia el triunfo se basa en el buen fútbol y éste significa ser inteligente. Tan sencillo y tan complicado a la vez. «El equipo tiene que jugar bien. ¿Qué es jugar bien? Hacer lo más adecuado en cada momento. En ocasiones habrá que apostar por fútbol más directo y otros en los que hay que replegarse y jugar a la contra. No es fácil jugar bien y hacer lo adecuado en cada momento. Nuestro objetivo es darles la mayor confianza y sacar su máximo rendimiento. Jugar bien».

Así logró cuatro puntos, con inteligencia. El técnico huye del análisis triunfalista de aquellos dos partidos. «Dos partidos son muy pocos para hacer un análisis. Jugamos bien ante el Castilla porque tuvimos el condicionante de marcar pronto y ser muy efectivos con el gol, como el domingo lo fue el Albacete. Frente a la Real B no hicimos un partido muy bueno. El club cree en sus jugadores y va a estar con ellos hasta el final», apunta consciente de que necesita un equipo fresco mentalmente para lo que se avecina. «En este momento y en cualquiera es fundamental el aspecto anímico. Cuando va bien, la gente está preparada. Hay que asumir que va a ser duro y que vamos a sufrir. Yo no sé cuándo se rompe la dinámica de este equipo, pero sí sé que ha competido y ha protagonizado partidos en los que ha tenido más ocasiones que el rival, pero que no ha marcado. Eso lastra», recuerda.

Lo cierto es que Sergio Rodríguez estaba preparado ante la llamada. «El reto no me da miedo. Sé que es difícil. Lo hemos asumido y tengo mucha gente que me ayuda» apunta. Siempre lo ha estado, desde que llegó a la UD Logroñés en el año 2010. Primero como jugador y después como entrenador en las categorías inferiores. Sin embargo es tremendamente respetuoso. Lo ha sido con su club y con su colegio, Escolapios, donde el deporte es fundamental en su idea de educación. La llamada de la UDL no es de última hora. Hace tiempo que le pusieron sobre la pista, aunque él lo entienda como «constante comunicación». «Somos gente de la casa y estamos para lo que necesiten. La UDL confiaba en Rafa pero hay dinámicas que llevan a situaciones que no son agradables, como es ésta, pero nosotros estamos detrás como lo estuvimos en su momento», recordaba. Igual que en noviembre, aunque ahora no se ve en Valdebebas, sino en San Sebastián de los Reyes. «Hablar de algo que va más allá del domingo es algo que no me sale», certifica antes de lanzar una sus muchas frases inteligentes. «Necesitamos a todos». Ojalá tenga la respuesta adecuada.

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