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Miércoles, 22 de febrero 2017, 10:45
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La lesión del colegiado del partido Athletic B-UD Logroñés en el minuto nueve de partido trajo al recuerdo un punto negro en la historia del club blanquirrojo. Fue en Torrent, cuando el 30 de mayo de 2015, mediada la segunda parte del partido entre el Huracán Valencia y la UD Logroñés, el colegiado canario Alexis Pulido sufrió un tirón en la pierna izquierda, que le impedía seguir. Cedió el silbato a su segundo asistente, Rayco Marrero, que terminó con las ilusiones blanquirrojas de ascender. En aquel partido, un árbitro valenciano, Iván Caparrós, que presenciaba el partido, sustituyó al asistente en la banda alejada de los banquillos y pudo proseguir el encuentro, de tan infausto recuerdo.
Si una vez comenzado el encuentro le sobreviniera al árbitro imposibilidad para actuar por causa o accidente ajenos a su voluntad, será sustituido por el asistente que, entre los dos designados, esté adscrito a superior categoría arbitral, quedando el otro en su condición de tal; si bien el sustituto del principal podrá decidir, si lo estimara conveniente y cupiera la posibilidad, que intervenga como segundo asistente, cualquier árbitro con credencial federativa en vigor que se encontrase presente en las instalaciones deportivas.
En Lezama se lesionó Alfonso Vicente y casualmente estaba en la grada el segundo asistente del partido Zamudio-Sanse que se había celebrado el día anterior.
Rápidamente se pusieron en marcha los protocolos para el cambio de directores de la contienda, pasando a arbitrar el partido el segundo asistente, el árbitro castellano leonés de Tercera División por la territorial salmantina Manuel Falagán. Rubén Díez seguía como primer asistente, el específico, y se incorporaba a la banda alejada de los banquillos (junto a la tribuna) el segoviano Guillermo Maté.
Sin embargo, se generó la duda en el conjunto blanquirrojo, se encendieron las alarmas ante lo vivido hace dos años en Torrent. El delegado del equipo riojano, Rubén Ruiz, se mostró contrario en un primer momento a ese cambio. «Trataba de que no volviera a producirse un hecho como el de Torrent. Solicité información sobre este aspecto a un asesor de derecho deportivo y hasta que no hubo una respuesta, no pude acceder al cambio», indicaba ayer Rubén Ruiz.
Y añadía: «Nos dijeron que se contempla el cambio y la posibilidad de que pueda intervenir un árbitro si se encuentra en la grada (punto quinto del Artículo 236 del Reglamento de la FEF) y ocurrió que estaba el segundo asistente del partido Zamudio-Sanse del día anterior, quien pasó a ser también segundo asistente en Lezama. También nos dijeron que si no queríamos seguir, se suspendía el partido, pero que la responsabilidad sería nuestra, por lo que, de acuerdo con el reglamento, dimos nuestra aprobación a su continuación».
Reiniciado el choque, ambos equipos marcaron su gol en el primer periodo, pero no hubo ningún problema adicional a lo largo del encuentro. Incluso el gol anulado al Athletic B, por fuera de juego de Villalibre, se produjo en la portería donde estaba situado el primer asistente, que era el mismo desde que comenzó el partido. Torrent sólo se quedó, por fortuna, en el pésimo recuerdo.
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