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Espina controla el balón ante la mirada de su compañero Paredes y la presión de los futbolistas iruneses. :: floren portu
UDL industrial

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Rafael Berges debuta en el banquillo riojano con un empate que sólo el tiempo dirá si fue bueno

SERGIO MORENO

Domingo, 11 de diciembre 2016, 23:47

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Logroño. El sabor a hierro lo impregna casi todo una vez que se deja la vertical hacia la Concha viniendo desde Logroño. Se cae a Irún entre hierros ferroviarios, y se llega al Stadium Gal con la sensación de que por aquí el tiempo pasa más despacio al observar que las cosas por estos lares funcionan más o menos bien. Óxido industrial y robledales ya sin hoja para situar a Rafael Berges en la casilla de salida, a escasos metros donde unas vías ferroviarias finalizan y empiezan otras más allá de los Pirineos. Un paisaje que pudiera serle extraño a un cordobés, que sin embargo se sintió cómodo recordando probablemente sus muchos años jugando a fútbol en la Galicia viguesa, tan industrial y verde como puede ser esta zona en la que desemboca el Bidasoa y se acaba un país.

Resituado tras cuatro entrenamientos en este paisaje reconocible para este cordobés, mitad gallego, Rafael Berges aceptó con sus tres centrales (Amelibia, Caneda, Pazó) y sus dos carrileros largos (Julio Rico, Paredes) la necesidad de disponer un once férreo sobre el césped irundarra para superar a un Real Unión que sumaba hasta ayer en casa seis victorias, dos empates y ninguna derrota.

En un debut es importante ganar, y más cuando se mantienen los objetivos tras un cambio de técnico que viene a evidenciar por ello las urgencias clasificatorias de esta UD Logroñés 'pospousista', que necesita recuperar el tiempo perdido sumando de tres en tres. Si ganar en un debut es importante, vital resulta no perder este primer envite. Así que en esta frontera geográfica, Berges se situó con cinco atrás para al menos establecer un empate a cero que pueda ser entendido como un nuevo punto de inflexión sobre el que posicionar la remontada deseada en la segunda vuelta para la que restan tan solos dos jornadas.

Más al norte imposible para observar la versión más industrial de la UD Logroñés en este campeonato en el Grupo II de la mano de un cordobés, mitad gallego, que suple en el puesto a un vasco de padre gallego. Las cosas del fútbol. Más al norte no se puede jugar en este país. Y así, ante uno de los conjuntos más clásicos del grupo norteño, mostrar la identidad más clásica de este deporte, con tres centrales y dos carrileros que dieron más salida de balón en la primera parte, más confortabilidad defensiva hasta el descanso, y algo más de profundidad en ataque al menos durante los primeros 45 minutos, cuando la UD Logroñés fue claramente superior a un rival, el segundo tabla, sorprendido por el cambio de discurso introducido por Berges en el esquema.

Con el físico

La UD Industrial funcionó mientras el físico aguantó, mientras las piernas de los jugadores riojanos se presentaron ligeras y alegres, mientras el rival no acabó de hablar de la nueva e inesperada disposición de su rival del que no le habían visto jamás así en los vídeos previamente mostrados a la plantilla.

Y si Paredes la tuvo para adelantar a su equipo y premiar así el buen rendimiento colectivo con un remate dentro del área a pase de Espina, el Real Unión respondió en la segunda mitad con más brío, tensión, mejor colocación y remate, sobre todo en las piernas de Galán, que se topó ante un Jonan Ander Felipe (en sustitución del lesionado Miguel) hambriento de minutos, con ganas de parar y con cualidades para hacerlo como muy bien demostró. La UD Industrial logró, sin embargo, mantener su portería a cero -y van tres partidos seguidos- y en casa de los inventores del fútbol hasta el final, disponer de una en el descuento que Luca Ferrone celebró, que su equipo festejó, que Berges debió ver dentro, que el técnico local no observó pues cerró los ojos, y que el socio irundarra lamentó...

Hasta que Otaño sacó una mano para el recuerdo en una parada que evitó la primera derrota local a manos de esta versión industrial que se marcó Rafael Berges para iniciar la que espera sea la remontada hacia los objetivos marcados por el club al comienzo de esta temporada.

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