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Carlos Ferrer Yábar
Miércoles, 25 de mayo 2016, 10:52
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El encuentro del domingo en Las Gaunas dejó sensaciones muy positivas sobre las posibilidades de la UD Logroñés de conseguir el pase a la segunda eliminatoria del 'play off' de ascenso. Está claro que, para ello, deberá formalizar un partido mejor si cabe en el Mini Estadi de la ciudad deportiva amarilla, que el que protagonizó en Las Gaunas, al que sólo le faltó la guinda del gol.
El empate sin goles es el mejor resultado posible, siempre que no se hable de una victoria, que bien pudo sacar el conjunto blanquirrojo, aunque también es cierto que los jóvenes castellonenses tuvieron sus ocasiones para haber hecho daño en el portal riojano.
El cero en la portería local, el compromiso mostrado por los futbolistas y por los aficionados en la tarde dominical, así como el juego aportado, dejan abierta la eliminatoria para que se decida en el feudo amarillo, sabiendo que la UD Logroñés se ha manifestado como un equipo muy fuerte lejos de Las Gaunas a lo largo de toda la temporada.
El planteamiento del partido también tuvo su premio, que pudo ser mayor si los blanquirrojos hubieran estado más acertados en el remate. Se podría pensar que el equipo situó sobre el césped un once defensivo. Los nombres de los elegidos así podían dejarlo caer. Pero esa capacidad de evitar el desglose del juego habitual de los visitantes, fue lo que hizo más fuerte a los riojanos a lo largo del encuentro.
La presión sobre la salida del balón, el control en el medio centro, las ayudas ante las acometidas rivales, tuvieron también su punto de inflexión a la hora de jugar el balón, tanto por dentro como por las bandas en el primer tiempo. Mientras los levantinos no conseguían romper el sistema defensivo local, los blanquirrojos llegaron en varias ocasiones con mucho peligro. El cabezazo de Adrián León y los lanzamientos de falta de Milla y Titi fueron respondidos por importantes intervenciones de Aitor, mientas que Miguel veía el balón, pero de lejos.
El guardameta riojano también fue decisivo cuando tuvo que repeler los disparos de Fran Sol, en dos ocasiones, y Carlos Martínez, en el rato en que los amarillos le tomaron el aire al partido y aprovecharon los huecos que dejaba el equipo riojano por el centro. Pouso aportó serenidad con los cambios y con ello volvió el dominio del esférico, que había dejado de ser blanquirrojo. La entrada de Chevi y Muneta podía hacer pensar en un peor balance defensivo, pero lo que necesitaba la UD Logroñés era mayor control, tranquilidad sobre el césped y dejar que el juego fluyera con la calma necesaria para evitar las peligrosas contras rivales. Morán no pudo aprovechar un taconazo de Milla; Aitor le sacó al balón a Chevi y Paredes envió el esférico al poste en un tramo final en el que los blanquirrojos volvieron a ser mejores.
El empate puede ser justo, a tenor de lo visto sobre el verde piso de Las Gaunas, pero también deja claro que el Villarreal tiene sus puntos débiles, de los que han tomado buena nota los técnicos y jugadores riojanos para intentar aumentarlos en el partido de vuelta, que se presenta abierto para ambos clubes.
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