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Finales que restan puntos

Finales que restan puntos

La UD Logroñés ha visto cómo se le escapaban 15 puntos después de ir ganando y 11 de ellos, encajando goles en los últimos compases de los partidos

Carlos Ferrer Yábar

Miércoles, 4 de mayo 2016, 18:20

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La UD Logroñés se ha ido acostumbrando a una rutina muy peligrosa a lo largo de la segunda vuelta. Ha perdido hasta ahora quince puntos en partidos en los que había sido el primero en marcar. Han sido seis encuentros en los que los rivales han sabido remontar cuando prácticamente se daba por hecha la victoria riojana. La seguridad defensiva blanquirroja ha saltado por los aires en unos finales que han sido decisivos para la pérdida de esos quince puntos que han significado que no vaya a poder terminar más alto en la clasificación.

En los primeros diecinueve partidos de la temporada, solamente había sufrido en una ocasión la pérdida de dos de los tres puntos en liza cuando había sido el primero en marcar. Fue ante el Astorga, en la quinta jornada, cuando, tras anotar Milla el primer gol del choque, en Las Gaunas, se vio empatado por Bandera, en la transformación de una pena máxima.

En la primera vuelta, los blanquirrojos demostraron una enorme fortaleza, dejando claro que cuando se adelantaban en el marcador podían dar el partido por ganado. No sucedía lo mismo si el rival era el primero en marcar. De hecho, en los partidos perdidos ante Ferrol, Somozas o Izarra, el conjunto riojano no tuvo la capacidad de remontar.

Tras lo sucedido ante el Astorga en Las Gaunas no volvió a darse esa situación hasta la vigesimotercera jornada, de nuevo en casa y ante el Racing de Santander, cuando la UD Logroñés perdió la renta de un gol que había conseguido también Milla en el primer tiempo, para terminar en empate con el gol de Dioni en los segundos cuarenta y cinco minutos.

A partir de ahí, en tres ocasiones el conjunto riojano se volvía a adelantar en el marcador, pero veía como al final del choque se iba sin puntuar.

En la vigésimo cuarta jornada, en Astorga, marcó primero Alegre, pero los maragatos dieron la vuelta la marcador con goles de Bandera, Puente (de penalti de nuevo) y Beceiro, en el último suspiro del encuentro.

Especialmente dolorosas fueron las siguientes dos derrotas cosechadas por los blanquirrojos, una en Las Gaunas y otra en Gijón. Contra la Arandina, en un partido con múltiples ocasiones para los de Pouso, y tras haber marcado Alegre al final del primer tiempo, Pau Franch y Javilillo dieron la victoria al conjunto castellano anotando en los minutos 87 y 90 del partido. Nadie lo podía creer, en un equipo que siempre había sido sólido atrás y que había podido arrasar al rival.

Cuatro semanas después, en Mareo, Carlos Fernández había adelantado a la UD Logroñés en el minuto 73 de partido, también después de innumerables ocasiones. Sin embargo, todo se echó por tierra en los minutos 88 y 90 cuando Montes y Arqués anotaron en pleno desconcierto blanquirrojo para sumar los tres puntos y dejar a cero a los riojanos.

Tan dolorosa o más fue la pérdida de dos puntos el domingo, ante el Cacereño. La victoria parecía decantada tras el gol de Milla y las ocasiones que tuvo el equipo riojano para dejar sentenciado el encuentro. Un final extraño, con dos faltas al borde del área, dos jugadores blanquirrojos expulsados y un balón que pasó por debajo de la barrera, dieron con otros dos puntos perdidos en el último suspiro, que dejan al la UD Logroñés sin opciones para remontar puestos en las dos jornadas que restan.

Lo peor es la sensación de debilidad que está dejando entrever el equipo en los últimos minutos y que en una fase tan dura como es la de ascenso, no se pueden volver a cometer los errores que han dado con esos quince puntos menos en unos finales de partido que han restado demasiado.

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